06 mayo, 2011

Coffeehouse angel – Suzanne Selfors

Este post fue enviado por Lady Diana Castillo a gclibros@yahoo.com. Muchas gracias Lady Diana por tu aporte.

Coffeehouse Café

Sinopsis

Cuando Katrina encuentra a un hombre sin hogar durmiendo en el callejón de detrás de la cafetería de su abuela, ella decide dejarle una taza de café, una bolsa de chocolate con granos de café y algunos pasteles a su lado. Poco sabe ella que este acto de bondad al azar está a punto de poner su vida patas arriba. Debido a que este adorable vagabundo, Malcolm, es realmente un ángel de la guarda en un descanso entre misiones. Y él no puede irse hasta que haya recompensado a Katrina por su desinterés, concediéndola su deseo más profundo. Ahora, si sólo ella pudiera decidir lo que podría ser...

Opinión personal

La portada fue lo primero que me atrajo en este libro. Invita a leerlo, es una portada cálida. Cuando la obervaba imaginé una escritura sencilla, que me hiciera sentir muy cerca de los personajes. Imaginé un libro que no fuera un texto ampuloso, pretencioso, sino que con palabra sencillas como las que podemos utilizar en cualquiera de nuestras frases cotidianas, fuera construyendo una historia inolvidable. Y Coffeehouse Ángel no me decepcionó.

El argumento es uno de mis preferidos: la relación de los humanos con los ángeles. En este caso no se trata de un ángel caído, de los que aparecen bastante en el panorama actual de la literatura juvenil. Y aunque la portada y la sinopsis dejan entrever que en el libro habrá una historia de amor, tampoco se trata de un romance bobalicón, con una chica suspirando durante todo el libro por el galán in-digno. No. Coffeehouse Ángel es mucho más que eso.

La historia se desarrolla en un pequeño pueblo costero. En un ambiente sencillo en el que todos se conocen, tienen sus rutinas...

La protagonista vive con su abuela, ya que perdió a sus padres cuando era muy pequeña. Ambas sobreviven gracias a una pequeña cafetería muy tradicional, que se mantiene fiel a sus clientes desde hace veinte años.

Pero, la supervivencia de la vieja Cafetería de Anna es amenazada por el nuevo Java Heaven, un local que oferta café orgánico, y que pone, en función de lograr atraer a la clientela, todos los recursos publicitarios posibles: grandes vallas, carteles, música más moderna, cualquier recurso es válido para el dueño del Java Heaven, no importa si ese recurso no es ético.

En estas circunstancias se conocen Malcon, y Katrina. Ella lo encuentra durmiendo en el callejón que hay detrás de su casa y, le deja una taza de café, pasteles y granos de café envueltos en chocolate. Katrina cierra la puerta de la cocina, y piensa que Malcom puede ser un vagabundo agresivo, por eso llama a su mejor amigo Vincent...por si las moscas. Pero cuando llega Vincent, ya Malcom se ha marchado, llevándose su desayuno caliente, por supuesto. Malcom no tarda en reaparecer.

A partir de ese momento, Malcom, que es un ángel, insiste en darle a Katrina una recompensa por la acción desinteresada que tuvo con él. Esa recompensa es concederle su deseo más anhelado, más profundo. Una situación en la que muchos de nosotros quisiéramos estar. Ver realizado nuestro deseo más intenso por la gracia de un ángel!

Pero el problema es que Katrina no sabe que es lo que anhela. Ella cree que no es buena para nada, ha abandonado cada uno de los deportes que ha practicado. Su mejor amiga siente pasión por el arte, su mejor amigo Vincent, no deja de ir a nadar a la piscina para conseguir una beca en una universidad. Pero Katrina no sabe que quiere hacer con su vida, lo que hace la partida de Malcom más díficil. Él no puede irse hasta que no entregue su recompensa. Está encadenado a Katrina hasta que ella decida que quiere hacer con su vida. Y para colmo Katrina no cree que él es un ángel.

Es díficil hablar de esta historia sin desvelar ningún aspecto importante del libro. Hay varios elementos de la historia que me gustaron y de los que hablaré a manera general. El libro plantea una reflexión acerca de las reglas o bases de la amistad, a partir de la relación de Katrina con Vincent. Por un lado debe existir la lealtad hacia nuestros amigos, por otro lado, podríamos preguntarnos si existe un límite de cosas que podemos pedirles a nuestros amigos. Pregunta que parece muy simple, pero no lo es.

Otro aspecto de la historia es indudablemente el amor. Su capacidad para caer así de imprevisto sin necesitar invitación, y su manera tan singular de poner patas arriba todas nuestras reglas, todo el manual que hasta ese momento estábamos siguiendo al pie de la letra.

La vida de Katrina transcurre en un momento crucial: cuando salimos del colegio para entrar en la universidad y tenemos que escoger una carrera. Algunos lo tienen clarísimo, otros ni idea. Y en ese momento se puede acrecentar ese sentimiento de inferioridad ante aquellas chicas o chicos que parecen muy seguros de sí mismos y a los cuales el éxito les ofrece una sonrisa perenne. Cómo ocurre con la chica más popular del colegio de Katrina, quién lamentablemente es también la hija del dueño del Café Java Heaven. Ops!

La historia es muy entretenida, no es es previsible en su mayoría, y tiene un final precioso. Si criticara algo diría que me molestó un poco la tardanza de Katrina en reconocer que Malcom era un ángel, yo me lo habría empezado a preguntar desde antes, pero a veces somos tercos y no queremos creer lo obvio.

Si hay algo que me gustó de este libro fueron sus personajes. Realmente los personajes son muy muy reales. Muy vívidos. Sentí que la autora, Suzanne Selfors, los había trabajado mucho y que yo los conocía tanto como a mi vecino. Perfectamente podrían vivir aquí al lado.

A manera de curiosidad les comentó que me metí tanto en esta historia que me sentía rodeada del olor del café recién hecho mientra leía el libro. Es verdad! Cuando lo cerré dije, vaya...se fue el olorcito del café. :(

Les dejo un fragmento del libro:

Enamorarse no es un proceso racional. No puede ser previsto o evitado. Esto sucede, para bien o para mal, simplemente sucede. Sabía que eventualmente me dejaría. Sabía que no podíamos estar juntos, pero caí de todas maneras.

No era sólo la magia o lo bien que se veía - aunque no voy a mentir y decir que esas cosas no me importaban. Pero lo que también sumaba, era que fuera amable y atento. Era honesto sobre sus fracasos y preocupaciones. Parecía vulnerable y de gran alcance, al mismo tiempo. Al final, yo nunca sería capaz de averiguarlo. Tratar de hacer razonable el amor es como tratar de diseccionar un arcoíris.

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Lady Diana

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