KAFKA EN LA ORILLA
HARUKI MURKAMI
Kafka en la orilla es un libro extenso que narra la historia de un
joven de 15 años (Kafka Tamura) que pretende escapar de la maldición de su
padre buscando tomar posesión de su propio destino. En este viaje contará con
la ayuda de diversos personajes que le prestan ayuda, comprensión y un poco de
luz. Paralelamente a esta trama, prácticamente al mismo nivel, se desarrolla la
historia de un anciano con deficiencia mental que actúa como instrumento del
destino interviniendo tangencialmente en la historia principal.
Ambos relatos se combinan
alternativamente en los sucesivos capítulos con la periódica inclusión de
informes médicos, testimonios de declaraciones en el curso de una investigación
oficial, etc., lo que configura un pequeño puzzle cuyas piezas se despliegan
progresivamente en diversas direcciones hasta ir conformando una imagen de
conjunto coherente.
Como primera virtud de la novela
hay que destacar su amenidad dado que, pese a su extensión, se lee con interés
y sin fatiga. Murakami sabe despejar las incógnitas de su historia
progresivamente para mantener el interés del lector. Sin embargo, hay muchos
elementos que pueden resultar discordantes dentro de la tradición novelística
más ortodoxa. Así, el protagonista tiene un alter ego que se le manifiesta en
forma de cuervo y que, en ocasiones, habla por su boca, supliendo su timidez o
indecisión. Hay muchos otros elementos propios de la literatura fantástica,
como la existencia de mundos paralelos comunicados por puertas que se abren o
cierran en función de extrañas circunstancias o actos.
Todos estos ingredientes se
insertan en la novela, de tono realista, como si se tratase de elementos
factibles y reales al estilo de Kafka, que introducía lo incongruente en la
cotidianeidad aunque, en el libro de Murakamo el resultado final no acaba de
funcionar puesto que los aspectos fantásticos no parecen integrarse totalmente
en el tono de la obra y su necesidad parece, cuanto menos, cuestionable.
Kafka en la orilla recoge
infinidad de referencias a la cultura occidental, alejándose su autor del mundo
cultural oriental que le es más propio, probablemente buscando un público más
amplio y una obra más universal. La referencia más inmediata es al mito de
Edipo, con quien se identifica Kafka Tamura y cuyos pasos trata de evitar (no
desvelamos el grado de éxito de su empeño por no estropear la lectura).
Sófocles nos habla del destino como una fuerza superior a la voluntad del
hombre, Murakami somete al protagonista a una prueba similar pero no acaba de
desvelar la causa de la maldición Por otro lado, el protagonista del final de
la novela no parece muy diferente del de las primeras páginas en cuanto a
sabiduría (aunque el autor pretenda hacerlo parecer) o experiencia.
Las referencias continúan por
toda la novela y referidas a cualquier disciplina artística. Beethoven y su
Trío del Archiduque o la Sonata 17 para piano de Schubert reciben extensos
comentarios elogiosos por parte de dos personajes. El cine francés de Truffaut
(Los 400 golpes) también recibe sus respectivos elogios si bien, es la
literatura la que cuenta, como es natural, con un mayor número de referencias.
Desde Yeats y sus versos sobre la responsabilidad a Eurípides (Casandra). Kafka
es una referencia continua como se ha indicado. Para empezar, Kafka en alemán
significa cuervo (nombre del espíritu que acompaña a Tamura), Kafka era
reservado y misterioso como lo es el joven prometido de la señora Saeki de
quien se enamora el protagonista, y como los personajes del checo, vaga en
busca de un sentido para su existencia en un mundo que apenas alcanza a
comprender.
Sin embargo, las referencia a
grandes personajes históricos o a su pensamiento no dotan por sí mismas a un
texto de sentido ni le transfieren su profundidad. Igualmente, las metafísicas
reflexiones entre Tamura y el amigo que más le apoya en toda la novela (otro
adolescente de sexualidad y biología confusa) parecen impropias de su edad
-revelan un conocimiento enciclopédico de la literatura, filosofía, historia,
etc, de imposible dominio a tan corta edad- y, en cualquier caso, no siempre se
revelan como necesarias, antes bien, en la mayoría de los casos resultan
reflexiones forzadas y carentes de interés para el desarrollo de la historia.
Es decir, bajo una fachada de grave reflexión y profundidad, al rascar,
descubrimos con asombro un pavoroso vacío.
Por último, y pese a que la
novela versa sobre el conocimiento de uno mismo, y a que los personajes se
plantean continuamente este asunto (aplicado a sí mismos o a otros personajes),
sus personalidades y su concepción del mundo no parece variar sustancialmente,
ni como fruto de la experiencia ni como consecuencia de su continua reflexión.
Ni siquiera el protagonista, que vive una experiencia traumática, parece haber
alcanzado un mayor nivel de comprensión (o al menos considero que Murakami no
ha sabido plasmarlo adecuadamente)
El personaje más vivo, el único
que realmente parece adecuar su vida y su pensamiento a aquello que sucede a su
alrededor es Hoshino, un joven camionero que ayuda a Nakata (el anciano
deficiente que habla con gatos). Hoshimo acerca a Nakata a su ciudad de destino
a bordo del camión que conduce pero acaba dejando su trabajo para adentrarse en
un mundo que le es desconocido -personajes irreales que le dan instrucciones
sobre cómo abrir y cerrar puertas que comunican este mundo con otros, objetos
que llueven del cielo, ...- con plena aceptación. Su receptividad se expande y
comienza a apreciar la música clásica, los libros, el cine en blanco y negro,
aceptando sus propios sentimientos, en definitiva, crece como persona (y como
personaje de la novela) replanteándose su vida y asumiendo un profundo cambio.
La última página de Kafka en la
orilla se vuelve con un sabor agridulce. De una parte se disfruta de la
lectura, tremendamente seductora y amena, por otro lado, se aprecia que el
esfuerzo del autor por crear un mundo complejo, sutil, de elevada reflexión, ha
quedado a medio camino. Quizá la próxima vez veamos satisfechas todas nuestras
expectativas.
GWW
KAFKA EN LA ORILLA
HARUKI MURAKAMI,
TUSQUETS EDITORES, 2008
ISBN 9788483835241