05 mayo, 2012

COELHO BUSCANDO LA PIEDRA FILOSOFAL


EL ALQUIMISTA
 
 
PAULO COELHO
 
 

Quién no ha leído Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll,  El Principito de Antoine de Saint Exupéry o Juan Salvador Gaviota, de Richard Bach. Todos ellos son relatos que tienen algún trasfondo detrás de su inocente apariencia externa. Nos parecen simples historias para niños o jóvenes escritas con la intención de entretenernos y aficionarnos a la lectura pero todos nos enseñan algo. Incluso en las programaciones escolares son obras que se eligen como lecturas obligadas pero no son escogidas al azar, por decir que los alumnos tienen que leer algo. Los alumnos deben explicar lo que el autor nos ha querido enseñar con esas historias, algunas con apariencia irreal, disparatada; otras, como quimeras, sueños. Pero todas ellas esconden un fin. 

Algo semejante pasa con El Alquimista (O Alquimista), novela de Paulo Coelho. En el prefacio, narrado en primera persona, el autor nos dice que es un libro simbólico, a diferencia de El Peregrino de Compostela (Diario de un mago), que fue un trabajo descriptivo. Siempre estuvo muy interesado en la Alquimia, a la cual dedicó once años de su vida y  confiesa que le interesaba más descubrir el Elixir de la Larga vida, pues le desesperaba el pensamiento de que todo se acabaría algún día, antes de entender y sentir la presencia de Dios tras hacer el Camino de Santiago. Su maestro, RAM, el cual le reconduce por el camino que estaba trazado para él, le explica que existen tres tipos de alquimistas:

- “Aquellos  que son imprecisos porque no saben de lo que están hablando, aquellos que lo son porque saben de lo que están hablando pero también saben que el lenguaje de la Alquimia es un lenguaje dirigido al corazón y no a la razón”.
- “¿Y cuál es el tercer tipo? –pregunté- “Aquellos que jamás oyeron hablar de Alquimia pero que consiguieron, a través de sus vidas la Piedra Filosofal”.


Paulo Coelho (Río de Janeiro, 24 de agosto de 1947). En 1972 inicia su carrera como autor, que incluye trabajos periodísticos, guiones para la televisión, dirección escénica o composición de canciones, aunque su fama viene derivada de su labor como novelista. En 1974 fue encarcelado, acusado de subversión por el gobierno brasileño. Se caso con la pintora Cristina Oiticia y con ella adoptó los preceptos de la orden religiosa RAM (rigor, amor, misericordia). Su primer gran éxito  fue “El peregrino de Compostela”(1987), donde relato sus experiencias durante la peregrinación por el Camino de Santiago. Otros títulos conocidos internacionalmente son; “Brida”, “Las Valquirias”, “La quinta Montaña”, “Verónica decide Morir”  “A orillas del río piedra me senté y llore” y “Once Minutos”.

Ya en tercera persona, el narrador nos relata la historia de Santiago, un pastor que se desplaza con su rebaño por los campos andaluces. Durante dos noches duerme en una iglesia abandonada y sueña con que un niño se acercaba a él y a sus ovejas y comenzaba a jugar con éstas. Después conducía a Santiago hasta las pirámides de Egipto donde se hallaba un tesoro. Cuando llegó a Tarifa, fue a contarle su sueño a una gitana. Ésta le dijo que debía viajar hasta Egipto para encontrar su tesoro. Descontento, se sienta en  un banco de la plaza a leer un libro y conoce a un anciano que dice ser el rey de Salem. El misterioso rey le cuenta una historia: la meta en la tierra de todo hombre es su Leyenda Personal,”Cuando una persona desea realmente algo, el Universo entero conspira para que pueda realizar su sueño". 

El pastor decide viajar a África. Desembarca en Tánger y empieza su largo camino que le llevaría hasta el tesoro. Se da cuenta de que ha llegado a una tierra ajena. Todos hablan lenguas extrañas y tienen costumbres y vestimentas muy diferentes. Al poco tiempo de llegar a la ciudad un chico le roba el dinero que había conseguido vendiendo sus ovejas. Un comerciante de cristal le da trabajo en su tienda. Había transcurrido casi un año y se acuerda de que tiene que seguir con su Leyenda Personal. 
 
Pero aún le esperaban una serie de vicisitudes hasta llegar a las Pirámides, que era donde encontraría su tesoro. Se marcha con una caravana que partía al día siguiente para atravesar el desierto. Como había guerras tribales viajaban con precaución y querían llegar pronto al oasis, porque según la Tradición era un lugar neutral y no podía ser atacado. Se enamora de Fátima, sólo de verla ir a recoger agua al pozo con un cántaro. Caminando por el desierto, cerca del oasis, se encuentra con un jinete misterioso que le hace unas preguntas intimidantes. Como le hablaba de cosas que poca gente conocía se da cuenta de que era el alquimista. Éste acepta acompañarle hasta las pirámides, no sin antes pasar por una serie de peligros y pruebas. El jinete decide separarse del muchacho al llegar a un monasterio copto. Allí son recibidos por un monje. Santiago viaja solo hasta llegar a las Pirámides. Al verlas, llora y donde caen sus lágrimas empieza a cavar. Allí estaba su tesoro. 

Este best-seller de Paulo Coelho está escrito con un lenguaje sencillo, directo y lleno de sentencias y términos simbolistas, como Leyenda Personal, Lenguaje del Mundo, Gran Obra, que le dan al texto un sentido alegórico y otras veces metafórico. Se intercalan historias bíblicas como la que figura en el prefacio contando cómo Nuestra Señora y el niño Jesús deciden bajar a un monasterio. También encontramos otra sobre Jesús, ocurrida en el  reinado de Tiberio. El personaje de Melquisedec, el rey de Salem, lo encontramos en el Génesis. También en el prefacio el autor nos relata la historia de Narciso. A lo largo de la novela observamos cómo el joven va conversando con personas mayores, como Melquisedec, el mercader, el inglés o el alquimista. Es curioso que se forma siempre una relación maestro y alumno, pues de esta manera el autor nos da a conocer conceptos moralizantes. 

Vemos también, como es habitual en el escritor brasileño, la relación con la naturaleza,  que normalmente, en sus obras, siempre tiene un momento para acordarse de la ella: En este caso, los campos de Andalucía, el desierto, las montañas o el rebaño de ovejas.

El ritmo es algo lento por su realismo simbólico pero no falto de aventuras. Ritmo que nos permite imaginarnos perfectamente cada escenario por el que el protagonista viaja en busca de su sueño, de su Leyenda Personal.

Francisco Portela

Título Original. O Alquimista
Traducción: Monserrat Mira
Editorial Planeta, 2007
Pág.: 184


03 mayo, 2012

UN TOCHO GORDO


CONDENADOS
SANTIAGO EXIMENO

El otro día, un amigo me pasó por Internet una novela escrita por un tal Santiago Eximeno. Con este chico había tenido yo contactos fugaces en muros de amigos comunes del facebook, y, válgame mi ignorancia fandomitera, yo ni siquiera sabía que era escritor. Pero claro, frecuentado los mares en los que nado últimamente era difícil pensar que se dedicase a la cría del mejillón en sus ratos libres (que también puede ser, oiga). Creo que soy la única rana en un  acuario lleno de peces que no, no escribe.

Parece ser que este chico ha tenido la audacia de ser el primero en editar su novela en formato electrónico pero con una especie de suscripción popular (Crowd funding, creo que se llama). No me entero mucho de esos temas, la verdad. Peco de suma ignorancia en el ambiente editorial y en los nuevos formatos más todavía. Pero eso sí, que conste que intento enterarme a la mayor brevedad posible (otra cosa es que lo consiga). Bien, me parece fantástico el tema del libro electrónico, pero eso no quiere decir que denigre por obsoleto el formato tradicional. Lo que me encanta es la posibilidad de elegir aquel que mejor se adapte a mis necesidades en cada momento. Y sobre todo me encanta que los escritores tengan la oportunidad de hacer llegar sus obras a más gente, y pueda darse a conocer de una forma tan cercana y tan sencilla. Creo que con eso salimos ganando todos.

Cuando me llegó el lunes apenas pude echarle una ojeada, pero entre el martes y el miércoles la he devorado. Estoy pasando por una situación un poco compleja en mi ambiente laboral y tengo muchos ratos desocupados, así que he aprovechado y la he leído con rapidez.

Y la verdad, la he disfrutado. Y eso, el haberla disfrutado es lo que más me ha sorprendido, porque tenía todos los numeritos para no gustarme.
Me explico.
Me gustan los tochos gordos, muy gordos. Me gustan las historias largas complejas y enrevesadas, con muchos personajes, tramas y subtramas. No suelo leer relatos cortos ni cuentos porque no me satisfacen, me parecen eso, cortos.
No me gustan los muertos resucitados de ningún tipo ni color. No me gustan los zombis, ahora tan de moda. Les huyo como a la peste. (Probables reminiscencias de un trabajo en el que los cadáveres, a dios gracias sin resucitar, son demasiado cotidianos).
No me gustan los temas basados en la mitología judeo-cristiana, y todo aquello que me suene remotamente a esta religión, tanto en las novelas como en el cine. Me repele. Pero mucho, mucho.

Como veis, esta novela la tenía muy cruda conmigo. Una novela corta de apenas 150 páginas, en la que salen muertos resucitados, basada en la iconografía cristiana del juicio final, con una trama bastante sencilla y solo cuatro personajes, tenía todos los numeritos para que la borrara directamente del ordenador al cuarto párrafo. Pero como persona extremadamente curiosa que soy, decidí darle una oportunidad, pensando en que la dejaría a las primeras de cambio

Había una cosa con la que no contaba y es con la increíble habilidad narrativa de Santiago para engancharme desde las primeras líneas. No es un escritor trepidante, ni muy dinámico. Escribe de una forma sosegada y sencilla, directa, clara y concisa. Sin prisa, pero sin pausa. Y es ese mismo ritmo, constante pero muy intenso, que sabe imprimir a toda la narración, el que hace que no la puedas soltar.
Sus personajes son sólidos, macizos, claramente definidos. Sabe tratarlos con una habilidad que nos permite conocerlos sin adivinar nada que no debamos saber. Esto hace que en el momento justo, al levantar el telón nos sobrecoja con unas historias crudas y realistas, que, por ser tan habituales en la vida diaria, nos hacen la novela totalmente creíble y a sus personajes parte del entorno cotidiano de nuestras vidas.
La novela avanza con firmeza, entre el caos de una situación límite que amenaza la cordura de los personajes y los saltos en el tiempo necesarios para darnos a conocer a los cuatro protagonistas a los que el azar, el destino o nada, simplemente nada, ha unido en el día del juicio final. Y ese avanzar continuo, solo pospuesto momentáneamente por los paréntesis de los hechos del pasado, nos conduce paso a paso a un final sorprendente que nos impacta y nos deja en suspenso, con el aliento retenido.
Evidentemente, una de las premisas con las que yo contaba se ha cumplido ampliamente: me ha sabido a poco, a muy poco. Hubiera seguido disfrutando durante muchas páginas por mi afán devorador. Pero he de reconocer que la novela tiene la extensión justa para la historia que cuenta. Hasta eso está justamente medido y controlado, sin que nada le sobre ni le falte.
Solo un pequeño pero puedo ponerle a esta pequeña joya: hay algunas escenas impactantes que a mi parecer adolecen de un poco de frialdad en la narración. Pero realmente no sé si es un defecto o una virtud, pues quizá una mayor expresividad hubiera roto ese ambiente de perplejidad que envuelve todo el relato. Perplejidad que consigue transmitirnos y que sin duda es la que los mismos protagonistas sienten ante la situación a la que se ven enfrentados.
No añado nada más. Solo recomendar su lectura a todo aquel que quiera pasar un buen rato. Y por supuesto, dar las gracias a todos aquellos que me lo han proporcionado a mí. Gracias, Santiago.

Ángeles Pavía


01 mayo, 2012

NAUFRAGIO CON MAYUSCULAS

TITANIC. El final de unas vidas doradas 

ARGUMENTO:
Quizá sea el argumento de este libro uno de los más conocidos por todos. La madrugada del 15 de abril de 1912, uno de los transatlánticos más lujosos del momento se hundía en las frías aguas del Atlántico como consecuencia del choque con un iceberg. Este navío era el Titanic. El hundimiento causó un gran impacto en la sociedad del momento, a bordo iban más de 2000 pasajeros de los cuáles se salvaron unos pocos. Gente de diversas clases sociales pero con ilusiones y objetivos.
Hugh Brewster nos acerca a la vida de estas personas manteniendo vivo su recuerdo. El Titanic naufragó pero sigue estando muy viva su leyenda y todo lo que le rodeó.
OPINIÓN PERSONAL
He de confesar que desde siempre me ha atraído muchísimo todo lo relacionado con el Titanic así que no lo dudé ni un momento cuando vi en las estanterías de la librería de Ricardo este libro editado por Lumen. Me llamó la atención que se centrase en las víctimas y pasajeros así como el cuidado de su edición con la inclusión de fotografías.

Sobre el Titanic también se ha escrito mucho y se han rodado muchas películas, sin ir más lejos con motivo del centenario de su hundimiento se ha reestrenado en 3D la famosa película de James Cameron "Titanic", en ella ya se hacía una pequeña mención a los pasajeros del navío pero, sin duda alguna, la visión que nos presenta Hugh Brewster es mucho mejor y más extensa. Además, se percibe en ella una fuerte labor documental e histórica. No es un libro más sobre Titanic sino un libro de Historia del siglo XX también, especialmente de su sociedad.

Una de los aspectos más destacados del libro es este encuadre histórico que hace. A lo largo de los sucesivos capítulos, titulados siguiendo la cronología del rumbo que siguió el Titanic desde su salida desde el muelle de Cherburgo hasta el fatal choque y hundimiento; vamos conociendo a los diversos pasajeros que viajaban en él.

El Titanic era como una pequeña ciudad flotante. Fue construído, al igual que su gemelo "Olympic" como un barco para transportar emigrantes a América. A diferencia de los otros barcos que transportaban emigrantes, el Titanic reunía para ellos mejores condiciones ya que disponían de un comedor, salón de fumadores y una sala común con un piano. Junto a estos emigrantes, la mayoría de ellos irlandeses, viajaban pasajeros de clases medias y altas. En el Titanic, las diferencias de clases eran obvias, la diferencia entre los pasajeros de primera y el resto era abismal.  Diferencias que afectaban incluso a sus sirvientes.
    
Hugh Brewster refleja en su libro estas diferencias. A bordo, sobre todo como pasajeros de primera clase, viajaban muchas personalidades destacadas del momento. La mayoría de los viajeros eran estadounidenses que regresaban a Nueva York tras pasar una temporada en Europa. El enfoque histórico que el autor hace del naufragio permite pensar y ver al Titanic como una metáfora, y una premonición, de lo que iba a suceder 2 años después: la Gran Guerra.

Hugh Brewster presenta el desastre del Titanic como lo que fue: el fin de una época, de la época dorada de principios del siglo XX. De un modo de vida y de pensar. No olvida datos anecdóticos entre los que destaca que ya tuvo un pequeño incidente antes de zarpar o que el capitán se guardó en el bolsillo el primer telegrama que le alertaba de la presencia de icebergs. Se aprecia como la gente estaba convencida de que el Titanic era invencible y que nada podía ocurrirle, como le sucedía a la sociedad que lo vio partir.

"Titanic: el final de unas vidas doradas" se lee rápido y con ganas.  Pero al mismo tiempo es de esas lecturas que se recomienda seguir con el apoyo de una libreta y un lápiz para ir anotando las ideas y conceptos más llamativos. A destacar la pequeña biografía cronológica que hace de los supervivientes compartiendo con el lector qué fue de sus vidas tras el desastre.
Por todo ello, es una lectura más que recomendable. Como lectora e historiadora, he disfrutado de ella. El estilo narrativo de Hugh Brewster te transporta al mismo Titanic, te enfrasca en la lectura haciendo que te olvides de todo lo que te rodea. Algo que considero muy positivo y que denota que es un buen libro. 


Ysabel
DATOS TÉCNICOS:

TITANIC. El final de unas vidas doradas(Gilded Lives, Fatal Voyage, 2012)
Hugh BrewsterEditorial Lumen
Colección Libroalibro
© 2012, Hugh Brewster
© 2012, Random House Mondadori, S.A.
Traducción de Guillem Sans Mora, 2012
1ª Edición, Febrero 2012
Género y tags: Titanic, Historia, Clases sociales.
ISBN: 9788426420268
418 Páginas 



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