03 septiembre, 2013

Novecento. La leyenda del pianista en el océano – Alessandro Baricco

Novecento es una novela corta que puede confundirse con un texto teatral. Digo esto porque en lo que podríamos llamar prólogo dice lo siguiente:

“Escribí este texto para un actor, Eugenio Allegri, y un director, Gabriele Vacis. Con él montaron un espectáculo que se estrenó en el festival de Asti en julio del presente año. Nosé si  esto es suficiente para decir que he escrito un texto teatral, pero lo dudo. Ahora que lo veo en forma de libro, me parece sobre todo un texto de que mantiene en vilo entre una auténtica puesta en escena y un relato para leer en voz alta. No creo que exista un nombre para textos de esta clase. De todos modos, poco importa. A mí me parece una historia hermosa que valía la pena contar. Y me gusta pensar que alguien la leerá. A. B. Septiembre de 1994.”

En los años de entreguerras, un trasatlántico, el Virginian, recorría las rutas entre Europa y América, con su carga de millonarios, de turistas, de emigrantes…

En el Virginian tocaba cada noche un pianista extraordinario, llamado Novecento, con una técnica maravillosa, capaz de arrancar notas mágicas, inauditas. Se hablaba de su inusitado duelo pianístico nada menos que con Jelly Roll Morton, el inventor del jazz. Se decía que el melancólico pianista había nacido en el barco, del que jamás habría descendido. Se decía que nadie sabía la razón.

Un monólogo teatral, recientemente llevado al cine por Giuseppe Tornatore con el título “La leyenda del pianista en el océano” del que Alessandro Baricco ha afirmado: “Más que un texto teatral, lo considero una novela corta o un relato largo, surgido tras la estela de “Océano mar”, como sien este novela no hubiera podido contar todas las historias que quería…”

Una novela corta que se puede leer en pocos minutos.


¡Saludos!

01 septiembre, 2013

Lucy – Patricia Suárez

Valeria nos envió este comentario a opiniondelibros@gmail.com. Muchas gracias Valeria.

Lucy es una novela de una mujer en busca del amor a la que le pasan las cosas más descabelladas y desopilantes, cosas similares a las que nos podrían pasar a cualquiera de nosotras, dice Claudia Piñeiro en la portada del libro.

Lucy viaja a Italia a reconquistar a su marido, pero él se niega a volver con ella. De puro despecho, conoce a un hombre atractivo en el aeropuerto de Roma y tiene un affaire de una noche con él. Pasan una velada mágica en Buenos Aires. A la mañana siguiente, tres golpes secos en su puerta transforman el carruaje en calabaza. Esperanzada, antes de la catástrofe, piensa que es él, que salió a comprar medialunas, pero no… ¡es la policía que la detiene por complicidad con un mafioso que se ha infiltrado en Argentina!

Al enredo que es la vida de Lucy, se sumarán policías exóticos que escuchan música y comen todo el tiempo, un abogado divorciado al que no le alcanza el dinero, una madre especialista en sobornos que busca la fama y un italiano perseguido por la mafia siciliana.

Lucy es una novela hilarante, sorprendente, irónica y con un humor interminable. Es una novela que me pasé riendo de principio a fin; aunque con algunas cosas raras, yo he viajado bastante (creo) y nunca se me hubiese ocurrido tener un affaire con un tipo que conocí en un aeropuerto!!! Mucho menos si pensamos que cuando uno está de viaje no tiene muchas alternativas donde ducharse, o aliñarse…, esos detalles de higiene personal y presentación que hacen a un todo y que muy dudosamente pueden obtenerse con las comodidades que ofrece un aeropuerto, jajaja.

Bueno, me encantó, estas novelas además de ser muy divertidas, te atrapan, me encanta Patricia Suárez. Espero que me publiquen, jaja.

Muchas gracias Valeria.


¡Saludos!

29 agosto, 2013

El asco. Thomas Bernhard en San Salvador – Horacio Castellanos Moya

Esta reseña nos la envió Horacio a opiniondelibros@gmail.com. Muchas gracias Horacio.

Una amiga mexicana que vive en San Salvador, a donde debió radicarse por una propuesta laboral de su marido, me regaló este pequeño libro cuando fui a visitarlos. Claramente no está muy contenta con residir por más de cinco años en dicha ciudad, cuando originalmente irían por solo 6 meses.

El asco cuenta las impresiones de Edgardo Vega, un salvadoreño que, luego de radicar dieciocho años en Canadá, se ve obligado a retornar rápidamente a El Salvador tras el fallecimiento de su madre. Su visión constituye una crítica mordaz a las costumbres y a las mentalidades nacionales. Escrita a manera  de imitación estilística del escritor austríaco Thomas Bernhard, esta novela, si puede llamársele novela, ha sido calificada como una “excelente parodia”, por Miguel Sáenz, traductor y biógrafo español de Bernhard.

Castellanos, el autor, relata los momentos que compartió con Edgardo Vega, declarado posteriormente enemigo nacional de El Salvador, según me informaron posteriormente, durante su visita a su país natal. A lo largo de la obra se reproduce, a modo de monólogo, la conversación entablada por el visitante y su amigo de la escuela primaria. Un monólogo verborrágico bañado de resentimiento que empeora minuto a minuto por los efectos del alcohol, para terminar con una cruel confesión y acusación.

La verdad es que no me gustó mucho este libro, aunque lo terminé en el mismo aeropuerto de Comalapa en la sala de embarque donde esperaba la llamada de mi vuelo. Pero, asumo que así como yo no conozco la veracidad de este compendio antipatías y odios, sí considero que algunas cosas puedan ser reales; así como también debe haber una infinidad de aspectos positivos del país y su gente.

Hasta donde entendí, este libro está prohibido en todo el territorio de El Salvador, por eso me animé a escribir esta reseña, porque asumo que muchos salvadoreños conocen algo de su contenido, aunque sea a modo anecdótico, pero no pueden hacerse una acabada idea del mismo, así como tampoco una opinión. Yo les entrego la mía, si es que alguna vez algún salvadoreño se encuentra con estas líneas, para que sean tomadas como críticas constructivas y no un disparador de sentimientos irracionales que no generarán más que el círculo vicioso del odio. Reflexionemos, no sólo el pueblo salvadoreño, sino todos y cada uno, acerca de lo que estamos haciendo de este mundo…

Muchas gracias Horacio.


¡Saludos!

¡Sálvese quien pueda! - Andrés Oppenheimer

¡Sálvese quien pueda! El futuro del trabajo en la era de la robotización. Oppenheimer siempre me ha llamado la atención, si bien no he sid...