Taria
de Nicolás, como de costumbre, nos envió esta reseña a opiniondelibros@gmail.com. Muchas gracias.
Lo
mejor de la vida es gratis, Gabriel lo aprendió tal vez demasiado tarde pero
supo apreciar esas pequeñas cosas que no tienen precio, que el dinero, la fama
y el status son cárceles con barrotes de oro, descubrió lo que significa un
nosotros conservando la individualidad de cada uno, se conoció a sí mismo en un
lugar mágico pintado en azul y verde, una tierra tan bella que la lluvia se
enamoro de ella y las hadas y los duendes la hicieron su hogar, una tierra que
fue su morada y todo ello de mano de una desconocida que le hizo comprender que
la vida es el presente inmediato endulzado por las pequeñas cosas que nos hacen
felices…
Detrás
de lo que a simple vista puede parecer una novela romántica Ovies presenta una
historia sobre la convivencia entre la vida y la muerte y la búsqueda de
autoconocimiento, todo ello eficazmente encauzado a través de la figura de un
protagonista que ejerce de espejo de muchas otras personas cuyas vidas
aparentemente completas no están sino vacías. La autora hace gala de una
delicadeza sutil llevada en volandas con un estilo muy fluido, lo que convierte
a El espejo azul en una obra adecuada para todos los públicos. Y tras esa
sencillez, que es virtud, el lector encontrará una novela rica en detalles en
la que se puede “ver” y sentir con claridad todo cuanto acontece.
La
obra de Ovies puede definirse con una frase cargada de literatura e intensa en
su mensaje: “La vida es el presente
inmediato endulzado por las pequeñas cosas que nos hacen felices…”. Es la
enseñanza, el poso que deja en el lector. Y toda historia con enseñanza está
llamada a encumbrarse entre las que no solo entretienen, sino que enriquecen.
Sandra
Ovies, nacida en León y residente en Gijón, es titular de un despacho
profesional y ejerce como Graduado Social. Pero su gran pasión son los libros.
El
espejo azul es su primera novela, una obra cargada de connotaciones personales
y enriquecida con los pintorescos paisajes asturianos. Vendiendo esta novela Ovies
también colabora con la fundación Theodora, que se encarga de “repartir sonrisas”
entre los niños hospitalizados.
Muchas
gracias.
¡Saludos!
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