José
Gómez, autor y propietario de http://miscriticassobrelibrosleidos.blogspot.com/ nos envió esta reseña a
opiniondelibros@gmail.com. Muchas gracias José.
El
maestro del prado y las pinturas proféticas, de Javier Sierra,
autor de obras como Roswell:
secreto de estado o Las puertas
templarias, es una novela negra con
la que descubriremos de la mano de su autor los secretos que se ocultan tras
las pinturas más importantes del Museo del Prado. Javier Sierra es el
único autor español contemporáneo que ha logrado situar sus novelas en el top
ten de los libros más vendidos en Estados Unidos. Sus obras se traducen a más
de cuarenta idiomas y son fuente de inspiración para muchos lectores que buscan
algo más que entretenimiento en un relato de intriga. Formado en el mundo del
periodismo –fue director de la revista Más Allá de la Ciencia durante siete
años, además de presentador y director de espacios en radio y televisión-,
ahora invierte su tiempo en investigar arcanos de la Historia y escribir sobre
ellos.
Al
más puro estilo de los relatos de enigmas de Javier Sierra. El
maestro del Prado presenta un apasionante recorrido por las historias más
desconocidas y secretas de una de las pinacotecas más importantes del mundo, el
Museo del Prado. Una historia fascinante de cómo un aprendiz de escritor
aprendió a mirar cuadros y a entender unos mensajes ocultos que difieren de la
ortodoxia de la Iglesia católica, una institución que en el Renacimiento era visto
más como opresores que como espiritual. Una nueva obra que entusiasmará a los
miles de seguidores de Javier Sierra.
Javier
Sierra (Teruel, 1971) es el único autor español contemporáneo que ha logrado
situar sus novelas en el top ten de los libros más vendidos en Estados Unidos.
Sus obras se traducen a más de cuarenta idiomas y son fuente de inspiración
para muchos lectores que buscan algo más que entretenimiento en un relato
de intriga. Formado en el mundo del periodismo –fue director de la revista Más
Allá de la Ciencia durante siete años, además de presentador y director de
espacios en radio y televisión-, ahora invierte su tiempo en investigar arcanos
de la Historia y escribir sobre ellos. En su haber figuran títulos como La cena
secreta (publicado en 42 países), La dama azul (editado en otros 20), La ruta
prohibida, En busca de la Edad de Oro, Las puertas templarias, Roswell: Secreto
de Estado, La España extraña o El secreto egipcio de Napoleón.
Una
obra pictórica con trazos litográficos.
Si
una palabra puede definir la sensación que te queda después de finalizar la
lectura de esta historia es la de
desconcierto, la narración con la que hemos batallado en algunas ocasiones y en
otras muchas disfrutado. Al final nos deja esta sensación, una sensación contradictoria,
con la pena de que no has terminado de disfrutar todo lo que se promete en
parte del desarrollo y que luego no llega a cuajar como se indicará más
adelante.
No
es una historia que te va a dejar indiferente en relación a la valoración que
se pueda hacer de la lectura, por una parte se puede diferenciar en dos
vertientes muy acusadas esta evaluación, por un lado podemos valorar el nivel
literario de la novela y por otro el nivel de conocimiento y la capacidad que tenga
para despertar nuestra curiosidad por el saber e investigar sobre lo que el
autor simplemente ha dado como un atisbo para que seamos los suficientemente
autodidácticos para intentar penetrar no en la historia en sí, ya que como
ficción es imposible pero si interesarnos por esa intrahistoria que es
realmente lo que para mi opinión quiere dejarnos el autor.
Habiendo
leído anteriormente algunas novelas de este autor (la dama azul por ejemplo),
me sorprende totalmente el cambio de estilo narrativo que no de contenido,
sigue con lo esotérico y oculto, intentando dar luz a aquello que para la gran
parte de nosotros son temas o que no nos interesan o que realmente no vemos
como suficientemente importantes para cautivarnos. Siendo sincero, comencé esta
novela sin ni siquiera haber leído la sinopsis, lo que me llamó la atención y
me intereso para comenzar su lectura fue su título, El Prado la más importante
pinacoteca de España, con muchísimos secretos (cuadros que no se encuentran
expuestos) y muchas historias que narrar por los cuadros que se encuentran no
solo en sus salas sino en sus sótanos. ¿Por qué no empezar a leerla?, que
podría contar el autor sobre ella, que sería capaz de imaginar para
interesarnos por lo que hay dentro del museo.
Javier
Sierra nos muestra el arte en el renacimiento no desde el punto de vista
simplemente estético con el que lo vemos actualmente sino también desde un
punto de vista didáctico en el que en una época donde la gran mayoría de la
población no tiene un nivel cultural que les permita ni leer y en el que
incluso no esta permitida la impresión de la biblia en un lenguaje “común”, el
arte se utiliza en las iglesias para mostrar lo que está escrito y en muchos
caso tal como plantea el autor para ocultar ideas que se consideraban perniciosas
en esos momentos. Un tema que nos puede resultar muy común y demasiadas veces
repetido en numerosas novelas, pero aquí el desarrollo no toma partido por
ninguna parte sino muestra la situación y las distintas corrientes religiosas
que existían dentro del “catolicismo” sin decir que una era la mala y el resto
las buenas ni viceversa, como todo en la
vida, incluso en la actualidad las situaciones casi siempre termina llevando la
razón la tenga realmente o no el más fuerte. Al ir utilizando este argumento el
autor no solo nos cuenta lo que quiere o se pueda pensar que quiere decir un
cuadro a partir de su concepción sino nos muestra el arte, nos invita no solo a
mirar con los ojos la pintura que podemos tener en frente sino a intentar
averiguar en qué época y bajo que posibles prismas tanto históricos como
racionales pudo ser pintada e intentar ver más allá de lo que en muchas veces
somos capaces de ver que es solamente lo que tenemos delante de nuestras
narices, nos invita a ser autodidactas a no conformarnos, a intentar averiguar
en una palabra a pensar.
Literariamente
ya nos encontramos en otra situación la historia jamás llega a contentar al
lector que se embarca en un libro simplemente para relajarse, no se conecta en
ningún momento, no hay una cohesión que haga que el lector se pueda ver dentro
de la historia y con ganas de continuarla, es aquí donde queda lo dicho al
principio, del problema de desconcierto con la valoración que se le pueda dar
finalmente al libro, si como punto positivo tenemos todo lo anterior como
negativo la historia que la engloba. De una forma novelando una posible
situación autobiográfica del propio autor nos embarca en la historia pero poco
a poco el posible suspense que se ha creado se va destruyendo, no es capaz de
ir hilvanándose a través de los capítulos para que el lector quiera conocer el
final (lo peor) sino que y eso si hay que reconocérselo a pesar de la gran
cantidad de datos que se van suministrando página tras paginas no llega a
aburrir sino que sirve o puede servir de acicate a investigar sobre el
renacimiento y no solo sus autores sino el conjunto de una sociedad en muchos
casos desconocida.
Una
obra pictórica con trazos litográficos.
http://miscriticassobrelibrosleidos.blogspot.com.es/2013/12/el-maestro-del-prado-de-javier-sierra.html
Muchas
gracias.
¡Saludos!