28 abril, 2014

Creo en los milagros – Manuel Pérez-Petit

Manuel Pérez-Petit nos envió este post a opiniondelibros@gmail.com. Muchas gracias Manuel.

Mi poesía publicada en papel en México se reduce a dos poemas en postal que miCielo ediciones, de la poeta y editora Mónica González Velázquez, ha tenido a bien editar, en diciembre de 2010, como anticipo de un libro objeto que tiene previsto publicar a comienzos de 2011 con una serie de diez poemas que, bajo el título “Aceitunas negras”, será, junto a éste “Creo en los milagros” mi presentación en libro individual en América. Ciertamente que nunca supuse que llegar a México iba a propiciar lo que siempre procrastiné: mostrar mi obra, y de esta manera.

Mis ambiciones nunca fueron por ahí, por publicar y el mundo literario. Ahora ya no pienso lo mismo y, a luz de lo que veo, puede que, incluso, sea el momento. Mónica Gameros, excelente poeta y apasionada y lúcida editora, me da ahora la oportunidad de publicar este libro. Cuando me expuso su intención de editarme, me planteé varias opciones, pero ninguna me sedujo tanto como recopilar esta antología que salda las deudas que para con mi obra indudablemente tengo. Y lo cierto es que la oportunidad que Mónica me brinda me hace creer más que nunca en los milagros.

Manuel Pérez-Petit. México, D.F., enero de 2011.

A modo de saludo y prólogo, Manuel Pérez Petit es un personaje atípico. Poeta antes que nada, pero también animador cultural, un hombre de insaciable curiosidad y vasta cultura, de muchas lecturas pero también de muchas músicas y artes, con una irrefrenable tentación por la vanguardia allí donde esté naciendo, pero con esa pulsión clásica que deja que el idioma respire por los metros de la memoria. De esas dos tendencias del alma, que en él no son contradictorias, hay cumplida muestra en el libro que hoy tengo el honor de prologar. Y que, antes que nada, hay que decir que es un libro de amor.

Le conocí hace varios años, quizá cinco, quizá seis –el tiempo pasa deprisa, Manuel, y deja descolocadas las fechas- a poco de instalarme en el madrileño Barrio de las Letras. Allí regentaba Manuel una tertulia interartística, interdisciplinar, y allí tuve noticia de sus versos caudalosos. En aquel ambiente fraternal y, hay que decirlo, un poco bohemio. Luego me ha ido teniendo al día de sus trabajos, pese a la distancia que ha querido establecer, con el Océano por medio, y gracias a las nuevas tecnologías, de cuya magnitud y belleza en el mundo del arte es convencido apóstol. Porque Manuel ha querido exilarse a México, haciendo el viaje inverso al mío, cruzando el mismo mar, yo de Argentina a España, él de Madrid a México, en este su segundo exilio. Su ciudad natal, Sevilla, aparecerá a menudo en Creo en los milagros, en forma de frutas, de aromas, de músicas, y hasta de esa vocación marina que tiene la que fue puerto mayor de Andalucía, aunque lo fuera de río. Pero cuando su poesía piensa el exilio, que es uno de sus grandes temas, algo nos hace saber que está hablando de una categoría metafísica, del estar fuera de sí que muestra una vena mística sutil pero omnipresente.

Porque la patria del poeta es la lengua. La patria del poeta es la poesía. Y sobre ese quehacer que es un don, reflexiona Pérez Petit dentro de los propios poemas: la modernidad lo exige. Exige ese constante pensamiento en torno a la lengua, en torno a la forma, en torno a la expresión poética.

No sólo cuando hace metapoesía: también cuando juega con el verso y con la tipografía, cuando diluye las líneas o cuando llega al versículo, cuando se deja llevar por los ritmos endecasilábicos, por ejemplo, o fuerza las rimas tradicionales en medio de poemas rigurosamente blancos…. Nada está dejado al azar. Y todo conviene al tema al que me referí al principio: el amor, cuyos movimientos a juego con la muerte, persigue el poeta como columna vertebral de su producción. Desde el amor, la muerte, el exilio, la paternidad, el desengaño, la soledad…. Desde el amor, el mar, algo más que naturaleza y también naturaleza. Y el paisaje, y las tierras y la tierra.

Es este un libro complejo que reúne textos de distintas series, escritos por el poeta de 1985 a hoy, seleccionados entre una producción envidiablemente amplia. Vaya mi saludo a Creo en los milagros, con mis mejores votos: estoy seguro de que será digna presentación en tierras mexicanas, y que será sólo el primero.

Marcos-Ricardo Barnatán. Madrid, Enero de 2011.

Manuel Pérez-Petit. (Sevilla, España 1967). Actualmente vive en la Ciudad de México. Escritor y gestor cultural. Miembro de la organización de la Plataforma de Artistas Chilango Andaluces y colaborador de las revistas Migala, Grietas, Indie Food y Morvoz, así como de las editoriales Paralelo 21, Hyper Versos y Morvoz, ha sido también director de Relaciones Públicas de la Fundación Leo Matiz y del Festival Cuenteros y Cuentistas, director de la “TertuLía de los Doce” y del Círculo Andaluz de Opinión Platero, director Editorial de la División de Internet de Intereconomía, director de Opinión de Orange España, subdirector de la revista Quinta Estación, redactor jefe de la revista LEC y adjunto a la Presidencia del Instituto Europeo de Marketing, Comunicación y Publicidad, entre otros puestos de responsabilidad. Licenciado en Ciencias de la Información con estudios de Historia del Arte, Literatura comparada y Gestión cultural, dirige desde hace seis años Sediento, productora, promotora, editora y programadora de arte y eventos culturales y literarios. En diciembre de 2010 prologó y publicó en Miami, Florida, EUA, un portafolio con una selección suya de la obra del fotógrafo Leo Matiz, “Paris Eternel: Feux de la Liberté 1944” (Fundación Leo Matiz y Fundación Saludarte para Ideobox Artspace) y en marzo de 2011 ha prologado “El Mirón de la ventana no vio nada”, primera novela del escritor y poeta mexicano Tonatihu Mercado. Ha publicado los siguientes libros individuales: Creo en los milagros, antología personal 1985-2009 (Cascada de palabras, cartonera, México D.F., 2011), Aceitunas negras (miCielo ediciones, México D.F., 2011), Poesía en tres dimensiones (Madrid, España, 2004), El desierto (Sevilla, España, 1996), 5 poemas (Pamplona, España, 1990) y Viaje a Roma (Sevilla, España, 1984). Asimismo, su obra ha aparecido en diversas antologías y compilaciones, como Garage 69 (Cascada de palabras, cartonera, México D.F, 2010), 200 años, 200 mexicanos (Edit. Paralelo 21, México D.F., 2010), Historia Literaria de Navarra. El siglo XX, Poesía y Teatro (Gobierno de Navarra, Pamplona, España, 2004), Anuario Las Provincias 1999 (Edit. Federico Domenech, Valencia, España, 2000), Actas del I Congreso Cultura Europea (Edit. Aranzadi, Pamplona, España, 1992) o Primera claridad (M.P.-P. editor, Pamplona, España, 1990), y ha sido merecedora de los premios nacional Amantes de Teruel (1995), Periodismo de la Unav (1991), iberoamericano Ruta de la Plata (1991), internacional Cáceres patrimonio mundial (finalista, 1991) o Poesía de la Unav (1989 y 1990).

Muchas gracias.                                

¡Saludos!

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