¿Alguna vez sentiste que el avance del mundo y la velocidad de la información te atropellan?, ¿alguna vez sentiste que acumulas tantos libros en tu mesa de luz o en tu escritorio, pero que ya el tiempo que tenés disponible no te alcanza para disfrutarlos todos?, ¿alguna vez sentiste que no terminás de procesar mentalmente algo y ya cambió? Bueno, bienvenido a lo que Zygmunt Bauman denomina "Mundo líquido".
En las 44 cartas que componen esta obra, Zygmunt Bauman nos ofrece reflexiones sobre la manera en que los ciudadanos del mundo líquido en el que habitamos debemos afrontar los cambios que se han producido en los últimos años, y que tanto inciden en nuestra vida. Para ello, nos plantea diversos interrogantes: ¿cómo debemos tamizar la información que realmente importa de montones de basura inútil e irrelevante?, ¿cómo debemos extraer mensajes con sentido a partir del ruido insensato?
En uno de sus textos más conmovedores, Bauman nos ofrece en estas cartas un recurso inestimable para distinguir lo importante de los insustancial.
Bauman habla del mundo líquido en que vivimos porque afirma que, como todos los líquidos, no se mantiene inmóvil ni conserva mucho tiempo su forma. Es un muy buen modo de definir este mundo cada vez más cambiante, donde las culturas se reducen a poblaciones cada vez más pequeñas (porque las tribus urbanas como se las definió en su momento ya quedan obsoletas) y donde las diferencias generacionales se incrementan casi exponencialmente gracias al avance tecnológico.
Este libro me lo regaló mi suegra, quizás sin saber lo fundamental que resultan estas reflexiones desarrolladas en cortos textos que llevan a plantearnos, como en la mayoría de las obras de este autor, muchas de las verdades y paradigmas que asumimos como eficaces, pero que sabemos no lo son. Este libro ayuda a comprender la complejidad de la Generación Y, a abrir nuestra mente para prepararnos y saber enfrentar los cambios que este mundo nos depara en un horizonte temporal cada vez más corto.
Te lo recomiendo, si te gusta parar la pelota, como decimos en Argentina, y ponerte a pensar un poco, no lo vas a desaprovechar.
Saludos.