Taira
de Nicolás, de Mundopalabras, nos envió este nuevo post a opiniondelibros@gmail.com. Muchas
gracias, como siempre, Taira.
Intensas
experiencias personales de la autora que invitan a la meditación y al
descubrimiento y reconocimiento de uno mismo.
Mira
quién eres... El hallazgo te hará Feliz. Y jamás olvides estas dos premisas: Todo
el daño que le hagas al otro, te lo haces a ti; remediando el mal ajeno,
remedias al propio. Eres inmortal; en la Tierra, estás viviendo una experiencia
dentro del camino de la Existencia. Cuando mueres, regresas a la Vida.
Con
esta obra Álvarez Fresno vuelve a destilar todo el conocimiento existencial que
atesora, lo que ya hizo con gran éxito
en Entre el alma y la razón. En esta ocasión, mediante una inteligente técnica
de experiencia personal novelada, pone el acento e invitar al lector a la
meditación, ayudándole a reconocerse a sí mismo, a vibrar con las estrellas y a
adentrarse en el interior propio. Su estilo, el que ya encandiló anteriormente
al público; lenguaje sencillo y accesible, no exento de la profundidad que las
reflexiones expuestas requieren.
Encontraremos
enseñanzas como "La lejanía es un espejismo que el Alma no conoce" o "Dios...
caudaloso Mar en donde navega la Vida". Frases que permiten ver la
realidad de la existencia humana, a menudo solapada por la fugacidad del día a
día y los temores ciegos que atenazan a la mayoría de las personas. Álvarez
Fresno descubre cómo mirar a la vida para perderle el miedo, para disfrutarla
en plenitud y armonía con nosotros mismos. Un viaje hacia la verdadera
libertad.
San
Salvador del Valledor -Allande- Asturias. 7 de abril de 1951. Se recuerda desde
siempre buscando respuestas para tantas preguntas sin respuesta; y un día, se
abrió la voz tenue que responde, y escribió un libro y otro y otro y otro y tal
vez, muchos más, intentando decir que todo no termina cuando se cierra la
puerta de la vida física; que no existe soledad aunque se esté solo; que todo
tiene una respuesta y que siempre existe la esperanza, ya que este mundo no es
fruto de la casualidad.
Percibe
que la religión que Dios desea es la unión de todos los seres humanos, sin
separaciones por dogmas, creencias, ni color alguno, motivo de tanta lucha
inútil.
No
es nada extraño que diga que hablaba consigo misma. Porque en ella, al igual
que en todos los caminantes de la vida, existe esa parte maravillosamente
Sabia, Divina, esa parte que es la que realmente Somos. Ella al saber te ayuda,
cuando asumes que existe y está ahí para ti.
Muchas
gracias Taira.
¡Saludos!
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