24 marzo, 2013

VIEJO HUMANISMO


SOBRE EL VIEJO HUMANISMO
JAVIER GARCÍA GIBERT
Marcial Pons, 2010
Adentrarse en Sobre el viejo humanismo. Exposición y defensa de una tradición (Marcial Pons, Madrid, 2010), el último libro de Javier García Gibert, es sentarse frente al espejo, no sólo de nosotros mismos, sino de lo mejor que ha dado la tradición en Occidente. Se trata de un amplio y panorámico ensayo de historia cultural, que nos pone delante de los más altos modelos y referentes en este sentido, y nos recuerda que nuestra dicha y nuestra plenitud no está reñida con la exigencia, sino que más bien deriva de ella. Como afirma el autor –y aunque la modernidad parezca haberlo olvidado- no es el derecho lo que ennoblece al ser humano, sino el deber, y el primer deber es, precisamente, llegar a ser un hombre (o una mujer) en la más alta y la más digna acepción del término.  Ya lo dijo Píndaro, llega a ser el que eres, el que de verdad tienes la potencialidad de ser. Esta es la exigencia permanente del viejo humanismo, cuyos fundamentos y consecuencias el autor va desgranando a lo largo del libro.
Como decíamos, Sobre el viejo humanismo es un ensayo que repasa, desde sus mismos orígenes, la tradición humanística occidental. Desde Platón, Cicerón, San Agustín, Petrarca (el primer humanista moderno), Montaigne o Erasmo hasta las reflexiones humanísticas del siglo XX, García Gibert nos descubre y nos describe los rasgos esenciales de esa tradición, y los movimientos que, falsamente, se han apropiado del nombre y han traicionado la idea, vendida a menudo, desde la Ilustración, bajo el fácil remoquete del ‘humanitarismo’. Esta discriminación que el autor argumenta en relación a los falsos humanismos de la modernidad es uno de los aspectos más eficaces y clarificadores del libro, y lo convierten en una obra que nos parece enormemente necesaria en la ceremonia de la confusión actual, además de canalizar una saludable y no menos necesaria reflexión en libertad que se encuentra provocadoramente alejada de la “corrección política”.
En una época tan olvidadiza de sus propias raíces como la presente resulta estimulante una obra que nos recuerda de un modo tan vivo y transparente el “canon” básico de nuestra cultura, los hitos fundamentales de la sabiduría, en el mundo occidental. Y en unos momentos tan delicados como los que atravesamos, con una hondísima crisis económica y de valores que es el resultado del pensamiento de la inmediatez y de la ceguera materialista, el libro señala el tesoro escondido que nos permite afrontarla de la mejor manera y retomar el camino en la buena dirección: sacando a la luz esa tradición que persigue, en todo caso, como dice el autor en su ilustrativo Prólogo, “el ennoblecimiento armónico del ser humano en sus facetas ética y estética, existencial y espiritual”.

 Maria Luisa Lucas

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