JON BILBAO
Ed. Salto de página, 2011
Puede
que el título os recuerde a aquel gran libro de William Golding, El señor de las moscas. Tengo que
reconocer que me sentí atraída por este libro precisamente por el título, que
ciertamente es muy llamativo, y que todavía me llamó más la atención al leer su
argumento:
Héctor es un hombre tranquilo que ocupa un cargo de
responsabilidad en una refinería de petróleo y vive felizmente casado en una
apacible zona residencial. El mismo día en que nace su primogénita, recibe la
visita inesperada de su hermano Grego. Éste lleva una vida errática y
aventurera en el sudeste asiático, malviviendo de los escasos ingresos de un
negocio de alquiler de embarcaciones. Visiblemente enfermo, se retira a
descansar al cuarto de invitados. A la mañana siguiente, Héctor encuentra la
habitación ocupada por un inmenso enjambre de moscas. No hay rastro de Grego.
Desde ese momento la familia se ve inmersa en una pesadilla brotada de su
propio seno, horrible y fascinante a un tiempo, que pone a prueba la
resistencia de sus vínculos y amenaza la cordura de cada uno de sus miembros.
Un argumento sugerente, ¿no es
cierto? El hermano de las moscas es mucho más. No sólo tiene un argumento
interesante y misterioso, sino que en cuanto a estilo y profundidad también
supone un estupendo trabajo.
Pongámonos en la situación del
protagonista, que en realidad no es Grego (aunque lo parece). A mi modo de ver
el título se refiere a Héctor, puesto que éste se convierte progresivamente en
hermano de esas moscas que van ocupando su espacio vital. Este hombre tiene una
vida normal: una mujer preciosa que acaba de tener una hija, un estupendo
trabajo, una magnífica casa en una de las mejores urbanizaciones de la ciudad.
Sin embargo, no todo en su vida es perfecto, pues su hermano Grego no lo es. Va
a ser éste durante toda la novela el que trastocará la paz familiar. Desde un
primer momento se nos deja claro que Héctor es un hombre responsable,
preocupado por su trabajo y por su familia; todo lo contrario es Grego, un vividor
un tanto irresponsable. La relación entre hermanos no es muy buena, y lo será
todavía menos en el momento en el que irrumpa en esa paz familiar de la que
hablábamos antes. Grego no trae consigo simplemente unos recuerdos lejanos que
sacuden a Héctor, también trae un nuevo problema, mucho peor que los
anteriores.
Evidentemente, la desaparición de
Grego provoca la tensión entre el matrimonio, pero no sólo esta desaparición
sino sobre todo su aparición, ya que Grego aparecerá al cabo de unos días, desnudo,
en el suelo de la habitación y no encontrarán ni rastro de las moscas. Héctor y
su mujer llegan a la conclusión de que hay algo extraño en ello, algo que
escapa al control de la mente humana, un hecho que es fascinante. Puede que no
tenga mucho sentido, en este caso opino que no es en sí esta transformación (o
digamos mejor metamorfosis) la que provoca que el libro sea interesante (está
claro que es un factor bastante importarte, pero hay otros) sino que Jon Bilbao
a través de este hecho insólito nos va narrando cómo transcurre la vida
familiar y laboral de la familia.
Llaman la atención los distintos
mecanismos que Jon Bilbao utiliza en esta novela para provocar al lector y
acaparando su atención. Por ejemplo, cómo está dividida la novela. En este caso
el autor divide el libro en partes, y cada una de ellas tiene a su vez
capítulos distintos. Estas partes están ordenadas cronológicamente, de este
modo vemos una cronología, algo que en cierto modo es importante en el
transcurso de la novela. Por otra parte, es algo también bastante llamativo el
modo de introducirnos en la lectura. Por ejemplo, no sólo encontramos una
narración simple, sino que también va a presentar capítulos en los que se nos
hace un análisis científico exhaustivo sobre la mosca (esto es algo que otros
autores ya emplearon en su momento, véase el caso de Horacio Quiroga, escritor
del fantástico latinoamericano y su Almohadón de plumas). Este capítulo es muy
interesante, tal vez retrase un poco la acción pero la verdad es que también puede
ser muy útil para conocer comportamientos sobre este insecto y sobre la
transformación de Grego.
Jon Bilbao se centra mucho en los
detalles. Como dije anteriormente no se nos cuenta simplemente el hecho de que
Grego se transforme misteriosa e inexplicablemente en un enjambre de moscas. En
realidad esto parece ser un apoyo para lo que de verdad interesa en la novela:
la vida de esa familia, sus acciones, sus sentimientos, los pensamientos que
tienen, las relaciones y lazos que se establecen. No sólo conocemos a los
personajes principales, sino también a otros que son secundarios pero que a su
manera se vuelven también muy importantes en la historia a medida que va
avanzando.
Nos retrata la cotidianidad rota por
esta metamorfosis extraña. Como bien sabemos, en la novela de Kafka se hace un
tratamiento totalmente normal de esa situación y en ningún momento se nos hace
dudar. Lo mismo sucede con El hermano de las moscas. Llega un momento en el que
esa metamorfosis se hace normal, es algo que subyace en la naturaleza de Grego.
Él es las moscas, y las moscas son él. No debemos pensar en nada más, debemos
centrarnos en esos personajes, en esas acciones, en el tratamiento del
argumento.
Puede resultar extraño que Bilbao se
detenga en tantos detalles y a veces puede acabar convirtiéndose en un estorbo,
pero hay que aceptar lo que expuse anteriormente y es que en sí lo que
realmente importa es cómo se desarrolla la vida a partir de entonces y por eso
es necesario recrearse, regocijarse ante hechos que pueden parecer simples o
triviales, sin embargo, en esta novela nada es gratuito.
Por ello, debo recalcar que si alguien
piensa que en esta novela va a encontrar un por qué a ese misterio está
equivocado. Me remito de nuevo a los autores del fantástico y neofantástico latinoamericano.
No es necesario llegar a una conclusión ni a una solución. Es más importante el
hecho que se nos narra, el misterio que envuelve la historia. También señalar
lo que dije arriba y es que a veces Bilbao profundiza demasiado y eso puede resultar
engorroso para algunos lectores a los que les guste una acción y un desenlace
rápidos.
En fin, una novela altamente
recomendable. Jon Bilbao es un escritor que se está haciendo oír gracias a
novelas con planteamientos realmente sugerentes.
Elena Montagud
No hay comentarios.:
Publicar un comentario