Tengo que
confesar que compré este libro con mucha bronca y sed de venganza, o de
conformar mi necesidad de estar en lo cierto. La cuestión que visitamos el
Cerro de La Gloria con unos amigos que hicimos a la Provincia de Mendoza,
tierra del sol y del buen vino (no es por el slogan, realmente estoy convencido
de que es así). Mis amigos, que eran extranjeros, estaban muy interesados en el
patrimonio cultural e histórico de dicho lugar. La cuestión es que visitábamos
el monumento en el Cerro de La Gloria, en el Parque General San Martín, que te
recomiendo visitar si no lo conocés, cuando yo iba relatando ciertos
acontecimientos de la historia argentina que no me enseñaron en la escuela,
sino que los aprendí en la universidad.
Para hacer este
relato más corto sólo voy a decir que se me acercó un hombre diciéndome que
estaba equivocado, que la escarapela no había sido una creación un día de
elecciones donde se sabía que habría un derramamiento de sangre (tal y como
dice Felipe Pigna en la producción “Algo habrán hecho por la historia argentina”),
y que los argentinos deberíamos saber más historia de la que nos enseñan en la
escuela. Este hombre, antes de despedirse con un ceño fruncido como si yo fuera
un hereje, me dijo que era profesor de historia de la escuela secundaria. Tal
como me educaron mis padres, me quedé callado y no contradije a mis mayores
(muchos me dirán cagón y acepto que lo fui en ese momento). Acto seguido,
terminamos el recorrido, mis amigos partieron a su país de regreso y todo quedó
como una anécdota. Pero yo fui a la librería y me encontré con esta obra, “Sin
espejismos”, lo peor de todo es que aprendí muchas cosas más.
¿Fue en realidad
la huida del virrey Sobremonte, durante las invasiones inglesas, un acto de
corrupción? ¿Cómo ofreció Sarmiento, con una empanada en la mano, una gran
lección de unidad nacional? ¿Por qué ningún gobernador de la provincia de
Buenos Aires pudo acceder a la Presidencia de la Nación…, hasta Eduardo
Duhalde?
En las páginas
de este libro, los hombres y mujeres que construyeron nuestro país desde los
momentos previos a la Revolución de Mayo hasta la actualidad cobran una nueva
imagen al disolverse los espejismos creados por las versiones más tradicionales
y difundidas de la historia. Secretas y sorprendentes anécdotas de personajes
conocidos y de otros apenas sospechados, inmersos en sutiles y prolongadas
controversias silenciadas por el paso del tiempo, van hilvanando una lectura
que subvierte las visiones habituales del pasado para repensar temas y problemas
que, a pesar de diversos intentos por aclararlos, todavía no encuentran
solución.
Ema Cibotti,
especialist dedicada a la divulgación de la historia, no cede ante la
interpretación generalizada, la conclusión establecida o la opinión
superficial. Desde una perspectiva histórica que incluye el aporte de los
enfoques más recientes, una exhaustiva investigación, un uso inteligente de la
documentación y una prosa clara y a la vez sugerente, la autora invita a sus
lectores a recorrer los momentos clave de la historia argentina con la firme
convicción de que sólo el conocimiento profundo de los hechos pasados nos
permitirá continuar pensando el presente y edificando el porvenir.
Después de leer
un capítulo en particular que justamente evoca la historia de nuestra
escarapela, me dije a mí mismo que podría haber ganado la discusión que comenté
anteriormente; igualmente, me desanimé, dado que después caí en la cuenta de
que ese tipo de maestros y profesores están educando a nuestros hijos… No
dejemos que el sistema de educación se paralice, que deje de plantearse las
cosas, evitemos que sea una ameba que sigue su paso y no es capaz de reconocer
sus errores y formar una sociedad mejor.
Feliz día estudiante, feliz día.
¡Saludos!