12 diciembre, 2008

Luna nueva - Stephenie Meyer

Este post forma parte del aporte de Luciana, de Perú. Ella envió sus comentarios de los 4 libros de la saga a gclibros@yahoo.com. Muchas gracias!

Luna Nueva comienza con el decimoctavo cumpleaños de Bella. No es un muy buen día para ella porque se vuelve mayor que Edward. A pesar de que Bella no desea celebrar su cumpleaños, Edward y su hermana Alice, de la cual se vuelve amiga en Crepúsculo, logran convencerla de que vaya a la Mansión Cullen. El cumpleaños termina en un desastre cuando Bella se hace un corte en un dedo abriendo un regalo. Esa sangre descontrola a Jasper, quien la ataca, siendo intercedido por Edward quien evita que este la muerda. Bella cae al piso clavándose unos cristales en el brazo, heridas que Carlisle le cura. Más tarde, Edward medita lo sucedido esa noche y decide decirle a Bella que ella estaría mejor y más segura sin él, su familia, ni su peligroso estilo de vida y deja Forks con la excusa de que era para su protección. Le hace creer que ya no siente nada por ella, diciéndole que "será como si nunca hubiese existido".

Bella cae en una profunda depresión. Es en ese momento cuando su padre, desesperado por su comportamiento, la amenaza con enviarla a vivir junto a su madre. Bella intenta entonces superar su tristeza. Un día, invita a su amiga Jessica, a quien había dejado de ver por su relación con Edward, a Port Ángeles a ver una película y a comer algo. Después de ver la película, vieron a cuatro hombres fuera de un bar. Bella se acercó a ellos, sin saber muy bien por qué (ella creía que eran los hombres del primer libro, que la acosaban pero justo llegó Edward para salvarla), escuchando en ese momento la voz de Edward en su cabeza. Pronto comprende que exponerse al peligro le permite oír su voz.

Crepúsculo - Stephenie Meyer

Este post fue enviado por Luciana, de Perú a gclibros@yahoo.com. Muchas gracias Luciana!

Cuando Bella está en la cafetería ve a cinco estudiantes que le llaman la atención por su belleza y su palidez. Se sientan alejados de todo el mundo, no tienen apenas relación con el resto de estudiantes. Son los hermanos Cullen: Edward, Emmett, Jasper, Alice y Rosalie. En realidad no son hermanos biológicos, sino que todos fueron adoptados por el doctor Carlisle Cullen y su esposa, Esme Cullen.

Entre ellos, Edward es quien capta rápidamente la atención de Bella. Su atención va en aumento, hasta alcanzar su máximo punto cuando descubre que Edward posee una gran fuerza y velocidad, ya que cuando Bella está a punto de morir aplastada por un coche, conducido por Tyler, Edward le salva la vida apareciendo junto a ella muy rápido y parando el coche con la mano, siendo que este estaba en su coche a varios metros de distancia. Esto la lleva a sospechar de Edward, ya que ella no puede creer que alguien "humano" pueda ser capaz de hacer algo como ello. Un día sus amigos la invitan a la playa de La Push, y ésta decide ir pero además intenta convencer a Edward que vaya con ella. Él no acepta la invitación. Ya en la playa, Bella conoce un poco más a Jacob Black, el hijo del mejor amigo de su padre. De la nada salió el tema de que los Cullen no iban para la zona de La Push, y Bella quedó muy interesada, pero no logró saber porqué. Por esto decide persuadir a Jacob para que le cuente la historia. Finalmente, luego de muchos indicios, Bella se da cuenta de que Edward es un vampiro.

Entre ellos surge un romance dificultoso ya que Edward es un peligro para Bella, pero él no quiere apartarse de ella y ella tampoco se quiere alejar de él, ya que su amor es más fuerte que el deseo de Edward de saciar su sed y morderla para beber su sangre, que para él era mucho más atrayente que cualquier otra cosa en todo el mundo.

Esta novela es la primera parte de cuatro libros que completan la saga. Una obra muy interesante para adolescentes y jóvenes adultos.

10 diciembre, 2008

La literatura no puede cambiar el mundo - Le Clézio

Esta nota fue publicada en un diario on line de Mendoza, Argentina, y la he posteado tal cual fue publicada. El artículo fue escrito por Thomas Bockert, y la verdad es que me pareció muy desalentadora, aunque no creo que sea así.

El ganador de este año del Premio Nobel de Literatura pintó hoy un panorama pesimista de las posibilidades que tiene la literatura para generar cambios en la sociedad, aunque al mismo tiempo la consideró de una importancia capital e inédita.

Por Thomas Borchert

"Desde hace algún tiempo el escritor ha dejado de tener la arrogancia de creer que puede cambiar el mundo o de que sus relatos y novelas forjan un mejor modelo de vida. Hoy sólo quiere ser testigo", consideró el autor francés en Estocolmo, donde mañana se celebrará la ceremonia de entrega del Premio Nobel. Incluso a ese papel de testigo se llega en contadas ocasiones, consideró el autor de 68 años durante su discurso en el antiguo auditorio de la Bolsa de Estocolmo: "El escritor quiere ser testigo, pero la mayor parte del tiempo no es más que un simple 'voyeur'", sentenció. Autor de más de treinta libros, Le Clézio tomó el título de su discurso, "En el bosque de las paradojas", de una frase del literato sueco Stig Dagerman, que alude a un escritor que "todo lo que quería era escribir para aquellos que pasan hambre, y ahora descubre que sólo quienes tienen suficiente para comer cuentan con el ocio como para preocuparse por su existencia". Le Clézio afirmó que comparte el pesimismo y la desazón de Dagerman más que el "análisis comprometido" del filósofo italiano Antonio Gramsci o "la apuesta desilusionada por el libre albedrío" de su compatriota Jean-Paul Sartre. A pesar de todo ello, el nuevo Premio Nobel consideró que la literatura es hoy más necesaria "que en tiempos de Byron o Victor Hugo". Y es que los escritores, añadió, son los encargados de velar por la lengua, y por lo tanto es imposible prescindir de ellos. "La lengua es el invento más esplendoroso de la humanidad. Va por delante de todo y de todo forma parte". El autor también adoptó una postura crítica ante los avances informáticos e Internet, que podrían contribuir a formar una "nueva élite" debido a la imposibilidad de que todo el mundo cuente con un acceso igualitario a la tecnología. Pero defendió sus posibilidades como difusores de noticias y el consecuente poder para evitar conflictos: "Si entonces hubiese existido Internet, tal vez la trama criminal de Hitler no habría podido triunfar". La búsqueda irresuelta y plagada de contradicciones llevada a cabo por todo escritor sirvió a Le Clézio para retomar el símbolo del movimiento a través de un bosque espeso, que enlazó a su vez a sus experiencias en el extranjero y en especial su relación con los indígenas en Centroamérica. Le Clézio recibirá mañana el Premio Nobel, dotado con diez millones de coronas suecas (unos 1,17 millones de dólares), de manos del rey de Suecia Carlos XVI Gustavo.

Link permanente: http://www.mdzol.com/mdz/nota/88933

Espero tus comentarios.

¡Sálvese quien pueda! - Andrés Oppenheimer

¡Sálvese quien pueda! El futuro del trabajo en la era de la robotización. Oppenheimer siempre me ha llamado la atención, si bien no he sid...