MAURICIO
WIESENTHAL
Edhasa pocket, 2010
Compuesto por un
conjunto de textos sobre Tolstoi, Wiesenthal nos acompaña en un recorrido por
distintos aspectos del pensamiento, obra y vida del gran escritor ruso. Y como
colofón, en una sección titulada Album para la memoria, el autor comenta
una serie de fotografías, muchas de ellas tomadas por la propia Sofía
Tolstaia, imágenes del viejo Tolstoi,
rincones de la casa (Iasnaia Poliana), imágenes con su familia, con
Gorki, con Chertkov, con los campesinos, en fin, un álbum familiar. Wiesenthal cree
que «esta forma de presentar mi “recuerdo novelado” ayudará al lector a
situarse en la realidad del mundo de
Tolstoi, en el paisaje ruso, en la gente y en la época […]. Así viví mis
peregrinaciones a la Rusia de Tolstoi». Comparte el autor con Tolstoi la idea
de que sólo la novela permite «comprender» al ser humano al contemplarlo en su
entorno. El hombre y su circunstancia, como ya planteó Ortega.
Así, Wiesenthal,
que además de escritor es un viajero empedernido, cuenta no sólo la vida de
Tolstoi, sino sus circunstancias: los
orígenes ancestrales de su mansión Iasnaia Poliana; la vida de las gentes rusas,
leyendas y costumbres; anécdotas de los escritores contemporáneos de Tolstoi y
las relaciones que mantenían entre sí; la batalla entre el viejo Leon y su
esposa Sofía, que como leona a su vez, defendía el patrimonio familiar y la
herencia de sus hijos frente a las locuras exageradamente generosas de su
esposo, manipulado por los grupos de oscuros
seguidores, no siempre desinteresados.
También nos cuenta la pasión que el matrimonio mantuvo durante años,
ligándola al detalle simbólico del manojo de llaves que Sofía llevaba atado a
su cintura. Bellísimo simbolismo. Y la relación con los niños, a los que amaba
sobremanera, así como con la música, que entusiasmaba al escritor y que
consiguió transmitir ese entusiasmo a toda la familia. Tolstoi era un hombre
vitalista, pleno de inquietudes, deseos, pasiones, que según los momentos de su
ciclo vital canalizó en una dirección u otra.
En su vejez –recordemos el título
de este libro, El viejo León― se
escoró hacia un pensamiento moralizante, humanitario, pacifista en la línea de
Gandhi, con el que intercambió larga correspondencia. Abandonó parcialmente la
literatura para sumergirse en un mar de actividades pedagógicas, desarrollando
teorías religioso-libertarias que chocaban tanto con la Iglesia Ortodoxa (que
le excomulgó) como con los políticos de amplio espectro: del Zar a los
comunistas. Incluso con sus propios seguidores. Y es que el viejo León poseía
una personalidad única, independiente, una fuerza vital libre y casi salvaje. Este viejo había visto venir lo inevitable:
la muerte de un mundo al que la falta de ideales, la falsa idea de seguridad,
el desprecio de la pobreza y la capacidad de convivencia con el abuso y la
injusticia le devorarían como buitres. Lo que Tolstoi proponía era una vuelta a
los valores sencillos, el respeto a la naturaleza, el trabajo y la exigencia moral.
Una cultura se destruye ―nos dice Wiesenthal, parafraseando a Tolstoi―cuando
carece de valores reales de justicia y cuando olvida sus ideales de
renacimiento proponiendo sólo un horizonte de abundancia, oportunismo
moral y progreso material sin fe. Estas
son ideas básicas en Tolstoi. El concepto de autoridad moral sustenta todo el
edificio tolstoiano, y el aserto del evangelista S. Juan «el
conocimiento de la verdad es lo que os hará libres» era una premisa básica para
el viejo León.
Wiesenthal se documentó ampliamente sobre Tolstoi para
su novela Luz de vísperas, así como
para un capítulo sobre el escritor ruso en Libro de Requiems. Visitó
en varias ocasiones Iasnaia Poliana y los alrededores de la mansión, los
jardines, bosques etc. También visitó la casa donde Tolstoi y su familia
residían cuando estaban en Moscú.
En 1972, Wiesenthal tuvo la suerte y el honor
de poder encontrarse personalmente con una nonagenaria Alexandra Lvovna
Tolstaia, la hija menor del viejo León. Vivía en Valley Cottage, (Nueva York).
Aún dirigía la Tolstoy Foundation, una institución que se ocupaba de huérfanos
e hijos de emigrantes, desde 1941. En la Unión Soviética Alexandra fue detenida
y encarcelada por defender la libertad de expresión. Finalmente abandonó la
Rusia en 1929. Mantuvo hasta sus últimos días el espíritu humanitario de su
padre.
Libro
interesantísimo, lleno de datos y de anécdotas curiosas, de ideas y de relatos,
muy en el estilo de Wiesenthal. Digresiones constantes le llevan a hablar de
otros muchos autores y artistas, tuvieran contacto o no con Tolstoi, así como
transcripción de textos extraídos de su novela Luz de Vísperas, poemas o citas de diversos escritores, comentarios
jugosos y teorías sobre el hecho literario y una mirada sobre el presente y el
futuro del arte de escribir. No sólo para seguidores y amantes del viejo León,
sino para cualquiera que ame la literatura y la vida, porque de libros y de
vida se habla.
Mauricio Wiesenthal (Barcelona, 1943) es un escritor español,
enólogo y fotógrafo de origen alemán (con ascendencia de Hamburgo). Es autor de
narraciones, ensayos y biografías; además de varias obras sobre temas
enológicos. Ha sido Profesor de Historia de la Cultura en la Escuela Superior
de Comercio de Cádiz, profesor del Centro Cultural del Vino de Barcelona y
conferenciante invitado en distintas universidades españolas (UIMP, Deusto). Ha
colaborado en varias obras enciclopédicas y dirigido algunas de ellas; ha
escrito también numerosos libros sobre las culturas precolombinas de América.
Igualmente, es autor de medio centenar de guías y libros de viajes -publicados
en inglés, francés, italiano y alemán- y de algunas obras de divulgación
médica.
Ariodante
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