Mi poesía publicada en papel en México se reduce a dos
poemas en postal que miCielo ediciones, de la poeta y editora Mónica González
Velázquez, ha tenido a bien editar, en diciembre de 2010, como anticipo de un
libro objeto que tiene previsto publicar a comienzos de 2011 con una serie de
diez poemas que, bajo el título “Aceitunas negras”, será, junto a éste “Creo en
los milagros” mi presentación en libro individual en América. Ciertamente que
nunca supuse que llegar a México iba a propiciar lo que siempre procrastiné:
mostrar mi obra, y de esta manera.
Mis ambiciones nunca fueron por ahí, por publicar y el
mundo literario. Ahora ya no pienso lo mismo y, a luz de lo que veo, puede que,
incluso, sea el momento. Mónica Gameros, excelente poeta y apasionada y lúcida
editora, me da ahora la oportunidad de publicar este libro. Cuando me expuso su
intención de editarme, me planteé varias opciones, pero ninguna me sedujo tanto
como recopilar esta antología que salda las deudas que para con mi obra
indudablemente tengo. Y lo cierto es que la oportunidad que Mónica me brinda me
hace creer más que nunca en los milagros.
Manuel Pérez-Petit. México,
D.F., enero de 2011.
A
modo de saludo y prólogo, Manuel Pérez Petit es un personaje atípico. Poeta
antes que nada, pero también animador cultural, un hombre de insaciable
curiosidad y vasta cultura, de muchas lecturas pero también de muchas músicas y
artes, con una irrefrenable tentación por la vanguardia allí donde esté
naciendo, pero con esa pulsión clásica que deja que el idioma respire por los
metros de la memoria. De esas dos tendencias del alma, que en él no son
contradictorias, hay cumplida muestra en el libro que hoy tengo el honor de
prologar. Y que, antes que nada, hay que decir que es un libro de amor.
Le
conocí hace varios años, quizá cinco, quizá seis –el tiempo pasa deprisa,
Manuel, y deja descolocadas las fechas- a poco de instalarme en el madrileño
Barrio de las Letras. Allí regentaba Manuel una tertulia interartística,
interdisciplinar, y allí tuve noticia de sus versos caudalosos. En aquel
ambiente fraternal y, hay que decirlo, un poco bohemio. Luego me ha ido
teniendo al día de sus trabajos, pese a la distancia que ha querido establecer,
con el Océano por medio, y gracias a las nuevas tecnologías, de cuya magnitud y
belleza en el mundo del arte es convencido apóstol. Porque Manuel ha querido
exilarse a México, haciendo el viaje inverso al mío, cruzando el mismo mar, yo
de Argentina a España, él de Madrid a México, en este su segundo exilio. Su
ciudad natal, Sevilla, aparecerá a menudo en Creo en los milagros, en forma de
frutas, de aromas, de músicas, y hasta de esa vocación marina que tiene la que
fue puerto mayor de Andalucía, aunque lo fuera de río. Pero cuando su poesía
piensa el exilio, que es uno de sus grandes temas, algo nos hace saber que está
hablando de una categoría metafísica, del estar fuera de sí que muestra una
vena mística sutil pero omnipresente.
Porque
la patria del poeta es la lengua. La patria del poeta es la poesía. Y sobre ese
quehacer que es un don, reflexiona Pérez Petit dentro de los propios poemas: la
modernidad lo exige. Exige ese constante pensamiento en torno a la lengua, en
torno a la forma, en torno a la expresión poética.
No
sólo cuando hace metapoesía: también cuando juega con el verso y con la
tipografía, cuando diluye las líneas o cuando llega al versículo, cuando se
deja llevar por los ritmos endecasilábicos, por ejemplo, o fuerza las rimas
tradicionales en medio de poemas rigurosamente blancos…. Nada está dejado al
azar. Y todo conviene al tema al que me referí al principio: el amor, cuyos movimientos
a juego con la muerte, persigue el poeta como columna vertebral de su
producción. Desde el amor, la muerte, el exilio, la paternidad, el desengaño,
la soledad…. Desde el amor, el mar, algo más que naturaleza y también
naturaleza. Y el paisaje, y las tierras y la tierra.
Es
este un libro complejo que reúne textos de distintas series, escritos por el
poeta de 1985 a hoy, seleccionados entre una producción envidiablemente amplia.
Vaya mi saludo a Creo en los milagros, con mis mejores votos: estoy seguro de
que será digna presentación en tierras mexicanas, y que será sólo el primero.
Marcos-Ricardo
Barnatán. Madrid, Enero de 2011.
Manuel Pérez-Petit. (Sevilla, España 1967). Actualmente
vive en la Ciudad de México. Escritor y gestor cultural. Miembro de la
organización de la Plataforma de Artistas Chilango Andaluces y colaborador de
las revistas Migala, Grietas, Indie Food y Morvoz, así como de las editoriales
Paralelo 21, Hyper Versos y Morvoz, ha sido también director de Relaciones
Públicas de la Fundación Leo Matiz y del Festival Cuenteros y Cuentistas,
director de la “TertuLía de los Doce” y del Círculo Andaluz de Opinión Platero,
director Editorial de la División de Internet de Intereconomía, director de
Opinión de Orange España, subdirector de la revista Quinta Estación, redactor
jefe de la revista LEC y adjunto a la Presidencia del Instituto Europeo de
Marketing, Comunicación y Publicidad, entre otros puestos de responsabilidad.
Licenciado en Ciencias de la Información con estudios de Historia del Arte,
Literatura comparada y Gestión cultural, dirige desde hace seis años Sediento,
productora, promotora, editora y programadora de arte y eventos culturales y
literarios. En diciembre de 2010 prologó y publicó en Miami, Florida, EUA, un
portafolio con una selección suya de la obra del fotógrafo Leo Matiz, “Paris
Eternel: Feux de la Liberté 1944” (Fundación Leo Matiz y Fundación Saludarte
para Ideobox Artspace) y en marzo de 2011 ha prologado “El Mirón de la ventana
no vio nada”, primera novela del escritor y poeta mexicano Tonatihu Mercado. Ha
publicado los siguientes libros individuales: Creo en los milagros, antología
personal 1985-2009 (Cascada de palabras, cartonera, México D.F., 2011),
Aceitunas negras (miCielo ediciones, México D.F., 2011), Poesía en tres
dimensiones (Madrid, España, 2004), El desierto (Sevilla, España, 1996), 5
poemas (Pamplona, España, 1990) y Viaje a Roma (Sevilla, España, 1984).
Asimismo, su obra ha aparecido en diversas antologías y compilaciones, como
Garage 69 (Cascada de palabras, cartonera, México D.F, 2010), 200 años, 200
mexicanos (Edit. Paralelo 21, México D.F., 2010), Historia Literaria de
Navarra. El siglo XX, Poesía y Teatro (Gobierno de Navarra, Pamplona, España,
2004), Anuario Las Provincias 1999 (Edit. Federico Domenech, Valencia, España,
2000), Actas del I Congreso Cultura Europea (Edit. Aranzadi, Pamplona, España,
1992) o Primera claridad (M.P.-P. editor, Pamplona, España, 1990), y ha sido
merecedora de los premios nacional Amantes de Teruel (1995), Periodismo de la
Unav (1991), iberoamericano Ruta de la Plata (1991), internacional Cáceres
patrimonio mundial (finalista, 1991) o Poesía de la Unav (1989 y 1990).
Muchas gracias.
¡Saludos!