15 junio, 2012

NOTA DE PRENSA

ANALES DE LA TIERRA GODA II
Sergio Torrijos
E-book
Ed. Amarante, 2012

Es una novela de género fantástico, ambientada en un territorio llamado "Tierra Goda" en el que conviven diferentes pueblos y razas: humanos, elfos, enanos, goritis, orcos y otras criaturas. Algunas son conocidas por los amantes del género fantástico y otras inventadas. El autor ha una historia previa, tanto mítica como real, incluyendo un pabellón de dioses de las diferentes razas.

La diferencia con otras novelas del mismo género es su realismo. Sergio Torrijos intenta dotar a toda la novela de una capa de normalidad cotidiana que va desde el trabajo hasta la lucha. Abundando más en lo real, en esta novela, cuando se combate, la sangre salpica y mancha a los personajes. Gracias a esa visión se ha orquestado un mundo más cruel en el que se acerca más a la experiencia que nosotros tenemos. Se ha ambientado en una época a caballo entre la antigüedad y nuestro medioevo. El autor intenta ser fiel al principio histórico de que frente a similares realidades puede haber diferentes soluciones, por ello existen reinos humanos, confederaciones, ciudades libres, o con estatus diferenciados, y una amalgama de distintas realidades políticas.

En el centro de la trama encontramos a un clan de enanos; sus vicisitudes, su vida diaria, sus relaciones con los vecinos, de misma raza o de diferente, y las soluciones que dan a los problemas que les van surgiendo. Todo ello dentro de los avatares que sufre el territorio de Tierra Goda, donde hay desde siempre una lucha feroz entre criaturas del caos contra el resto de habitantes. El personaje principal es Boras Egelund, jefe del clan, quien como persona joven irá aprendiendo y cambiando en su manera de ver y de actuar. A él se sumarán varios miembros del grupo que aportan diversidad de caracteres a la historia.

Narrada en primera persona, tiene varias voces solapadas; circunstancia que intenta reflejar varias visiones de un mismo hecho que será interpretado de diferente modo según quien lo narre, aportando una multiplicidad de puntos de vista muy interesante.
Esta novela, aporta una nueva visión al género dotándole de un realismo y una congruencia, tanto en las acciones como en los planteamientos, del que a veces carece.
Se trata del tercer libro de Sergio Torrijos, el cual puede adquirirse en la web de Editorial Amarante o en los portales y librerías más importantes de internet (Amazon.es, Amabook, etc)

Ficha técnica:

Autor
GéneroNovela fantástica y aventuras
Año: 2012
ISBN: 978-84-940102-3-1 
Formato: ePub (sin DRM)


13 junio, 2012

VOLANDO CON BLANCA MIOSI


EL CÓNDOR DE LA PLUMA DORADA
BLANCA MIOSI 


Túpac estaba tan conmovido que no atinó a decir palabra. Siempre había pensado en un padre inmortal y al tener la certeza de que moriría, le invadió una sensación de temor y desconsuelo. Le había escuchado decir en algunas oportunidades que cada quinientos años habría un cambio fundamental, y el formaría parte de eso, porque regresaría transformado en un nuevo Pachacútec, pero Túpac no era un hombre fácil de convencer. Aquellas palabras, sin embargo, dichas en aquellos cruciales momentos le impresionaron profundamente.

Blanca Miosi, la autora de El cóndor de la pluma dorada dice que la escribió con el corazón. Y, efectivamente, a medida que vamos pasando sus páginas nos vamos dando cuenta de su afirmación. Estrictamente documentada, la narración se ciñe a los hechos que realmente acontecieron durante el incario y la llegada y conquista de los españoles.

Una historia de amor imposible se desarrolla en los primeros capítulos. La hija del gran Pachacútec, que gobernaba el extenso Tahuantinsuyu, estaba enamorada de Koullur. Pachacútec, sin embargo, tenía otros planes para ella: ofrecérsela como virgen al dios Inti. Su hijo Túpac Yupanqui se embarcó en una expedición marítima impensable para aquel entonces: llegarían, tras meses de dura travesía, hasta lo que hoy es la Polinesia, en Oceanía. La noticia de esas tierras le llegó al inca por medio de unos mercaderes que afirmaban que al otro lado del mar de Mamacocha había unas islas con grandes riquezas. Mar a quien los españoles llamarían Océano Pacífico.

El imperio fue extendiendo sus dominios. Túpac Yupanqui, ya sucesor de Pachacútec, continuó la tarea de su padre. Durante su reinado el imperio alcanza su máxima expansión. No reparará en peligros a la hora de emprender expediciones que depararán grandeza a su reino.

Le sucedería su segundo hijo, Titu Cusi, el emperador Huayna Cápac. El imperio era tan extenso que ya para su padre había sido difícil de gobernar. Estaba decidido a llevar al incario a su máximo desarrollo aunque tuvo que enfrentarse a revueltas. Finalizadas las revueltas, mandó reconstruir Quito y llevó al imperio  a una época de franco esplendor prosiguiendo la obra de su padre. Pero esa tranquilidad contribuyó a la decadencia del gran ejército incaico. El imperio estaba abocado a la repartición entre sus dos hijos: Huáscar y Atahualpa.

Después de la muerte de Huayna Cápac, el imperio fue gobernado por ambos, cada uno en su territorio de manera pacifica aunque siempre con la idea de ir armando un gran ejercito.

Casi al tiempo en que Cristóbal Colón se topó con el Nuevo Mundo, murió Tupac Yupanqui. En 1525, Francisco Pizarro, alcalde de Panamá, estaba convencido de lo que había dicho un mercader moribundo: que más al sur había un reino muy rico. Pizarro no se resignaba a perder la oportunidad de conseguir riquezas.
Pizarro se encontró con una guerra civil entre los partidarios de Huáscar y Atahualpa. Esto le beneficiaría en sus conquistas terminando con la captura, evangelización y muerte de Atahualpa.

El cóndor de la pluma dorada es una novela que todo aquél que le guste el género histórico va a engancharse a su lectura y más por el carácter didáctico que tiene la misma. Escrita en tercera persona, utiliza un lenguaje sencillo salpicado, eso sí, por vocablos quechuas pero que no influyen para nada en la comprensión del texto. Al contrato, le aportan realismo y, a base de ir familiarizándonos con ellos vamos entendiendo su significado. Así ocurre con Koullur, que era un chasqui, o sea,  un mensajero.
                                           
Los personajes los vamos conociendo a lo largo de la novela. Están bien caracterizados y llegamos a familiarizarnos con sus defectos y sus virtudes. Vemos cómo la dedicación de cada uno de los incas a su cometido va cambiando, sobre todo la actitud de Huayna Cápac, pues en los reinados anteriores la casta militar estuvo dedicada a la abstinencia, la privación y el trabajo pero con él las costumbres cambiaron. El imperio se desmembró con su mandato y los españoles aprovecharon la ocasión.

El cóndor de la pluma dorada  nos va enseñando, a lo largo de sus veintiocho capítulos, la cultura incaica. El Cápac Ñan, una gran vía de comunicación que llegó a alcanzar hasta los confines del imperio. Su religión, politeista, con Wiracocha como el creador de todo pero a quien más veneraban era a Inti, el sol. La estructura social del imperio, que era vertical, con el inca en la cúspide y los súbditos eran la parte más baja de la escala social. Era una sociedad polígama. Los incas eran los que gobernaban el imperio. Eran una casta y el inca elegía de entre sus hijos a su sucesor. Sus ciudades, templos, agricultura, ganadería, todo ello lo iremos conociendo a lo largo de esta obra.

Sin duda, con esta novela nos damos cuenta de que tanto los incas como los conquistadores buscaban lo mismo: el someter a los conquistados y hacerse con las mayores riquezas posibles. Errores y aciertos, triunfos y fracasos, conquistas y esclavos: todo esto igualó tanto a unos como a otros.

Esto es lo que se agradece de una novela histórica, su imparcialidad. De otro modo, siempre nos quedará la duda. Una duda que daría lugar a confundirnos y el lector que vaya a leer El cóndor de la pluma dorada agradecerá el trabajo efectuado por la autora  a la hora de ofrecernos una obra en la que, aparte de entretenernos, pretende que conozcamos los hechos tal como realmente ocurrieron.

Francisco Portela

08 junio, 2012

CUENTOS MONSTRUOSOS


 EL MONSTRUO EN MI
 Jose Ignacio Becerril
Ed. Saco de Huesos

Este libro, publicado por la editorial Saco de Huesos, es una antología de ocho cuentos del llamado género “fosco” y uno de ciencia ficción. Los relatos, dentro de este género que funciona a caballo entre la fantasía y el terror, los podemos clasificar a su vez en diversos subgéneros: costumbrista, romántico, policíaco, fantástico o simplemente terror. Todos tienen en común el protagonismo del monstruo, a veces interno a veces externo, salvo el último, que es un relato de Ci-Fi que no cumple esta premisa.

Esta antología de cuentos me ha llamado mucho la atención. No suelo leer relatos, no es un género que me guste en exceso, siempre lo digo. Suelen saberme a poco. Y Tampoco suele gustarme el género de terror, en ninguna de sus vertientes (novela, relato, cine…) porque suele darme muy poco miedo y por lo general me aburre mucho. Pero esta antología ha conseguido inquietarme realmente. Cada uno de esos relatos ha sabido tocar alguna parte de mi interior y, bien por una cosa, bien por la otra, ha sabido conectar conmigo de una forma que no es nada habitual y a la que no estoy nada acostumbrada. No es la temática en sí, en realidad nueve temáticas sobre monstruos diferentes; es, sobre todo, la forma de abordarlas y la forma de narrarlas lo que ha llegado a conseguir que, después de la lectura de cada relato, tuviera que parar para asimilarlo. Eso puede parecer normal en otros lectores. Quien me conozca sabe que si hago eso es porque algo diferente pasa con ese libro.

Uno de los factores que hacen que esto pase es que Nacho sabe crear a los personajes con cuatro palabras. Y alguno de ellos de tal manera que le pones nombre, apellidos y hasta foto. Esto es algo que para mí es muy importante, casi básico en cualquier tipo de narración; si no me creo a los personajes me da igual lo maravillosa que sea la historia, lo bien urdida que esté la trama o la sublime exquisitez de la prosa; si los personajes no me parecen reales no conecto y no me gusta. Creo que esto es uno de los puntos más fuertes que tiene este escritor, que deja de contarnos una historia para contarnos la historia de fulanito, de menganito, y están ahí, los ves, y los sientes. Hasta los personajes de los relatos que escribe uno de los personajes de un relato te parecen reales. Y con eso juega, y muy bien, por cierto.
Otro de los factores es, por supuesto el tema tratado en los relatos. Como el nombre de la antología indica, es el monstruo que todos llevamos dentro, y que no siempre es el que parece ser. Y a veces lo es, también. Nacho sabe jugar muy bien al despiste, por lo que en todos los relatos acaba sorprendiéndonos. En unos porque nada es lo que parece, y en otros porque al ser tan predecible la historia, te sorprende que ese final sea el que toca, el que es lógico, el que todos damos por supuesto y estamos esperando que sea cualquiera menos ese. Pero siempre está ahí presente el Monstruo. Ese monstruo que cualquier persona puede llevar en su interior, a veces solo peligroso para sí mismo, en forma de una fobia, una enfermedad; a veces peligroso para toda la sociedad; a veces tierno, otras salvaje, despiadado, pero nunca, nunca, neutro.

Quizá el factor determinante en la buena impresión que me ha causado este libro sea su  forma de escribir: me gusta. Sabe transmitir las ideas con mucha claridad, no resulta difícil seguirlo. Todo lo contrario, te introduce rápidamente en la historia de forma absorbente y te arrastra  de tal forma, que lo que menos percibes es el estilo, pero eso solo se consigue cuando una obra, como lo está esta, está bien escrita. Las descripciones son parcas y precisas, al igual que los diálogos. Con cuatro palabras es capaz de introducirnos en cada uno de los relatos de un plumazo, en transportarnos a cada una de las historias y sumergirnos por completo en ellas. Ésta creo que es su principal virtud. La historia puede o no puede gustarte, pero la vives. Cada uno de los diálogos encaja a la perfección en los personajes. No hay muchos, porque los relatos son cortos, pero son indiscutiblemente uno de sus puntos fuertes. Respecto a  la ambientación, con cuatro palabras te sitúas perfectamente en el lugar donde están ocurriendo los hechos. Te sientes introducido en el ambiente con gran rapidez. Respecto a la estructura, cada uno de ellos tiene la suya propia, que difiere mucho de unos a otros, adaptándose en todo momento a la historia y al clima que el autor quiere darle. Todos los relatos son coherentes en sí mismos y en la antología salvo el último, el de Ciencia Ficción, que queda un poco descolgado de la uniformidad de la antología, tanto por la historia, como por el clímax o el estilo narrativo. Mientras en los ocho primeros hace gala de una buena habilidad narrativa, en el último se dispersa y se ralentiza, en unos momentos, para acelerarse y atropellarse en otros, quedando puntos narrativos poco definidos. Los protagonistas se nos desdibujan, haciéndose más planos que en el resto de los relatos, y la  historia en si conforma un todo poco creíble que a mí, por lo menos, me ha dejado fría.

La portada no me acaba de gustar. La idea sí, la idea de una figura humana actual con cabeza monstruosa, en una reminiscencia del minotauro si me gusta, pero el desarrollo de la ilustración, no. Me parece que queda un poco frío, sin resultar atractivo en sí, aunque refleje la idea que se pretende transmitir con los relatos.
En resumen, es un libro que recomendaría a los amantes del género, y a los que no lo son,  tanto por sus historias muy interesantes como, por la prosa cuidada y ágil. Es un libro que me ha dejado muy buen sabor de boca, y con ganas de mas, de mucho más.

Ángeles Pavía

¡Sálvese quien pueda! - Andrés Oppenheimer

¡Sálvese quien pueda! El futuro del trabajo en la era de la robotización. Oppenheimer siempre me ha llamado la atención, si bien no he sid...