Este post fue enviado por Olga Baladoch, de Asimêtrica Editorial, a opiniondelibros@gmail.com. Muchas gracias Olga.
La antología de narraciones que nos ofrece Pablo Krantz transita entre la melancolía y la magia; entre la grave y colorida Argentina y la fría y arisca Europa. Un repertorio de relatos variados en los que el humor, la ironía, la nostalgia, el desencanto y la esperanza forman el equipaje de unos personajes en constante migración física, temporal o espiritual. Un inventario de antihéroes reconocibles en lucha contra sus dificultades, reales no, pasadas o presentes, y en búsqueda constante de un futuro que pueda, sino colmar, sí calmar sus más íntimos anhelos.
Esta recopilación se construye alrededor de cuatro ejes principales: el amor (junto a su compañero inseparable el desamor, como en «El santo cleptómano y la chica de la vagina dorada»), el exilio, la política y el rock (que se mezcla con la literatura, tema central de «Mi padre era un oficial nazi»).
En el primer cuento del libro, «Estación fantasma», el autor nos narra la historia de una relación amorosa que no tiene buen final, a la vez que nos brinda una mirada certera sobre las desazones de un exiliado latinoamericano en Europa.
«Mis experiencias en el mundo de la subversión» es un relato donde se conecta la política y el rock, contándonos las desventuras de un joven after punk porteño arrestado por supuestas maquinaciones subversivas a fines de los años ochenta.
La política sigue presente en «La larga siesta del señor Gregorio Funes», cuento de tono costumbrista que nos presenta una pequeña saga de valentías y cobardías bajo una dictadura militar en que la represión policial resulta la normalidad. Más política y sus consecuencias encontramos en «El cuarto que se expandía», una suerte de racconto en
tono de farsa de la situación argentina a finales de los años noventa, esa burbuja de bienestar y crecimiento postizo que terminó estallando en el 2001. Luego, «Jueves 20 de diciembre» se ocupa de contarnos justamente, a manera de crónica, ese violento estallido o final de fiesta que empujó a miles y miles de argentinos al exilio. Relatos como «Ciclos migratorios» y «París lado B» llegan entonces para exponernos los brutales sinsabores del exilio, en una Fortaleza Europa en la que la temporada de caza de inmigrantes ha comenzado hace tiempo.
Finalmente, en el último cuento del libro, la música vuelve a ser la protagonista, con el cuento fantástico «Paul is dead», donde el personaje principal posee la extraña habilidad de predecir en sueños la muerte de las estrellas del rock.
Muchas gracias Olga.
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