Mercedes Romero, de ediciones MAD nos hizo llegar esta reseña elaborada por Luis José Cuadrado Gutiérrez (luisjo@revistaatticus.es), de la Revista Atticus, www.revistaatticus.es.
Para muchos el verano es sinónimo de lectura. Desde que tengo uso de razón el verano significa relajación en la vida cotidiana y acometer actividades distintas a las que estamos acostumbrados en nuestra rutinaria vida. Recuerdo con cariño visitar la biblioteca pública situada en el parque de un barrio de mi ciudad y que abría en verano para abastecer la curiosidad de cientos de chiquillos que alternábamos la lectura con los juegos de la calle (las canicas o las vueltas ciclistas sobre la acera con las chapas de los refrescos).
De eso trata un poco de El Caimán de Kaduna, de recuerdos. Aunque me tira más lo blanco que lo blaugrana, no tenía ni idea que a Iker Casillas le apodaran así, como el Caimán de Kaduna (a raíz de los paradones que hizo en el Mundial sub20 celebrado en Nigeria y en la que España resultó vencedora), así que cuando me topé con este libro no tenía muy claro por qué caminos se iba a desarrollar mi aventura en los próximos días.
El Caimán de Kaduna (Francisco Zamora Loboch, escritor guineano y colaborador habitual en la prensa deportiva) narra, desde la celda, las desventuras de una promesa del fútbol (portero para más señas) que ha ido a parar a una cárcel española. Es el apodo con el que lo llaman sus compañeros de prisión. Está acusado de tráfico de drogas y en su celda tiene dos pósters: Naomí Campbell e Iker Casillas del cual se confiese ferviente admirador. «San Iker» es su ídolo y con su estancia en la cárcel tratará de recoger datos para publicar una biografía del portero madrileño. De esta manera conoceremos la exitosa trayectoria del cancerbero pero también nos irá desvelando ese lado oscuro que tiene la fama, en este caso aplicada al deporte nacional por excelencia en nuestro país.
Hay muchos equipos de fútbol que tienen puestos los ojos en el sur, en África, como si de un caladero se tratara. Por un lado crean estructuras que ayudan a salir de la pobreza a miles de jóvenes. Pero por otro lado les crean unas expectativas que les llevan a la confusión. Para triunfar en el fútbol no basta esfuerzo y talento. «Es necesaria una buena dosis de suerte. Esa suerte que esquiva y dribla el sueño de miles de jóvenes africanos que ven en el balón la ruta para salir de la pobreza».
No solo es deporte lo que nos cuenta Francisco Zamora. Toca muchos temas sin rehuir ninguno. El racismo, uno de los puntos candentes en el fútbol actual, es uno de ellos. O, por poner otro ejemplo, el de la intromisión de los padres en las tareas de los entrenadores de fútbol de las categorías inferiores. Con algo de ironía, descubriremos como le proponen participar en un grupo de «negros» que dedican su tiempo «libre» a escribir para otros. Con una trama ingeniosa, con un lenguaje claro y sencillo te atrapa desde la presentación. Es más, diría que desde la primera frase después de la dedicatoria:
«El fútbol no es una cuestión de vida o muerte, es mucho más que eso».
Bill Shankly
Como suelo hacer en otras ocasiones os dejo algún párrafo por si lo que he contado no os ha atraído bastante.
«-Se daba mucha maña en tratar a las fieras. Con eso y que los críos le adoraban, pues, aquí paz y después gloria. Pero tras los papás, llegaron las mamás. Al principio, se limitaban a llevar los bocadillos de chóped a las futuras megaestrellas, pero en cuanto asistían a dos o tres partidos del alevín B, y acababan por entender los misterios del fuera de juego, ingresaban en el coro de cotillas, integrantes e insidiosos de la Ciudad Deportiva.»
Página 75
«Debía aprender a economizar y administrar las palabras, a utilizarlas a veces con tacañería y otras con prodigalidad, pasar de puntillas aleteando como un colibrí sobre ese o aquel pequeño detalle, para que el lector piense, aporte, e imagine, y para que se retire dándole vueltas a lo que ha escrito el narrador y lo que ha querido decir realmente.»
Página 190
Cuando ganó la novena Copa Champions League contra el Bayer.
«Fue entonces cuando surgió con toda su majestuosidad la figura de Iker, con tres paradas providenciales que certificaron la clase de guardameta que habitaba bajo los palos del Madrid. Pasará a la historia la última de sus intervenciones rechazando un remate con la rodilla mientras con el resto del cuerpo tapaba, en deslizamiento, cualquier resquicio que pudiera ofrecer el ángulo corto porque, momentos después, el señor Meier señalaba el fin del enfrentamiento entre el cuadro alemán y el madrileño.»
Página 203
Y no podía faltar este episodio en la biografía de Casillas.
«Y es que King Fernando juega en el Chelsea y ellos, allí, siguen la Liga inglesa y no la de Las Estrellas. Seguro que todos vieron por televisión aquel beso a dos pasos de Soweto. El beso del Caimán a su novia en el Soccer City. Ese ósculo caliente como el pan recién salido del horno en la boca de la novia que aguardaba ansiosa los labios del mejor portero del mundo.»
Página 257
Ahora que ya somos campeones de la cosa y que vamos con la cabeza bien alta (por lo menos en lo deportivo futbolísticamente hablando) y ahora que el verano da sus estertores es un buen momento para acometer este entretenido libro. El Caimán de Kaduna de Francisco Zamora Loborch nos recordará la épica del gran portero del Real Madrid y de la selección española; que hay otra realidad en los jóvenes africanos que persiguen alcanzar un sueño; y que no es fácil llegar a lo más alto.
Luis José Cuadrado Gutiérrez