14 agosto, 2009

Carla Guelfenbein dice que las redes sociales entregan una comunicación irreal

Este artículo fue publicado en el diario La Tercera el día de ayer. A mi parecer tiene algo de veracidad, pero considero que Carla Guelfenbein exagera un poco…, ¿qué opinas tú?

La escritora chilena Carla Guelfenbein, de visita en Argentina para presentar su novela El resto es silencio, cree que la saturación de artilugios electrónicos y redes sociales en internet no hacen sino crear una ilusión de comunicación que no es real.

Guelfenbein (1976) explora en este trabajo el complejo universo de la palabra y el silencio, que tienen "esa doble función de acercar y alejar (a las personas), de erigir muros cuando uno se oculta tras ellos, pero a la vez de acercar cuando son verdaderos", aseguró hoy en entrevista con agencias.

La imposibilidad de comunicarse es para Guelfenbein "algo atávico del hombre, forma parte de las limitaciones intrínsecas del lenguaje".

"Pero ahora se ve potenciado por estar rodeados de artilugios y miles de amigos en las redes sociales que hace que tengamos la ilusión de estar comunicados, e impide buscar el verdadero contacto, el físico, de mirarse a los ojos, de escucharse la voz, de estar juntos en definitiva", sostuvo.

En la historia se entrelazan tres miradas diferentes, la de una mujer, un hombre y un niño, pero es ésta última la que se impone sobre todas las demás y la que le ha abierto a la autora "infinitas posibilidades literarias" y le ha permitido "explorar mundos a los que un adulto jamás habría llegado".

"Es increíble la vastedad del mundo que se puede experimentar a través de la voz de un niño", como es el caso de Tommy, un chico de 12 años que sufre una cardiopatía "que le ha hecho desarrollar una sensibilidad muy especial de introspección y una observación del mundo muy profunda que lo lleva a tener una lucidez más grande que los adultos", apuntó Guelfenbein.

Tras el éxito cosechado con El revés del alma, novela con la que se introdujo en el universo femenino, y con La mujer de mi vida, protagonizada por una voz masculina, Guelfenbein concluyó con su tercer libro que "todos tienen una parte de hombre, de mujer y de niño".

"En este libro busco llegar con agudeza a las preguntas, con profundidad, al fondo de ese magma interno, donde se están quemando las brasas, ese lugar confuso donde nos movemos casi a ciegas, que es donde nos encontramos todos", afirmó.

Tras estudiar en Gran Bretaña biología y diseño, actividad a la que se dedicó durante años, Guelfenbein decidió centrarse en exclusiva en la escritura, ya que para ella la literatura es "un gran bolsón donde entra toda la vida", y en el que puede desarrollar todos sus intereses.

En la actualidad se encuentra en plena gira de presentación de la novela, que tras su paso por España la ha llevado a Uruguay, para luego aterrizar en Buenos Aires, Argentina.

Posteriormente, viajará a Colombia y México, donde cerrará la gira que espera continuar el próximo año cuando la obra se haya traducido al francés, inglés, alemán y, probablemente, portugués y holandés.

Espero tus comentarios.

Saludos!

10 agosto, 2009

La realidad, el despertar del sueño argentino - Mariano Grondona

Nuestro amigo Daniel, de Argentina, con quien hemos compartido muy gratos momentos, nos ha enviado este post a gclibros@yahoo.com. Muchas gracias Daniel, como siempre, por tu aporte y dedicación.

Este libro fue escrito en 2001, antes de la crisis económica y social, que todos conocemos) por la que pasó el país. Sin embargo, después de ocho años, estos temas son tan, pero tan actuales, que me generan una sensación de estancamiento y frustración tal como si no hubiéramos avanzado nada en pro de mejorar. Por otro lado, me gusta la idea de que existe una luz al final del túnel…

Si la historia fuera lineal, si sólo hubiera en ella lo que vemos en la superficie, no cabría la frustración que nos aqueja. Pero la historia no se escribe con una sino con dos líneas. En la superficie, corre la línea de lo evidente. Debajo de ella, la otra, con tinta casi invisible, lo que la evidencia de la primera nos enseña. Es evidente cómo nos va, pero cabe preguntar además, si aprendimos algo de cómo nos está yendo. Aquí, en esta zona secreta, late la esperanza. Este enfoque se ajusta, por otra parte, a la naturaleza de la democracia. ¿Qué es la democracia, después de todo, sino el aprendizaje colectivo y abierto de todos? Aunque parezca una utopía.

En este libro, Mariano Grondona analiza los problemas que aquejan a los argentinos, como la “mala onda”, la prolongada recesión en la que vivimos, la desocupación, el empobrecimiento de la clase media, el crescendo de la inseguridad, la crisis, la conflictividad social, las vicisitudes de las políticas económicas, la “inflación de la política”, el desprestigio de los dirigentes, la debilidad de las instituciones, las dudas que dentro y fuera del país se expresan sobre si la Argentina “es”, “fue” o “será”.

Ahondando en los temas de actualidad, indaga el mal de raíz que late por debajo de esos males evidentes en la superficie, para descubrir que, al final del túnel, brilla la luz de una salida: el fin de una Argentina que vivía del mito de su pasada riqueza, y el nacimiento de una nueva República Argentina, fortalecida por el aprendizaje de estos duros tiempos.

Puede parecer una utopía, sobre todo hoy en día, donde los piquetes, los paros y las protestas están a la orden del día, donde los empresarios se quejan por la intervención interminable del estado, mientras éste los acusa de capitalistas, como si fuera un delito. Y en el medio, la gente, las víctimas de un aparato estatal inservible, de un sistema de servicios totalmente fuera de estándares mínimos, donde sólo se vive pensando en la incertidumbre que se genera en el país y su poder adquisitivo, cada vez más diezmado por la inflación y la falta de políticas de estado…, sí, parece una utopía. Pero me gusta pensar que los países no se suicidan, y si el fondo aún no está cerca, habrá que esperar a que llegue para poder salir.

Muchas gracias Daniel.

Espero tus comentarios.

Saludos!

03 agosto, 2009

Blaze – Stephen King

Clay Blaisdell, comúnmente llamado Blaze por todos sus conocidos, mide dos metros y pesa ciento treinta y seis kilos. Desde su infancia, cuando su padre lo tiró por las escaleras, Blaze ha sido mentalmente limitado. De adolescente se escapó de un orfanato horrendo para juntarse con su amigo George, delincuente experimentado que cree que lo sabe todo. George le enseñó cien formas distintas de estafar a la gente e ideó para él un plan ambicioso: secuestrar a un niño proveniente de una familia rica.

La familia, Gerard es multimillonaria y el nuevo retoño del clan valdrá muchos de estos millones. Sólo hay un problema: cuando llega el momento de ponerlo todo en marcha, George, el cerebro de la terrible operación, y de todo lo que estos dos personajes hacen, muere y Blaze se encuentra totalmente solo. Sin embargo, siente, permanentemente que el espíritu de su amigo lo acompaña. Así, Blaze se encuentra huyendo desesperado de una tormenta despiadada y de la policía. Ha conseguido iniciar el plan raptando al bebé, pero el secuestro se ha convertido en una pesadilla, una carrera contrarreloj a través de los bosques de Maine.

Blaze es uno de los delincuentes más simpáticos de toda la historia, y la novela, basada en un tema tan clásico y utilizado como son los secuestros y las extorciones, sorprende por su fuerza y su sentido trágico.

Este libro tiene una especie de prólogo formado por una emotiva y nostálgica confesión de Stephen King, donde confirma que entre 1966 y 1973 utilizó el seudónimo de Richard Bachman. En ella, el autor se disculpa por la utilización de dicho seudónimo; sin embargo, considero que a este maestro del terror y el misterio no hay nada que perdonarle, sino todo lo contrario, logró desarrollarse como dos escritores a la vez.

Te recomiendo esta novela, es muy entretenida y con un suspenso como el que nos tiene acostumbrados King, te va a gustar.

Espero tus comentarios.

Saludos!

¡Sálvese quien pueda! - Andrés Oppenheimer

¡Sálvese quien pueda! El futuro del trabajo en la era de la robotización. Oppenheimer siempre me ha llamado la atención, si bien no he sid...