29 mayo, 2012

OTOÑAL


DONDE SIEMPRE ES OTOÑO

ÁNGELES IBIRIKA


Como cada otoño, Ian O´Connell, afamado escritor de novelas de amor, se aísla en su apartado refugio de Crystal Lake para escribir su nuevo éxito. En su desesperada búsqueda de la inspiración que por primera vez le ha abandonado, encontrará a Elizabeth Salaya. En ese entorno idílico, mientras la va convirtiendo en la protagonista de su novela, el amor comenzará a entretejerse entre los dos sin que él sea consciente. Un amor que nunca creyó que existiera más allá de los libros, y que, junto al gran secreto que esconde Elizabeth y por el que intentará alejarlo de su lado, le harán dudar de todo lo que hasta entonces había creído firmemente. En la hirviente Manhattan, envuelta en el ardor de los candidatos en plena carrera hacia la Casa Blanca, los caminos de Ian y Elizabeth volverán a cruzarse. Pero en medio de intrigas, ambiciones y cadenas de favores que amenazan con tambalear los cimientos de la alta sociedad neoyorquina, será enfrentarse a sus sentimientos y miedos lo que cambie sus vidas para siempre.

Ya hice el comentario en alguna crítica sobre algún libro leído que estos eran, a veces, como los buenos menús que nos presentan en un restaurante: muy buena presentación en los platos y nos quedamos satisfechos cuando los degustamos. Y esta sensación es la que vuelvo a sentir nada más terminar de leer Donde siempre es otoño, la tercera novela publicada por Ángeles Ibirika. Una muy cuidada presentación del mismo donde la ilustración que decora la sobrecubierta atrae la atención del lector y realmente consigue que uno se interese por la historia que contiene en sus páginas.
Dicen que un instante puede cambiarnos la vida. Que un encuentro al que no damos importancia puede convertirse en el suceso que marque toda nuestra existencia. Dicen que puedes ser testigo de ese intervalo fugaz y mágico en el que la rueda del destino se detiene, duda y termina variando la dirección y ocasionando que nada vuelva a ser igual.
Donde siempre es otoño es una novela que me atrapó en su lectura desde el primer capítulo y eso que la autora crea en los primeros compases de la historia un ambiente de misterio. Después me llevaría varias sorpresas con una serie de acontecimientos inesperados terminando en un final sorprendente.

Página a página me iba dando cuenta de la calidad de narración de la misma. Una buena descripción de los acontecimientos y del entorno en el que se desarrollan así como unos diálogos directos le dan agilidad al texto. La autora sabe manejar el ritmo de la novela provocando en el lector los sentimientos que cree debemos expresar en cada pasaje.

Es una novela romántica, sí, pero está aderezada con una serie de ingredientes que la hacen atractiva. Todo mezclado provoca que nos interesemos en la trama; intrigas, ambiciones y corrupción política forman un buen complemento en una historia que se me antoja muy real. No  me extraña, por ello, que tenga las buenas críticas que tiene. Se nota que detrás hay un buen trabajo realizado que dio como resultado este magnífico producto.
Los personajes que irán apareciendo en la novela están muy bien definidos. Poco a poco los iremos conociendo. Esa es otra nota que destaco de la novela. Los vamos identificando en pequeñas pinceladas. Vemos cómo Ian O´Connell es, sin duda, el hilo conductor de la trama y los demás personajes que nos vamos encontrando en la misma son un perfecto complemento que conforman esta atractiva historia. Creo que con ello se logra el que veamos cómo evolucionan sus personalidades.

 Ian O´Connell es, sin duda, el hilo conductor de la trama. Es un joven escritor que convierte cada novela suya en un éxito pero que, al mismo tiempo, se le ve como un ser prepotente, egocéntrico, mujeriego, que piensa que con mover un dedo todo está a sus pies. No cree en el amor, “el amor de las novelas no existe en la vida real” pese a ser un escritor de novelas románticas pero vemos, a lo largo de los capítulos, cómo va cambiando su concepto del mismo. Ese cambio será debido a su cada vez mayor obsesión por Elizabeth, con la que volverá a coincidir en Baltimore.

Busca cualquier excusa para estar lo más cerca de ella posible. Lo que en un momento fue solo en una atracción física se convierte ahora en lo que él no cree, en un amor que le lleva a correr una serie de riesgos con tal de conseguir su objetivo que no es otro que arrebatarle al senador a su esposa y hacerla suya para siempre.
Ian contrae matrimonio con Audrey, la consentida hija de Howard, un prestigioso abogado que colaboraba con el candidato en la recaudación de fondos para poder convertirse en el nuevo presidente de la nación. Una esposa que se va dando cuenta de que su matrimonio es una farsa y que su pareja la engaña con otra.
Edgar, un fotógrafo felizmente casado con Jennifer, pese a algún que otro devaneo extraconyugal, es el amigo inseparable del protagonista. Un complemento perfecto que le aconseja en cada locura que comete pero que termina ayudándole en todos sus propósitos, incluso en la investigación que el escritor lleva a cabo para desenmascarar unas irregularidades que está cometiendo el senador Thompson para financiar su campaña, mediante la creación de unas empresas fantasmas. Ian verá cómo esa ilegal operación involucra a su suegro. Este descubrimiento será definitivo para desenmascarar definitivamente al candidato y hacer tambalear sus aspiraciones.

Ambiciones también representadas por la periodista de la NBC, Kate Evans, que no duda en hacer todo lo posible para conseguir sus propósitos, su cuota de poder, para lo que no dudará en formar parte del equipo que apoya al presidente en su campaña electoral.
Donde siempre es otoño es una novela que me ha sorprendido gratamente. He de confesar que no soy un asiduo lector de novelas románticas. Algunas cayeron en mis manos, sí, pero esporádicamente. Me ha dejado un buen sabor cuando terminé de leerla. Sin duda alguna, la recomiendo y creo que el que la lea no se arrepentirá por haberlo hecho porque Ángeles Ibirika ha sabido construir una historia con fundamento, que rezuma a otoño en cada página que leemos, estación del año a la que siempre encontraremos alguna referencia, plasmada en algunas ocasiones con un lenguaje cuasi poético,  en sus diversas manifestaciones “el otoño enfermó de invierno cuando ella desapareció”.


Ángeles Ibirika nació en Ugao-Miraballes, un pequeño pueblo cerca de Bilbao (Vizcaya). Su primera novela, Entre sueños, (Ediciones B, Z bolsillo) publicada en abril de 2010, fue galardonada como mejor debut romántico en El Rincón Romántico y con  el Premio Romántica´s como mejor autora revelación española. En junio de 2011 Ediciones B publica también su segunda novela Antes y después de odiarte, novela con la que ganó dos Premios Dama.


 Francisco Portela

Ficha técnica: 
Título: Donde siempre es Otoño
Autora: Ángeles Ibirika
Editorial: Planeta S. A. (Booket)
Imágenes de la cubierta: Irene Lamprakou/Trevillon Images
Primera edición: mayo de 2012
ISBN: 9788408005094
Nº Páginas: 478





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