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20 julio, 2017

Napoleón Bonaparte - André Castelot


Castelot, además de historiador, es reportero y logra una de las biografías más completas de este controversial personaje de la historia. Muy bien acabada y casi como si fuera una novela, ágil y fácil de leer, tiene un nivel de detalle que te atrapa desde el primer párrafo y te invita a un viaje histórico fascinante.
Quizás sea que personalmente esta parte de la historia, la revolución francesa y el contexto mundial en que se dio, generando el caldo de cultivo para la revolución de las colonias españolas en América, las luchas intelectuales, los cambios rotundos de paradigmas es la que más me apasiona y eso influya en este post, y lo reconozco. Sin embargo, Castelot incluye frases e intercambios epistolares y conceptuales con sus allegados que no tienen desperdicio.
Asimismo, según mi opinión el autor es justo e incluye los aspectos más oscuros y perversos de Napoleón, pintando el personaje completo, con sus defectos y virtudes. Muy recomendable, sinceramente.
¡Saludos!

03 julio, 2014

Sendino se muere – Pablo d’Ors

Este post nos llevó a opiniondelibros@gmail.com, de parte de Fragmenta Editorial. Muchas gracias, como siempre.

La tercera edición del libro Sendino se muere, escrito por Pablo d'Ors y publicado por Fragmenta en 2012, ha llegado ya a las librerías. El escritor y sacerdote, nieto de Eugenio d'Ors, presenta y contextualiza en esta obra las anotaciones que dejó la médico África Sendino, a quien la enfermedad convirtió en paciente.

Sendino se muere, de una indudable hondura espiritual a pesar de su brevedad, fue presentado en Barcelona, en Madrid, en Vilanova i la Geltrú y en Manresa.

«He dedicado mi vida a ayudar a los demás, pero no he podido marcharme de este mundo sin dejarme ayudar por ellos. Dejarse ayudar supone un nivel espiritual muy superior al del simple ayudar. Porque si ayudar a los demás es bueno, mejor es ser ocasión para que los demás nos ayuden. Sí, lo más difícil de este mundo es aprender a ser necesitado.» Durante su enfermedad, la doctora África Sendino fue anotando sus impresiones de cara a un libro, que la propia enfermedad le impidió escribir. Pablo d'Ors, que la asistió en sus últimos meses de vida, rescata sus anotaciones y las contextualiza en una vida que no duda en calificar de ejemplar. «Sendino se muere no es, ciertamente, lo que ella escribió, sino lo que yo viví a su lado mientras ella intentó escribir. Pero contiene —estoy seguro— buena parte de lo que Sendino quiso transmitir en su proyectado libro y, sobre todo, de lo que ella realmente era y vivía.»

Pablo d'Ors (Madrid, 1963), iniciado en la oración por el misionero claretiano A. S. Orantos en 1982, sacerdote desde 1991, doctor en teología desde 1996 —bajo la guía de Elmar Salmann— y escritor desde el 2000, fundó en el 2014, inspirado en la Comunidad Mundial de Meditación Cristiana del benedictino John Main y, sobre todo, en Contemplación en Acción del jesuita Franz Jalics, la asociación Amigos del Desierto, cuya finalidad es profundizar en la dimensión contemplativa de la vida cristiana e iniciar y acompañar a otros en la aventura de la interioridad. Su obra literaria, traducida a varias lenguas, llegó al gran público con su Trilogía del silencio, conformada por El amigo del desierto (Anagrama, 2009), El olvido de sí (Pre-textos, 2013) y Biografía del silencio (Siruela, 2012), que constituyó un auténtico fenómeno editorial. En Fragmenta ha publicado Sendino se muere (2002).

Muchas gracias.


¡Saludos!

04 diciembre, 2013

Steve Jobs - Walter Isaacson

La muerte de Steve Jobs conmocionó al mundo. Tras  entrevistarlo en más de cuarenta ocasiones en los últimos dos años, además de a un centenar de personas de su entorno, familiares, amigos, adversarios y colegas, Walter Isaacson nos presenta la única biografía escrita con la colaboración de Steve Jobs, el retrato definitivo de uno de los iconos indiscutibles de nuestro tiempo, la crónica de la agitada vida y abrasiva personalidad del genio cuya creatividad, energía y afán de perfeccionismo revolucionaron seis industrias: la informática, el cine de animación, la música, la telefonía, las tabletas y la edición digital.

Consciente de que la mejor manera de crear valor en el siglo XXI es conectar la creatividad con la tecnología, Jobs fundó una empresa en la que impresionantes saltos de la imaginación van de la mano de asombrosos logros tecnológicos.

Aunque Jobs colaboró en el libro, no pidió ningún control sobre el contenido, ni siquiera ejerció el derecho de leerlo antes de su publicación. No rehuyó ningún tema y animó a la gente que conocía a hablar con franqueza. "He hecho muchas cosas de las que no me siento orgulloso, como dejar a mi novia embarazada a los veintitrés años, pero no hay ningún cadáver en mi armario que no pueda salir a la luz".

Jobs habla con una sinceridad a veces brutal sobre la gente con la que ha trabajado y contra la que ha competido. De igual modo, sus amigos, rivales y colegas ofrecen una visión sin edulcorar de las pasiones, los demonios, el perfeccionismo, los deseos, el talento, los trucos y la obsesión por controlarlo todo que modelan su visión empresarial y los innovadores productos que logró crear.

Su historia, por tanto, está llena de enseñanzas sobre innovación, carácter, liderazgo y valores. La vida de un genio capaz de enfurecer y seducir en partes iguales.

Un libro de más de 700 páginas, en algunas veces un poco difícil de seguir y con descripciones quizás innecesarias, pero que vale totalmente la pena. Lo incluye todo, desde su adopción, su relación con Stephen Wozniak y la creación de Appel, sus pasiones, sus gustos musicales, la influencia de su entorno en su filosofía y su estilo de vida; su relación con John Sculley (quien lo destituyera de Apple en 1985), la creación de Pixar, su relación con Bill Gates, su campo de distorsión de la realidad, el regreso a la compañía, sus últimos desarrollos y la genialidad de su legado.

La historia de una de las personas que transformaron el mundo durante las últimas tres décadas del siglo pasado y que han hecho el mundo tal cual lo conocemos hoy. Brutalmente sincero, caprichoso, obsesivo, meticuloso y genial. No digo que sea un modelo a seguir, pero que sí te dejará muchos aprendizajes.

Excelente. 

22 julio, 2013

El caimán de Kaduna - Francisco Zamora Loboch


Mercedes Romero, de ediciones MAD nos hizo llegar esta reseña elaborada por Luis José Cuadrado Gutiérrez (luisjo@revistaatticus.es), de la Revista Atticus, www.revistaatticus.es.

Para muchos el verano es sinónimo de lectura. Desde que tengo uso de razón el verano significa relajación en la vida cotidiana y acometer actividades distintas a las que estamos acostumbrados en nuestra rutinaria vida. Recuerdo con cariño visitar la biblioteca pública situada en el parque de un barrio de mi ciudad y que abría en verano para abastecer la curiosidad de cientos de chiquillos que alternábamos la lectura con los juegos de la calle (las canicas o las vueltas ciclistas sobre la acera con las chapas de los refrescos).

De eso trata un poco de El Caimán de Kaduna, de recuerdos. Aunque me tira más lo blanco que lo blaugrana, no tenía ni idea que a Iker Casillas le apodaran así, como el Caimán de Kaduna (a raíz de los paradones que hizo en el Mundial sub20 celebrado en Nigeria y en la que España resultó vencedora), así que cuando me topé con este libro no tenía muy claro por qué caminos se iba a desarrollar mi aventura en los próximos días.

El Caimán de Kaduna (Francisco Zamora Loboch, escritor guineano y colaborador habitual en la prensa deportiva) narra, desde la celda, las desventuras de una promesa del fútbol (portero para más señas) que ha ido a parar a una cárcel española. Es el apodo con el que lo llaman sus compañeros de prisión. Está acusado de tráfico de drogas y en su celda tiene dos pósters: Naomí Campbell e Iker Casillas del cual se confiese ferviente admirador. «San Iker» es su ídolo y con su estancia en la cárcel tratará de recoger datos para publicar una biografía del portero madrileño. De esta manera conoceremos la exitosa trayectoria del cancerbero pero también nos irá desvelando ese lado oscuro que tiene la fama, en este caso aplicada al deporte nacional por excelencia en nuestro país.

Hay muchos equipos de fútbol que tienen puestos los ojos en el sur, en África, como si de un caladero se tratara. Por un lado crean estructuras que ayudan a salir de la pobreza a miles de jóvenes. Pero por otro lado les crean unas expectativas que les llevan a la confusión. Para triunfar en el fútbol no basta esfuerzo y talento. «Es necesaria una buena dosis de suerte. Esa suerte que esquiva y dribla el sueño de miles de jóvenes africanos que ven en el balón la ruta para salir de la pobreza».

No solo es deporte lo que nos cuenta Francisco Zamora. Toca muchos temas sin rehuir ninguno. El racismo, uno de los puntos candentes en el fútbol actual, es uno de ellos. O, por poner otro ejemplo, el de la intromisión de los padres en las tareas de los entrenadores de fútbol de las categorías inferiores. Con algo de ironía, descubriremos como le proponen participar en un grupo de «negros» que dedican su tiempo «libre» a escribir para otros. Con una trama ingeniosa, con un lenguaje claro y sencillo te atrapa desde la presentación. Es más, diría que desde la primera frase después de la dedicatoria:

«El fútbol no es una cuestión de vida o muerte, es mucho más que eso».
Bill Shankly

Como suelo hacer en otras ocasiones os dejo algún párrafo por si lo que he contado no os ha atraído bastante.
«-Se daba mucha maña en tratar a las fieras. Con eso y que los críos le adoraban, pues, aquí paz y después gloria. Pero tras los papás, llegaron las mamás. Al principio, se limitaban a llevar los bocadillos de chóped a las futuras megaestrellas, pero en cuanto asistían a dos o tres partidos del alevín B, y acababan por entender los misterios del fuera de juego, ingresaban en el coro de cotillas, integrantes e insidiosos de la Ciudad Deportiva.»
Página 75

«Debía aprender a economizar y administrar las palabras, a utilizarlas a veces con tacañería y otras con prodigalidad, pasar de puntillas aleteando como un colibrí sobre ese o aquel pequeño detalle, para que el lector piense, aporte, e imagine, y para que se retire dándole vueltas a lo que ha escrito el narrador y lo que ha querido decir realmente.»
Página 190

Cuando ganó la novena Copa Champions League contra el Bayer.
«Fue entonces cuando surgió con toda su majestuosidad la figura de Iker, con tres paradas providenciales que certificaron la clase de guardameta que habitaba bajo los palos del Madrid. Pasará a la historia la última de sus intervenciones rechazando un remate con la rodilla mientras con el resto del cuerpo tapaba, en deslizamiento, cualquier resquicio que pudiera ofrecer el ángulo corto porque, momentos después, el señor Meier señalaba el fin del enfrentamiento entre el cuadro alemán y el madrileño.»
Página 203

Y no podía faltar este episodio en la biografía de Casillas.
«Y es que King Fernando juega en el Chelsea y ellos, allí, siguen la Liga inglesa y no la de Las Estrellas. Seguro que todos vieron por televisión aquel beso a dos pasos de Soweto. El beso del Caimán a su novia en el Soccer City. Ese ósculo caliente como el pan recién salido del horno en la boca de la novia que aguardaba ansiosa los labios del mejor portero del mundo.»
Página 257

Ahora que ya somos campeones de la cosa y que vamos con la cabeza bien alta (por lo menos en lo deportivo futbolísticamente hablando) y ahora que el verano da sus estertores es un buen momento para acometer este entretenido libro. El Caimán de Kaduna de Francisco Zamora Loborch nos recordará la épica del gran portero del Real Madrid y de la selección española; que hay otra realidad en los jóvenes africanos que persiguen alcanzar un sueño; y que no es fácil llegar a lo más alto.

Luis José Cuadrado Gutiérrez






15 marzo, 2013

KERTÉSZ, ENTRE FICCIÓN Y REALIDAD


DOSSIER K 
Imre Kertész


Imre Kertész, por encima del reconocimiento otorgado por el Premio Nobel de Literatura, llevará siempre asociado a su nombre, a su vida y a su obra, el título de “superviviente de Auswitz”.
Sin embargo, no podemos olvidar que, a diferencia de otros muchos supervivientes, no emigró al estado de Israel ni a América, huyendo del antisemitismo. Por el contrario, el final de la Segunda Guerra Mundial y su liberación de los campos de la muerte, le llevaron de vuelta a su Budapest natal, sólo para encerrarse en otro horror, bajo las diversas etapas por las que pasó el comunismo en Hungría.
Cree Kertész que, precisamente el haber vivido bajo una dictadura, le alejó del suicidio, idea con la que ocasionalmente trataba de hacer soportable su vida. A diferencia de Primo Levy, Améry y otros tantos, Kertész no tenía que enfrentar un presente de relativa felicidad social, de democracia apacible que hiciera evidente su situación desacompasada en el mundo. La idea de la muerte de Dios tras Auswitz, de desarraigo profundo y desapego por sus congéneres que marcó la vida de otros famosos supervivientes, empujándoles a una muerte como huida de un mundo que les resultaba insoportable, no destrozó la vida de Kertész quien, bajo la opresión comunista tenía una vida lo suficientemente inquietante para que su desarraigo quedara disuelto junto con el del resto de ciudadanos que vivían bajo la “ocupación temporal” soviética.

Precisamente es la etapa final del comunismo en Hungría lo que desata la fiebre escritora de Kertész, que perdura hasta la fecha con libros como Sin destino, Fiasco, Kaddish por el hijo no nacido, Diario de la galera, Yo, otro o Liquidación. Reacio a entroncarse en la “literatura del Holocausto” y al propio término Holocausto (cuya etimología es “todo quemado”) dado que presupone la total eliminación, la muerte absoluta, lo que coloca a los supervivientes en una delicada posición. No son sino una excepción dolorosa, ajena al mito creado en torno al exterminio, la negación del propio término Holocausto. Kertész prefiere centrarse en su obra como Literatura, como expresión de su visión del mundo y no como reflejo del horror de las cámaras de gas.
El debate entre ficción y realidad, sus territorios comunes y sus variantes espurias (la historia o biografía novelada) son temas apasionantes en manos del autor húngaro quien se resiste a que su obra sea interpretada en una clave puramente biográfica. La ficción se nutre de elementos de realidad, históricos, pero crea con dichos elementos un nuevo mundo, alienta una vida independiente de la del autor.
La cartuja de Parma no adquiere la condición de testimonio real por el hecho de reflejar los campos de batalla de Waterloo; Guerra y Paz de Tolstoi no es leída como la descripción de la campaña rusa de Napoleón, al contrario, se aprecia en ella su mérito literario, su capacidad para reflejar las profundidades del alma humana expuesta a condiciones extremas. Así hay que enjuiciar sus obras, señala Kertész, que toman sus referencias del mundo del propio autor pero que no quedan encerradas por éste ni se justifican en él.

Este interés del autor por marcar una diferencia entre la ficción y la realidad se asienta en la concepción misma de Dossier K. que toma la forma de entrevista que el propio Kertész se hace a sí mismo. Aquí, la ficción (la simulación de un diálogo entre dos personas) se confunde con la realidad (el material de las respuestas del Kertész entrevistado).
La entrevista se adapta con relativa fidelidad a un esquema cronológico por el que desfila la infancia del autor, el divorcio de sus padres, su convivencia con las nuevas parejas de sus progenitores, sus cambios de domicilio, el estallido de la Segunda Guerra Mundial, su viaje a los campos, su regreso, su época de periodista y escritor teatral para lograr el sustento, su creciente labor literaria, su “exilio” reciente a Berlín superada la indiferencia de la crítica de su país, sus dos matrimonios, etc.

La perfecta estructuración en el juego de pregunta y respuesta da cierta verosimilitud al formato permitiendo que las abundantes repeticiones y las abundantes referencias a las obras del autor no resulten forzadas o reiterativas. Muchos son los temas que afloran en las páginas de Dossier K. desde el papel de la Literatura bajo una dictadura en la que un funcionario dictamina la corrección de una obra, los autores que marcaron a Kertész en su juventud, su visión del judaísmo, sus ideas políticas, etc.
Pese a que el diálogo resulta fresco y el entrevistador se complace en contradecir a su entrevistado, a resaltar sus contradicciones, exigir mayores precisiones, el lector no puede dejar de ser consciente del juego al que es sometido. Es el propio Kertész quien, como un pequeño Dios, elige tanto las preguntas como las respuestas, los detalles escabrosos que quiere desvelar y, por tanto, aquellos sobre los que no desea pronunciarse. Por tanto, y coherentemente con sus ideas, se debe considerar este libro más desde el punto de vista de la ficción que desde el punto de vista del testimonio.


 GWW

Datos del libro
  • 13.0x21.0cm.
  • Nº de páginas: 207 págs.
  • Editorial: EL ACANTILADO
  • Lengua: ESPAÑOL
  • Encuadernación: Tapa blanda
  • ISBN: 9788496834118
  • Año edición: 2007
  • Plaza de edición: BARCELONA


09 febrero, 2013

LA REINA LEONOR


LEONOR DE AQUITANIA
Régine Pernoud

«Leonor, por la cólera de Dios, Reina de Inglaterra».
Realizar una reseña sobre un personaje histórico de la talla de Leonor de Aquitania nunca es tarea fácil. Pero Leonor no merecería sólo una biografía, sino muchísimas más, ya que forma parte de ese puñado de mujeres excepcionales que destacaron por no conformarse con el papel que la sociedad les otorgaba,  y en el que figuran nombres propios como Hatshepsut, Isabel la Católica, María de Molina, Teresa de Jesús, Juana de Arco, Agustina de Aragón o Marie Curie; mujeres envueltas en un halo de leyenda como el que rodeó, ya en vida, a la duquesa de Aquitania, dos veces reina, de Francia y de Inglaterra.


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Leonor de Aquitania nació a principios de la década de 1120 y, desde su infancia, se vio rodeada de un ambiente culto y cortés. Convertida, al morir su hermano, en la única heredera del vasto dominio aquitano, siempre sintió una inclinación natural por las letras y la música. Al contraer matrimonio con Luis VII, rey de Francia, Leonor entra en la Historia y, a partir de ese momento, todos sus actos y decisiones se funden con un siglo excepcional, salpicado de figuras como la de Enrique II, Tomás Becket, Bernardo de Claraval, Guillermo el Mariscal, Ricardo Corazón de León o Juan Sin Tierra. Años de religiosidad, de cruzadas, de trovadores y de poesía cortés que ella impulsará en gran medida, y en los que se asiste en las artes al nacimiento de un nuevo estilo, el gótico, que llegará a todos los confines del orbe cristiano y erigirá catedrales para acariciar, con los dedos del alma, la majestad de Dios.


No es posible leer la biografía de Leonor de Aquitania sin caer preso de su personalidad arrolladora. Lejos de los cánones medievales de la mujer, la reina de Francia marcha con su marido a Jerusalén en plena cruzada; impulsa la nulidad de su casamiento para contraer matrimonio con Enrique II; es madre de diez hijos (dos con Luis VII y ocho con el rey inglés); recorre sus dominios con admirable tesón; se convierte en fuente de inspiración del amor cortés; subleva a sus propios hijos contra su padre e, incluso, encabeza una carta dirigida al mismísimo Papa de la siguiente manera: «Leonor, por la cólera de Dios, Reina de Inglaterra». Una mujer que, desgarrada por el dolor de ver a su hijo predilecto prisionero, se atreve a reprochar el comportamiento al propio Celestino III: «Los reyes y príncipes de la Tierra han conspirado contra mi hijo; lejos del Señor se le tiene en cadenas, mientras otros saquean sus tierras; se le sujeta mientras otros le flagelan. Y durante todo este tiempo la espada de San Pedro permanece en su vaina».



Régine Pernoud (Châteaux Chinon, 1909- París, 1998), medievalista rigurosa y narradora de excepción, se embarcó hace cuarenta años en una empresa nada sencilla: acabar con los mitos, leyendas y fábulas que acompañaron a la reina Leonor, no sólo durante su vida sino también tras su muerte. Para la historiadora francesa y doctora en Letras no sería un hecho aislado, ya que hizo de la lucha contra los prejuicios su leitmotiv, como dejaría patente en el brillante ensayo Para acabar con la Edad Media, publicado por la editorial Medievalia y cuyo rotundo título avanza el propósito de la autora, que no es otro que el de alumbrar la oscuridad medieval y desmontar de un plumazo la creencia generalizada de que el Medievo encarna, mejor que ninguna otra época, la ignorancia, el embrutecimiento y el subdesarrollo. En este caso ha sido Acantilado la encargada de traer al mercado español una reedición de esta estupenda biografía publicada por primera vez en 1969, fecha que, curiosamente, no se indica en el libro, pero que no constituye un olvido involuntario de la editorial como ya ha demostrado en otras de sus publicaciones. No es ésto lo único a destacar en las siempre impecables ediciones de Acantilado: en este caso encontramos también un par de erratas en los árboles genealógicos que ilustran el texto, y en los que se menciona a la esposa de Alfonso VIII de Castilla como nieta en vez de hija de Leonor, y a San Luis, rey de Francia, como Luis VIII en vez de Luis IX.


Con una figura histórica de la magnitud de Leonor –o Aliénor, como se la conoce en la historiografía francesa-, es fácil caer en la tentación de la hagiografía. Sin embargo, Pernoud levanta una muralla que mantiene alejados sentimentalismos, sensiblerías, leyendas y cuentos románticos trasnochados para construir una imagen sólida y bien documentada de una mujer con una fuerza y un empuje excepcionales, dotando al ensayo de amenidad sin perder un ápice de rigor. Esta medievalista francesa que, como Leonor, rompió moldes en una época en la que la investigación científica era terreno casi exclusivo del sexo masculino, acerca al lector la figura de la reina de Inglaterra cuidando hasta el más mínimo detalle. Los capítulos de esta biografía, tan apasionante que se lee como una novela, están intitulados con elegancia y evocación, arrancan con unas bellas estrofas de amor cortés de Bertrand de Born, de Bernart de Ventardorn o de Peire Vidal, y su prosa es tan elegante, delicada y embaucadora que al acabar un capítulo no se puede evitar devorar el siguiente con fruición. La abundancia de anécdotas, el desfile de personajes, la vida cotidiana en la corte, las intrigas políticas, las guerras intestinas o los conflictos entre Iglesia y Estado transmiten la pasión de la autora y contagian su fascinación por un siglo deslumbrante y rebosante de Historia con mayúsculas.

Pilar Moreno Monteverde

Datos libro:

Régine Pernoud

LEONOR DE AQUITANIA
Acantilado 2009

336 páginas.

04 junio, 2012

BUSCANDO A UN BARÓN


En busca del Barón Corvo: Un experimento biográfico
A.J.A. Symons


En busca del barón Corvo es uno de esos libros cuya existencia parece mediar entre la clandestinidad y el secreto de los iniciados. Sólo unos pocos conocen de la existencia del barón y su pequeño pero interesante papel dentro de la literatura universal. En Frederick Rolfe se conciertan todos los elementos del malditismo literario: la biografía azarosa, el desprecio de sus contemporáneos y una peculiar obra literaria, más sobresaliente por su rareza que por su brillantez artística.

Sin embargo, el mérito del libro descansa igualmente en la labor de su autor: A.J.A. Symons, quien no se limita a la mera biografía sino que describe (de ahí la adecuación del título, la busca, la quest) el proceso de reconstruir la vida de Rolfe, las pistas que cada nuevo descubrimiento abrían en su investigación, las conjeturas que quedaban confirmadas por posteriores revelaciones, o desmentidas para siempre, la correspondencia y entrevistas que concertó con personas que conocieron de primera o segunda mano al extraño escritor. Todo ello explica el subtítulo de esta obra “Un experimento biográfico” que bien merecería tener numerosas secuelas.

A través de las averiguaciones de Symons, accedemos a un segundo nivel, el de los hechos ciertos y probados en torno al barón Corvo así como sus palabras (vertidas, bien a través de sus libros, bien gracias a la abundante e intensa relación epistolar que mantuvo con sus conocidos, amigos o enemigos). De la unión de todos estos elementos surge ante nuestros ojos la figura completa de Rolfe y, como de entre la bruma de un amanecer en la laguna de Venecia, podemos adivinar su pensamiento, sus intenciones y sus frustraciones; podemos llegar a conocer cuánto le dolieron las traiciones que consideraba que le hacían sus amigos y cómo influyeron en su obra.

Este brillante resultado es consecuencia exclusiva del método empleado por Symons que no pasa por ofrecer una visión lineal y acabada del biografiado sino que nos muestra los elementos sobre los que basa su indagación, sus luces y sus sombras, de modo que el propio lector pueda contradecir imaginariamente al autor. Todos estos ingredientes hacen de En busca del barón Corvo una lectura que desafía los estilos convencionales por los que suelen discurrir obras similares y que convierte la experiencia de su lectura en un acontecimiento refrescante y novedoso.

Como ya se ha señalado, la historia de la Literatura tiene su propia rama maldita formada por autores que no lograron el reconocimiento de sus contemporáneos pero a los que el tiempo ha sabido poner en su lugar. Asimismo, abundan los ejemplos de escritores no muy reconocidos pero cuyas obras son delicados manjares en manos de bibliófilos. En esta segunda categoría, el aspecto biográfico del genio desconocido acostumbra a ser igual de interesante (o más) que sus escritos, de manera que vida y obra se dan la mano para conformar un todo inseparable, cuya importancia es recíproca.

En el caso del barón Corvo, su vida se cimienta sobre una serie de complejos entre los que se puede contar el trastorno bipolar, la esquizofrenia y la manía persecutoria, unidos a una gran sensibilidad y temperamento artístico. La extraña psique de Rolfe le llevó al convencimiento de que estaba llamado a metas más altas que las del resto de mortales con quienes convivía, de modo que trató de descubrir por sí mismo cuál era el camino por el que debían despuntar sus talentos.

Primeramente lo intentó como sacerdote católico, abandonando la fe anglicana en la que nació, dado el atractivo de la liturgia católica, la conexión de este credo con la historia del arte y su profundo simbolismo con los que su carácter parecía convenir. Sin embargo, y ésta fue la primera gran traición que sufrió (o creyó sufrir) en su vida, fue rechazado por la jerarquía impidiéndole la ordenación a la que consideraba que estaba llamado. La herida que este hecho le ocasionó queda reflejada en una de sus novelas (Alejandro VII), obra en la que el cónclave romano elige Papa a un desconocido al que le había sido negada la ordenación sacerdotal por inquinas y envidias de sus superiores. Esta “venganza literaria”, muchos años después de ocurridos estos hechos, no sólo refleja lo profundo del dolor que le supuso aquel rechazo, sino que da la pauta de la práctica totalidad de sus obras, concebidas como un modo de vengar afrentas y ajustar cuentas con quienes en la vida real zancadilleaban su camino a la gloria.

Tras este duro golpe, Rolfe trató de rehacer su vida de muy diversas maneras, como preceptor de una importante familia católica, secretario de un notable profesor de Oxford, protegido de una peculiar dama italiana (de esta etapa tomaría el apelativo de barón Corvo), pintor de escudos heráldicos para una parroquia católica, etc.

Prácticamente en todas estas etapas de su vida se reproduce la misma secuencia. Rolfe deslumbra con sus modales, sus conocimientos de arte o de la Florencia de los Medici, su talento como pintor o escritor y entabla nuevas amistades. Rolfe espera de estas amistades una devoción y apoyo incondicionales de modo que finalmente, por extraños quiebros del destino cualquier acontecimiento simple, el más simple malentendido, supone un estallido de violencia (normalmente sólo a nivel verbal, del que dejan constancia muchas de sus cartas), una nueva afrenta que vengar, un peldaño más en el descenso a su peculiar infierno y a la desconfianza en la humanidad en general.

Abandonada la pintura como forma de lograr la fortuna, el reconocimiento y la admiración que redimieran toda su vida, y la dotaran de un sentido, optó por la literatura. Su peculiar estilo se caracteriza por su vitriolismo, su barroco lenguaje y su ingenio en cuanto a estructuras gramaticales y a la invención de nuevas palabras o a la adaptación y modelación de otras ya caídas en desuso. La fuerza de su estilo hace olvidar lo poco atractivo de sus tramas argumentales, forzadas por la necesidad de vengar sus reales o ficticias ofensas.

La vida del barón Corvo, de quien se puede decir ciertamente que no ganó un chelín gracias a sus escritos, terminó en Venecia en una debacle en la que el vicio y la locura no bastaron para ahogar hasta el último segundo, la eterna queja lastimosa contra el mundo que el desgraciado Rolfe compartía con quien le quisiera escuchar o lanzaba al cielo cuando la soledad se convirtió en su única confidente.

Sus contradicciones fueron incontables. Su odio por los católicos no le impidió relacionarse en gran medida sólo con ellos, su ambición y excesos le hacían perder la confianza de aquellos que podían ayudarlo y, en última instancia, el odio de Rolfe siempre acababa por volverse contra quienes más podían o querían ayudarle. Este odio tampoco le impedía, una vez rotas las relaciones con antiguos colaboradores a quienes acusaba de las peores villanías, recurrir nuevamente a ellos mediante cartas lastimosas en las que se ofrecía a olvidar las heridas inflingidas mediante la entrega de dinero o favores similares.

Symons, hijo de su tiempo y de una sociedad excesivamente imbuida del ideal victoriano, considera la homosexualidad reprimida de Rolfe el motor de su errática y desgraciada vida. Quizá se trate simplemente de que sus problemas psicológicos encontraron la forma de aflorar de forma manifiesta a raíz de diversos episodios críticos que condicionaron su relación con el resto de seres humanos y la visión que de sí mismo tenía. Para salvar esta contradicción elaboró su propia teoría en función de la cuál, su desgraciada vida tomaba sentido por el alto fin al que estaba destinado. Todos cuantos se opusieran a él lo hacían con el fin de impedirle su culminación, en una especie de conspiración general contra su persona. Esta farsa le permitió salir adelante de las numerosas crisis que conoció en su vida y le ayudó a no perder nunca la fe en sí mismo.

La vida de Rolfe sólo puede inspirar lástima en nuestros días, pero la imagen de un ser que lucha por aquello en lo que cree, que es capaz de superar todas sus limitaciones convencido de su propia genialidad, es el arquetipo del artista romántico, un solitario enfrentado al mundo que se niega a reconocer su talento contra toda evidencia. El modo en el que Symons nos lo presenta, gradualmente, haciéndonos partícipes de sus propios avances en la investigación, nos aventuran en un largo proceso de interiorización de la peculiar mente del barón. Todo ello permite afirmar que la lectura de este libro es una “lectura experimental” parodiando a su autor de la que todo amante de la buena literatura debería tener noticia.

 GWW

Datos del libro
  • 13.0x20.0cm.
  • Nº de páginas: 332 págs.
  • Editorial: LIBROS DEL ASTEROIDE
  • Lengua: CASTELLANO
  • Encuadernación: Tapa blanda
  • ISBN: 9788493431518
  • Año edición: 2005
  • Plaza de edición: BARCELONA


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