31 diciembre, 2013

El hijo – Michel Rostain

José Gómez, autor y propietario de http://miscriticassobrelibrosleidos.blogspot.com/ nos envió esta reseña a opiniondelibros@gmail.com. Muchas gracias José.

En su novela El Hijo, Michel Rostain celebra la vida en un relato autobiográfico sobre la experiencia terrible que supuso la pérdida de su hijo de 21 años. La novela llega a España con un cartel inmejorable, más de 80.000 ejemplares vendidos en Francia. "Hay mil razones para encontrar el mundo desesperante, pero no es razón para no intentar ver las cosas felices de la vida". Estas son palabras de Rostain, Estas son las palabras con las que decidió enfrentarse a una página en blanco y escribir un libro mucho tiempo después del fallecimiento de su vástago. "Papá está en el caos de su primera semana de duelo auténtico, cuando las ceremonias ya han concluido y los amigos se han dispersado. La soledad, ahí es donde empieza realmente la muerte. Papá se pasa el día clasificando mis cosas, llorando entre dos llamadas telefónicas, sonándose los mocos copiosamente sin tener ni siquiera el pretexto de la alergia al polvo. Se resigna a tirar mis viejos apuntes de primero y de segundo, después de haber releído meticulosamente esas necedades acumuladas, no resultara que, entre una clase de inglés y una de mates, se me hubiera colado una nota, un dibujo, algún apunte personal que pudiera interpretar como un mensaje…". Con un pudor infinito y una enorme delicadeza, Michel Rostain nos sumerge en los entresijos de un amor absoluto y nos invita a viajar con él a lo largo del duelo más inimaginable y más temible, el de un padre por su único hijo. Un relato desgarrador pero, al mismo tiempo, cargado de humor y que transmite, por encima de todo, un apasionante amor por la vida. "Lo he leído seis veces y he llorado en cada ocasión. Y lo más sorprendente es que también me he reído. Y cada vez he sentido una enorme gratitud hacia el autor por habernos hecho sentir la belleza del amor y el modo maravilloso en que nos enriquece, más allá del duelo". Son las palabras de Nancy Huston , autora de Marcas de Nacimiento y La huella del Ángel Traducido al alemán, coreano, holandés, inglés, italiano, japonés, polaco, portugués y taiwanés.

Michel Rostain vive en Arles. Nacido en 1942, director de ópera, estuvo al frente del Quimper Théâtre de Cornouaille desde 1995 hasta 2008. El hijo es su primera novela y está basada en su experiencia personal. Con ella ha logrado un enorme éxito en Francia.

Un canto al amor paternal que una perdida tan grande puede hacer hasta enloquecer.

En los últimos dos meses, han pasado por esta página dos novelas de origen francés, llega ahora una tercera que además se asemeja al gusto y estilo francés por el estilo y el buen hacer. Francia un país relacionado con el buen gusto, con la frase lo bueno siempre está en frascos pequeños, en este caso en una novela muy fácil de leer tanto por su contenido, estilo narrativo, como por su tamaño se le puede asignar este mismo aserto.

Hace ya unos meses en esta misma página ya se reseñó un libro en el que se trataba un tema similar() pero desde un punto de vista distinto pero al fin y al cabo con un mismo fin. A través de una narración en la que se muestra una forma de superar el hecho traumático de la pérdida de un ser querido mostrar las luces y las sombras tanto de esa persona como de la gente que queda aquí. En esta novela Michel Rostain a través de un hecho personal, la pérdida de su hijo, utiliza a este para mostrar los distintos estados por los que va pasando los dolientes para ir interiorizando esta situación. Con un lenguaje sencillo sin caer en la facilidad de llevarnos al extremo en un tema tan sencillo y dado para esto, el autor nos enfrenta cara a cara no ya con la muerte sino con el vacío y las situaciones que genera una muerte traumática y en este caso de un hijo. El ser humano no está “programado” para la pérdida de un descendiente, por orden natural el hijo debe ser quien entierre al padre no al contrario. A partir de aquí nos muestra cómo vamos asimilando esta situación, desde el planteamiento incluso de la culpabilidad, ese sentimiento que arrastramos de tal vez no haber hecho algo que hubiese cambiado la situación y por tanto el desenlace.

En vez de utilizarse el mismo, el autor se propaga en la voz de su hijo, lo hace “vivir” un momento, congela su pensamiento en las páginas que describen esos momentos, es él el protagonista, es su luz la que se apaga y la que el autor intenta dejar incandescente en las letras, palabras, líneas que componen todas y cada una de las páginas del libro. Siempre tendemos a contar y recordar las cosas buenas más que las malas, los buenos momentos antes que aquellos que nos dejan un rastro amargo, pero aquí se van superponiendo tal como ocurre en realidad esas dos situaciones que son las que la vida de verdad desarrolla. Siempre se dice que la persona que fallece se le recuerda por los “buenos hechos”, las circunstancias negativas tienden a diluirse, a olvidarse, a no darles la importancia que realmente tienen, aquí se mezclan tal como es la vida, a través del personaje protagonista que no es otro que el hijo nos muestra las luces y las sombras, todo sin tapujos pero de una forma sencilla, sin tapujos pero a su vez con una delicadeza suprema.

La novela en conjunto es muy recomendable, para las personas muy sensibles seguro que le hace resbalar y limpiar el lagrimal, si algo predomina es el sentimiento que destila cada una de las páginas del libro, se ve que está escrito desde el amor y el deseo de hacer de cada página un monumento al amor paternal, a esa situación que muchas veces olvidamos como hijos de lo que realmente somos para un padre, que no es otra que una parte más de su ser, ese ser al que la muerte “antinatural” de su vástago supone más que una amputación de sus propios miembros.

No todo por desgracia pueden ser parabienes para la novela, primordialmente pasan como protagonistas de la historia el padre (Michel Rostain) y el hijo (Lion), estamos hablando ya realmente de dos adultos, no estamos como en otras historias tratando de la pérdida de un hijo a una edad temprana (realmente qué edad no es temprana para eso), la novela está planteada desde la visión del hijo fallecido viendo lo que va ocurriendo desde su perdida por parte de sus padres, más concretamente desde el punto de vista psicológico en el caso del padre con el siempre sentimiento de culpabilidad. En este caso Lion es un hombre (me niego a darle la visión de un adolescente) de 21 años, estudiante universitario, se asume que a esa edad tanto la visión de la vida, de sus situaciones e incluso el lenguaje ya se va tomando una tonalidad adulta, que en muchísimas ocasiones en el libro parece que estamos ante un adolescente de verdad. También es de pensar desde la visión de un padre que realmente no es consciente en muchísimas ocasiones que ese niño, ese bebe que ha ido viendo crecer, se va desarrollando en edad y como persona, que ha dejado de ser ese niño por el que se levantaba cuando estaba enfermos y desvalido, que es ya un adulto con todas sus consecuencias, es la única razón que encuentro al tratamiento del léxico y la forma de expresarse en algunas situaciones a Lion, la visión del padre-escritor para el cual su hijo no crece, siempre es él bebe que has tenido en tus brazos en el momento culmen del nacimiento, cuando tienes entre tus brazos como dirían algunos la verdadera formula de la eternidad.

Un canto al amor paternal que una perdida tan grande puede hacer hasta enloquecer. 

http://miscriticassobrelibrosleidos.blogspot.com.es/2013/12/el-hijo-de-michel-rostain.html

Muchas gracias.


¡Saludos!

27 diciembre, 2013

El espejo azul – Sandra Ovies

Taria de Nicolás, como de costumbre, nos envió esta reseña a opiniondelibros@gmail.com. Muchas gracias.

Lo mejor de la vida es gratis, Gabriel lo aprendió tal vez demasiado tarde pero supo apreciar esas pequeñas cosas que no tienen precio, que el dinero, la fama y el status son cárceles con barrotes de oro, descubrió lo que significa un nosotros conservando la individualidad de cada uno, se conoció a sí mismo en un lugar mágico pintado en azul y verde, una tierra tan bella que la lluvia se enamoro de ella y las hadas y los duendes la hicieron su hogar, una tierra que fue su morada y todo ello de mano de una desconocida que le hizo comprender que la vida es el presente inmediato endulzado por las pequeñas cosas que nos hacen felices…

Detrás de lo que a simple vista puede parecer una novela romántica Ovies presenta una historia sobre la convivencia entre la vida y la muerte y la búsqueda de autoconocimiento, todo ello eficazmente encauzado a través de la figura de un protagonista que ejerce de espejo de muchas otras personas cuyas vidas aparentemente completas no están sino vacías. La autora hace gala de una delicadeza sutil llevada en volandas con un estilo muy fluido, lo que convierte a El espejo azul en una obra adecuada para todos los públicos. Y tras esa sencillez, que es virtud, el lector encontrará una novela rica en detalles en la que se puede “ver” y sentir con claridad todo cuanto acontece.

La obra de Ovies puede definirse con una frase cargada de literatura e intensa en su mensaje:  “La vida es el presente inmediato endulzado por las pequeñas cosas que nos hacen felices…”. Es la enseñanza, el poso que deja en el lector. Y toda historia con enseñanza está llamada a encumbrarse entre las que no solo entretienen, sino que enriquecen.

Sandra Ovies, nacida en León y residente en Gijón, es titular de un despacho profesional y ejerce como Graduado Social. Pero su gran pasión son los libros.

El espejo azul es su primera novela, una obra cargada de connotaciones personales y enriquecida con los pintorescos paisajes asturianos. Vendiendo esta novela Ovies también colabora con la fundación Theodora, que se encarga de “repartir sonrisas” entre los niños hospitalizados.

Muchas gracias.


¡Saludos!

23 diciembre, 2013

Atrapadioses – Carlos Ezquerra

José Gómez, autor y propietario de http://miscriticassobrelibrosleidos.blogspot.com/ nos envió esta reseña a opiniondelibros@gmail.com. Muchas gracias José.

Un profesor universitario de Matemáticas comienza, de pronto, a sufrir extrañas pesadillas durante las cuales recrea la muerte de personas y animales que nunca antes ha visto. Muy pronto, estas pesadillas pasan a convertirse en una obsesión que le lleva a interesarse por los mitos arcaicos de los pueblos más antiguos. En ellos descubre que, desde la noche de los tiempos, y presente de alguna forma en todos los relatos mitológicos, una misteriosa figura, movida por un afán insaciable de depredación, ataca a ciertos seres humanos hasta acabar originando su muerte.

Marco Herreras (Madrid, 1973) es Ingeniero Aeronáutico y lector «con galones». Siempre se ha interesado por el espacio y la astronáutica, y trabajó durante varios años en el Proyecto Galileo de navegación por satélite global, antes de trabajar en la gestión internacional de infraestructuras aeroportuarias. Ha publicado varios relatos cortos temáticos en las sucesivas ediciones del Premio Espiral Ciencia-Ficción, del editor Juan José Aroz, siendo ganador de su última edición (tema: «China ha despertado») con el relato «La Sed del Dragón». Aunque lee mucha ciencia-ficción y por encima de los clásicos prefiere a algunos autores «hard» como Greg Egan o Charles Stross, lee aún más narrativa general; sus mayores influencias son autores inclasificables, como Neal Stephenson, Maurice G. Dantec, Michel Houellebecq, David Foster Wallace, Georges Pérec, Dino Buzzatti, Alan Moore o William Gibson (algunos de los cuales son considerados autores de ciencia-ficción mientras que otros la han escrito sin que se haya vendido como tal). Atrapadioses es su primera novela, que él define como narrativa de ficción contemporánea con un toque fantástico o de ciencia-ficción.

No todo lo que nos rodea es demostrable por la ciencia siempre queda algo que se nos escapa a nuestra propia compresión.

La Ciencia-Ficción dentro de las distintos géneros literarios que en como todo las personas somos tan aficionadas a realizar, a su vez también creamos subgéneros, en los que la discusión de lo que puede ser más importante en una novela de este estilo. Si el rigor científico, si el autor debe tener la libertad que busque saliéndose del rigor científico para crear una obra.
Aquí el autor no en su estilo pero si crea un aura cercana en la temática a Neil Stephenson (del que se declara el autor seguidor), el uso de las matemáticas y de ciencias que tenemos delante de nuestras narices pero que se salen de nuestros conocimientos. Como base en la novela tenemos un profesor universitario de matemáticas, solitario, un poco lo que ahora daríamos a llamar friki, poco dado a las relaciones sociales, quizás lo que se puede llamar un asocial. Con lo que el protagonista tiene gran parte de las características que relacionaríamos con un matemático no ya tipo sino absorto por las demostraciones matemáticas de diversos problemas que el autor nos va mostrando entre sus páginas. Hasta aquí un tema conocido como es la ciencia ficción y la demostración una vez más que no hace falta llevarnos a un mundo lejano en el tiempo ni en el espacio para montar una novela de este género.

La introducción de la religión de una forma directa, sin ambages tratando un tema tan complicado como es quien creó a quien, si los dioses a los humanos o los humanos a los dioses o que son realmente los dioses. Si algo he dejado muchas veces en mis reseñas es lo poco que me gusta la simpleza del uso de la religión para montar una historia en la que más que la calidad literaria, o ya dejemos atrás el mejor o peor estilo literario el por lo menos ser capaz de entretener con algo interesante al lector, aquí esto si tengo que reconocérselo al autor, el conseguir meter este tema de una forma elegante sin buscar la controversia típica con la que se suele tratar. Los sueños algo que en muchísimas ocasiones nos aterran pero de los que salimos siempre pensando “solo es un sueño” aquí se convierten en realidad, en algo tangible para el protagonista, de lo que no se puede escapar con la “sencillez” del despertar sino que nos acompaña y de los que sentimos sus efectos.

Normalmente los temas esotéricos son tratados con una imagen de locura, dando a entender en muchísimas ocasiones que la gente que cree o estudia estos temas lo hace más por locura sin una base científica y casi como risa. Aquí se nos van planteando como un tema serio a que muchas personas y estudiosos nos van mostrando, además de enseñarnos mitos antiguos que en muchísimas ocasiones son desconocidos para todos nosotros brindándonos la posibilidad de investigar sobre ellos.

El uso de la física y matemáticas que se dan en la historia puede ser de una gran complejidad si se investigan sobre ellos y podría haber dado a una historia mucho más complicada si el autor hubiese sido mucho más prolífico en su desarrollo, una vez más deja el que el lector interesado pueda investigar sobre lo propuesto en la historia, pero sin hacer de ella algo engorroso por desarrollarla más de lo que el autor ha considerado necesario para que sirva para el avance de la historia.

Hasta aquí todo o casi todo ha sido parabienes para la historia, pero quizás el autor en el lenguaje utilizado genera problemas para el acercamiento de un posible nuevo lector, alguien al que la historia que se cuenta en la sinopsis le pueda parecer interesante y le llame la atención, la lectura de este libro se le puede hacer demasiado complicada o densa, es el libro típico del que uno no debe separarse de un diccionario para poder ir haciendo uso de el para muchísimas palabras utilizadas en él, que si bien es verdad que se puede llegar a leer sin buscar ninguna palabra en el diccionario ya que la propia lectura hace que todos o casi todo los términos que podamos no conocer termina teniendo sentido conforme lo leemos. Pero para mi pobre parecer soy de los que piensa que un libro no es mejor por el uso de un vocabulario demasiado complicado, aquí  en un libro no es el sitio para demostrar el gran conocimiento del lenguaje que se pueda tener, si es verdad que tanto lectores como en muchas ocasiones los propios autores estamos haciendo uso de un número muy limitado de palabras, con lo que se están perdiendo muchísimas palabras, pero el uso indiscriminado de esto hace que en muchas ocasiones posibles lectores se puedan echar para atrás y dejar una historia de  lado.

En general estamos ante una historia no sencilla de leer, bastante densa para lo que en muchismas ocasiones nos encontramos dentro de la novela de ciencia ficción, la lucha filosófica que el protagonista tiene contra sus propias creencias, el que un matemático para el cual todo es demostrable se encuentre en una situación en la que las creencias tienen mucha más importancia que lo verificable por cualquier ecuación matemática puede rodear y romper tus esquemas no es sencillo, pero es algo que tenemos a nuestro alrededor y con el que convivimos siempre.

No todo lo que nos rodea es demostrable por la ciencia siempre queda algo que se nos escapa a nuestra propia compresión.

http://miscriticassobrelibrosleidos.blogspot.com.es/2013/12/atrapadioses-de-marco-herreras.html

Muchas gracias.


¡Saludos!

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