ENTREVISTA A AMANDO
LACUEVA
Autor de la novela La guerra del francés, La marca del traidor
Entrevista realizada por
Galaico, publicada anteriormente en Melibro.com
Amando Lacueva (Hellín,
1960) es asesor fiscal en la Agencia Tributaria de Tarragona. Estudió Peritaje
Mercantil en la Escuela de Altos Estudios Mercantiles de Barcelona. Pertenece a
diversos grupos de escritores y participa activamente en varios foros
literarios. Su primera novela, publicada en 2008, El triángulo vikingo (Mundos
Épicos Grupo Editorial), es de corte fantástico y trata sobre las
deidades nórdicas y actualmente ya va por la segunda edición. En 2009, Hera
Ediciones publica su segunda novela, El sexo sol, obra de ciencia ficción que
trata sobre las profecías mayas. Este año verán la luz su poemario “En carne
viva” y su cuarta novela “Red final”.
Galaico: Le agradezco que me
dedique un momento de su tiempo para esta pequeña
entrevista:
1-Le felicito por el éxito que parece va teniendo La guerra
del francés. La editorial ya está preparando una segunda edición.
AL.-Esas son las últimas noticias que
he recibido recientemente de la editorial. Todo apunta a que el
distribuidor solicita más ejemplares y éstos parece ser que se han agotado.
2-Uno de los supervivientes de esa barbarie cometida por
Suchet contra la población, dice, en la introducción “que Tarragona y sus
héroes claman un lugar en la Historia de esta patria desagradecida”. Entiendo
que esta novela es un canto a la Memoria Histórica de los que dieron su vida
defendiendo la ciudad hasta el último suspiro, a pesar de que sabían cuál era
su fin.
AL.- Cierto. Suchet envió varios
emisarios para que el gobernador, el general Juan Sénen de Contreras, entregara
las llaves de la ciudad abaluartada, pero ni él ni el comandante en jefe de
Cataluña, Luis González de Aguilar, el marqués de Campoverde, después de lo
sucedido en Tortosa con el conde Alacha, tenían en mente entregarla. Resistir
hasta morir, esa era la consigna, tal y como rezaba el lema de los migueletes
de la ciudad “vencer o morir”.
Muchos pudieron huir antes del asalto, incluso la dotación del ejército regular
encargada de su defensa, elaboró un plan de fuga, pues sabían que sucumbirían
ante los tropas imperiales, pero aún así, conociendo el final que les esperaba,
la mayoría de la población, las milicias urbanas y los somatenes, prefirieron
la muerte
3- Me llama la atención que, pese a los crímenes horrendos
cometidos contra la población, casi diezmada ese fatídico día, he visto que se
celebró en los días 24 y 25 de junio de este año el 2º Centenario de la toma de
Tarragona por el sanguinario Suchet. Contradictorio ¿no?. Lo digo porque ante
tal masacre no habría lugar a ninguna celebración.
AL.-Realmente lo que se celebró fue una
conmemoración coincidiendo con el segundo centenario, para rendir homenaje a la
memoria de los héroes que defendieron la plaza. No hubo celebraciones, pero sí
actos que honraban las víctimas masacradas en el cobarde y brutal asalto
perpetrado por las tropas al mando del general, luego mariscal, Louis Gabriel
Suchet, Como ve, nada tiene de contradictorio, pues no fueron días de fiesta,
al contrario, se realizaron diferentes conferencias, tertulias, exposiciones en
numerosos museos de la ciudad, y actos de homenaje.
4-¿Por qué se ocultó tanto tiempo lo sucedido?. ¿Quedaba alguien
tan mal parado si salía a la luz pública todo lo que pasó hasta el asalto
final.
AL.-Es un poco largo de explicar y yo
lo único que puedo hacer es comentarte mis impresiones, fruto de la
investigación de casi dos años entre manuscritos y bibliotecas. Todo apunta a
que el comandante en Jefe de Cataluña, el marqués de Campoverde, no deseaba
pasar a la historia como el general que había rendido la plaza ante las tropas
Bonapartistas, y menos, después de que el conde Alacha entregara Tortosa. Hay
que tener presente, que Tarragona era el último baluarte de Cataluña que no
estaba en manos francesas. Todos conocías la importancia de la ciudad, pues
disponía de puerto, custodiado por la armada inglesa y se encontraba en un
lugar estratégico, dado que impedía que Suchet avanzara hasta Valencia. El
marqués, se pavoneaba por las calles de la ciudad diciendo a los vecinos a voz
en grito, que Tarragona nunca sería entregada. Luego parece ser que se dio
cuenta que no podía presentar batalla al mejor ejército del mundo, que en
aquellos momentos reunió unas tropas para el asedio superiores a 30.000
hombres. Tanto el ejército regular, que desapareció con burdos pretextos, como
el ejército imperial, tienen mucho que callar y esconder, unos, por cobardes y
abandonar la plaza dejando a sus habitantes a su suerte, los otros, por las
atrocidades y barbarie cometidas. No me extraña que nada de esto aparezca en
los libros de historia. Es una vergüenza para ambos ejércitos. Solo apuntar que
el marqués de Campoverde, fue juzgado por sus actos en Valencia tres años más
tarde.
5-¿Hay alguna teoría, por lo que se deduce de la novela, de
que hubo alguien o algún cúmulo de circunstancias que allanó la entrada de los
franceses en la ciudad?
AL.-Existen muchas pruebas documentadas
de que Tarragona fue traicionada y vendida al ejército de Bonaparte. Desde
oficios de la Junta Superior de Cataluña, instando al gobernador a que buscara
a los conspiradores y espías (algo que sabían muy bien pues tenían un agente de
inteligencia en Paris que les había informado), como por la pérdida de
diferentes fuertes exteriores que hablan de traición. Te podría enumerar muchos
sucesos: como que el fuerte de la Oliva, una construcción exterior que costó
40M de reales de la época, con una dotación de 1200 hombres y 50 cañones de
grueso calibre, fue tomado por la misma puerta de entrada al baluarte, dado que
los franceses penetraron dando el santo y seña correctos. No obstante, el día
anterior la ciudad apareció empapelada de folletos indicando el día y hora del
cambio de retén. Esa es solo una muestra, luego podemos seguir con el
bochornoso comportamiento de los defensores del arrabal (La ciudad baja), que
se embarcaron y dejaron las murallas libres para que los franceses penetraran.
O igualmente, el enorme problema que hubo con los rastrillos de las murallas,
que todos se encontraban abiertos en el momento del asalto, lo que provocó que
los defensores fueran sorprendidos por la espalda. No acabaría de relatar
hechos de traición.
6-La Guerra de la Independencia fue una guerra en la que
tuvo un papel importante el pueblo: por un lado la guerrilla que hostigaba al
invasor y por otro personas anónimas que forjaron leyendas, tras salvar a
pueblos y ciudades del invasor con sus heroicas actuaciones. Sin embargo no
sabemos si en Tarragona hubo alguien a quien destacar por su valentía.
AL- En mi novela tengo como personajes
secundarios a dos héroes de la ciudad, que combatieron valientemente. Uno es el
teniente de migueletes Joaquín Fábregas, y el otro, una mujer, conocida por La
Rosa, o la calesera de la Rambla. Ambos personajes de mi obra están basados en
la vida de ambos, que por suerte, sobrevivieron al asalto.
7-Ya metiéndonos algo más en el libro, al leerlo, realmente
parece que uno se remonta al año 1811. Uno se hace a la idea de cómo era
la vida de aquellas gentes, sus vestimentas, el ambiente en las tabernas, la
vida cotidiana que se procuraba llevar pese a todo. ¿Costó mucho trabajo
documentarse para acercarnos a ese año y que el lector se sintiera un personaje
más de la obra?.
AL-Realmente ha representado un duro
trabajo. Escribir una línea, en ocasiones representaba estudiar una veintena de
manuscritos durante un mes para dotar al escenario de la mayor realidad
posible. Desde buscar vocablos en desuso, hasta los juegos de los críos,
pasando por las vestimentas de la época, las costumbres de los habitantes de la
ciudad, la construcción de las viviendas, el mobiliario, las gentes que
frecuentaban los figones, y un largo etcétera. Sin embargo el tiempo dedicado a
la ambientación mereció la pena, pues creo que ha sido un gran logro, por lo
menos, esos dicen muchos de mis lectores, que han quedado fascinados por la
recreación de la cotidianidad de hace dos siglos.
8-Pese al carácter coral de la novela uno llega a sentir
empatía por los personajes, ya fuesen de los llamados buenos o de los malos. El
Jerezano, Ixart, el bueno y a la vez bruto de Mingo Prats. En fin, una larga
relación de personajes pero muy bien dibujados sus rasgos. Trazar sus
personalidades no debió ser una tarea fácil. Lo digo, además, por el equilibrio
que veo en todos o casi todos ellos.
AL.-Cada escritor tiene su técnica. Yo
estoy acostumbrado a construir una ficha de cada personaje, destacando sus
rasgos físicos, sicológicos y sociológicos, lo que me permite mantener el
perfil del mismo durante toda la obra. Lo que realmente trabajo, es su perfil
sicológico. Me gusta que los personajes tengan vida propia y que se distingan
por su comportamiento, luego que cada uno se imagine el físico que desee, pero
lo trascendental es que mantengan una misma conducta ante diferentes
situaciones y que el lector los pueda distinguir perfectamente por su forma de
ser, por su forma de vestir y en último lugar, por su físico.
9-¿Hay algún personaje de La guerra del francés que tenga
algo de usted?
AL.-Todos tienen algo de mí, yo creo
que el autor es todos sus personajes, y desde luego, esta pregunta merece un
extenso debate entre autores, pensadores y filósofos. Sin dudarlo, todos nacen
del autor e imprimes algo tuyo en cada uno de ellos.
10-Al final de su novela viene una extensa bibliografía. Es
una historia novelada, desde luego, pero casi se podría tomar como un ensayo.
¿Se podría decir que es una novela testimonio?
AL.-Está basada en diferentes crónicas,
diarios de personas que sobrevivieron al asalto y un largo etc. Como ves, tengo
dos narradores, uno en primera persona como testigo protagonista y el otro
omnisciente, sí, sin duda pretende ser un testimonio de lo sucedido.
11-Este año salen a la luz dos obras suyas: un poemario y
una novela de corte distinto. ¿La siguiente será una novela histórica o con
esta se acabó su aventura en este campo?
AL.-Me gustó haber trabajado con el
género histórico. Me he sentido cómodo y satisfecho. He disfrutado construyendo
la obra, trabajando los detalles más ínfimos e intentando ser riguroso. Ha sido
la primera, cierto, pero sin duda no va a ser la última, de hecho estoy
trabajando en algo que verá la luz en 2013, y naturalmente, es histórica.
Muchísimas gracias por su atención en
nombre de Melibro
y Opinion de libros, seguiremos al corriente de sus éxitos.
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