24 marzo, 2014

Tienes el Sol y ¿buscas un candil? - Celia Álvarez Fresno

Taira de Nicolás, de Mundopalabras, nos envió este nuevo post a opiniondelibros@gmail.com. Muchas gracias, como siempre, Taira.

Intensas experiencias personales de la autora que invitan a la meditación y al descubrimiento y reconocimiento de uno mismo.

Mira quién eres... El hallazgo te hará Feliz. Y jamás olvides estas dos premisas: Todo el daño que le hagas al otro, te lo haces a ti; remediando el mal ajeno, remedias al propio. Eres inmortal; en la Tierra, estás viviendo una experiencia dentro del camino de la Existencia. Cuando mueres, regresas a la Vida.

Con esta obra Álvarez Fresno vuelve a destilar todo el conocimiento existencial que atesora,  lo que ya hizo con gran éxito en Entre el alma y la razón. En esta ocasión, mediante una inteligente técnica de experiencia personal novelada, pone el acento e invitar al lector a la meditación, ayudándole a reconocerse a sí mismo, a vibrar con las estrellas y a adentrarse en el interior propio. Su estilo, el que ya encandiló anteriormente al público; lenguaje sencillo y accesible, no exento de la profundidad que las reflexiones expuestas requieren.

Encontraremos enseñanzas como "La lejanía es un espejismo que el Alma no conoce" o "Dios... caudaloso Mar en donde navega la Vida". Frases que permiten ver la realidad de la existencia humana, a menudo solapada por la fugacidad del día a día y los temores ciegos que atenazan a la mayoría de las personas. Álvarez Fresno descubre cómo mirar a la vida para perderle el miedo, para disfrutarla en plenitud y armonía con nosotros mismos. Un viaje hacia la verdadera libertad.

San Salvador del Valledor -Allande- Asturias. 7 de abril de 1951. Se recuerda desde siempre buscando respuestas para tantas preguntas sin respuesta; y un día, se abrió la voz tenue que responde, y escribió un libro y otro y otro y otro y tal vez, muchos más, intentando decir que todo no termina cuando se cierra la puerta de la vida física; que no existe soledad aunque se esté solo; que todo tiene una respuesta y que siempre existe la esperanza, ya que este mundo no es fruto de la casualidad.

Percibe que la religión que Dios desea es la unión de todos los seres humanos, sin separaciones por dogmas, creencias, ni color alguno, motivo de tanta lucha inútil.

No es nada extraño que diga que hablaba consigo misma. Porque en ella, al igual que en todos los caminantes de la vida, existe esa parte maravillosamente Sabia, Divina, esa parte que es la que realmente Somos. Ella al saber te ayuda, cuando asumes que existe y está ahí para ti.

Muchas gracias Taira.


¡Saludos!                     

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