23 marzo, 2013

CARTOGRAFIANDO NUBES


EL ATLAS DE LAS NUBES
DAVID MITCHELL


Esa extraña sensación que solo puede definirse en francés. La familiaridad ante lo desconocido, bien un objeto, una persona o un lugar. La impresión de repetir lo vivido, cuando todavía no ha sucedido. Dos palabras para explicar este extraño sentimiento, déjà vu, insuficientes para dar respuesta a todos los interrogantes que conlleva.
En «El atlas de las nubes», cada personaje experimenta este peculiar fenómeno, pero con la diferencia de que el lector  tiene la posibilidad de conocer su origen. Al igual que «Ghostwritten» (o «Escritos fantasmas»), David Mitchell retorna «la teoría del caos» para mostrarnos las conexiones existentes entre los personajes a través de tiempos y espacios completamente divergentes.
En esta novela coral no existe un protagonista propiamente dicho, sino que convergen seis historias en las que se entrecruzan las respectivas experiencias y conflictos de cada personaje, gracias a sutiles detalles que propician ese vínculo. De este modo, David Mitchell consigue transportar al lector a diferentes períodos y escenarios, modificando la estructura y la prosa narrativa según el relato.
«El atlas de las nubes» es una lectura dinámica, que evoluciona conforme se suceden las historias. Adviértase las variaciones que experimentan el léxico de los personajes, la forma de expresarse o el formato escogido para contarnos sus historias, etc.
Por ejemplo, en «Sloosha's «Crossin' an' Ev'rythin' After», la última de las seis historias, Zachry posee un lenguaje muy limitado, casi infantil, que permite ilustrar el retroceso de la humanidad tras la Caída hasta una época casi paleolítica.
Por el contrario, «Letters from Zedelghem» (o «Cartas desde Zedelghem») Robert Frobisher posee un léxico capaz de convertir las notas musicales en palabras, cada sonido se transforma en una párrafo capaz de cautivarnos a través de la vista, permitiéndonos reproducirlos con nuestros sordos oídos. Una pasión por la música que trasciende el papel y adquiere consistencia real gracias a su correspondencia.
Además, este diversidad no se limita exclusivamente a los aspectos técnicos de la novela, sino que también existen una concurrencia de diversos géneros literarios y temáticas que abarcan un amplio catálogo de aspectos sociales, políticos, económicos y culturales. En este aspecto, las historias más significativas son «The Pacific Journal of Adam Ewing» (o «El Diario del Pacífico de Adam Ewing») y, sobre todo, «An Orison of Sonmi-451» (o «Una Oración de Sonmi-451»). De hecho, el número asignado al clon Sonmi podría considerarse un tributo a «Fahrenheit 451» (Ray Bradbury).
Sin embargo, «Half-Lives: The First Luisa Rey Mystery»(o «Semivida: El Misterio de Luisa Rey») resulta muy estereotipada. La historia, como describe el propio Timothy Cavendish en la historia posterior, parece haber sido escrita con la pretensión de convertirse en el próximo éxito fácil de Hollywood. Una periodista con aspiraciones a Nancy Drew que descubre la conspiración de una poderosa multinacional para encubrir un posible  desastre nuclear. Típica y aburrida.
Asimismo, evidencia la necesidad del autor por enlazar las historias, empleando detalles cada menos trascendental en los relatos posteriores, sobre todo a partir de «The Ghastly Ordeal of Timothy Cavendish» (o «El Horrible Calvario de Timothy Cavendish»). La justificación para incluir determinados detalles, como el antojo, resulta artificial y carece de una repercusión auténtica en el desarrollo de la historia.
De hecho, a partir de la tercera historia la novela decrece, pero la estructura boomerang nos permite retomar aquellas que quedaron temporalmente interrumpidas y captar nuestro interés de nuevo.
En conclusión, «El atlas de las nubes representa» una experiencia literaria compleja, caracterizada por el asombroso dinamismo de sus diferentes historias que permiten al lector introducirse en diferentes contextos. Sin embargo, cierto desequilibrio narrativo entre los relatos y la necesidad de interconectarlos provoca que la lectura se vuelva tediosa y cueste retomarla.
A pesar de las semejanzas con «Escritos fantasmas» o «Number9dream», David Mitchell vuelve a sorprendernos con una novela que, aunque no representa una lectura trascendental, destaca entre sus congéneres por su original. Algunos podrían decir que es una gota en un vasto océano literario, pero como dice Adam Dewing: «El océano lo conforman miles de gotas».

Mari Carmen Horcas

FICHA TÉCNICA:
Titulo: El atlas de las nubes; 608 págs.
Autor: David Mitchell
Editorial: Duomo Editorial
Año de publicación: 2012
ISBN: 9788492723799




21 marzo, 2013

UNA DE POLIS


See full size imageECHO PARK

MICHAEL CONNELLY



Policías norteamericanos, FBI, asesinos en serie, casos olvidados, muertes, armas de fuego, Los Ángeles y el detective Harry Bosch. Mezclen estos datos, revuélvanlos a modo de un cóctel, agítenlos con cierta lentitud y tendrán lo que es una buena novela.
Otra cosa sería hablar del género, porque el policiaco le queda corto y el negro largo. Se acerca mucho más al thriller que tan bien ejecutan ciertos escritores norteamericanos. En los que se detecta unos paralelismos que poco a poco van perdiendo frescura, como es el caso del asesino en serie, una figura que vemos con demasiada frecuencia, que el cine, libros, incluso series ha conseguido implantar en nuestro imaginario popular pero que a la hora de la verdad tampoco tiene un gran recorrido, como es el caso.

Connelly entra en esa trama pero al igual que se introduce con mucha facilidad también sale de ella del mismo modo. El escritor idea esta novela con un claro propósito y usa de semejante figura para enriquecerla, lo cual, tal vez sería mejor considerar como una exigencia editorial o de marketing, más que la que la propia obra pide. Pues la narración trata sobre un crimen irresoluto, que durante trece años ha dormido el sueño de los justos, sólo pendiente de que el detective Harry Bosch siguiera revisando una y otra vez el expediente, sin que tuviera avances significativos.
La dinámica policial es siempre de calado en Connelly, muy a la americana, hundiéndose en las raíces del género y ahí siempre lo ejecuta más que bien, no necesitando de más artificios que el propio talento narrativo para arrastrarnos tras una lectura que tiene momentos compulsivos, aunque el propio desarrollo de la trama se ocupa de alejarnos de ese tipo de lectura. ¿La pleitesía del mercado? Puede ser, responderíamos a semejante pregunta, aunque nunca podríamos afirmar o negar con total seguridad.

Quien se acerque a esta novela que no espere una prosa delicada y florida, más bien encontrará sencillez, rapidez y la búsqueda de un lenguaje que se pone al servicio de la trama y únicamente pretende exponernos los hechos. Tampoco se encontrarán grandes descubrimientos, tan sólo a un autor que sabe lo que hace, que ejecuta novelas para leerse sin cesar y que tras su lectura siempre recordaremos lo grato que ha sido el recorrido, sin que nos descubra otra realidad u otras referencias. Un buen título y un buen autor, quédense con eso.

Sergio Torrijos

DATOS TÉCNICOS:

349 páginas
ISBN: 978-84-96791-60-2
ROCA EDITORIAL
Fecha de publicación: 2008




19 marzo, 2013

UNA HISTORIA FANTASTICA


Everwild
Neal Shusterman

Tenía tantas ganas de tenerlo entre mis manos que el tiempo no pasaba. Pero por fin llegó, lo descubrí en la página de la editorial y rápidamente tuve que hacerme con él. Es la segunda parte de Everlost: Everwild, Páramo salvaje y eterno. Este segundo libro continua con las aventuras del primero, en los momentos interesantes donde nos quedamos todos los lectores, ansiando el momento de saber si Mary y Nick continuarían siendo amigos, o si Allie y Mikey empezarían un romance, si Mary conseguiría llevar a cabo sus planes… Y, por fin, Neal Shusterman nos saca de dudas. Pero, eso sí, nos deja con ganas de más.

Everwild comienza in media res. Es decir, es la continuación del primer libro, pero ha pasado un tiempo y el autor nos va desvelando poco a poco qué es lo que ha sucedido. Ahora, Allie ya no es simplemente Allie, sino que es la Apartada debido a que, como ya sabemos, se enfrentó a Mary y no quiso acatar sus órdenes. Por su parte, Nick cada vez se convierte más en una figurilla de chocolate y Mary ha sembrado rumores horribles sobre él, como que es un ogro muy malo… Mikey, mientras tanto, acompaña a Allie en su aventura de viajar para descubrir si sus padres sobrevivieron al accidente de tráfico. Y Mary… Bueno, Mary sigue con sus planes: desea atraer a ella a más niños cada vez. A lo que ella considera sus niños, por supuesto. Pero en los planes de todos ellos habrá sobresaltos y obstáculos, porque resulta que Allie es una secuestrapieles y se encontrará con unos como ella, los cuales la enseñarán muchas cosas. Algunas buenas, otras no tanto. Parece que son sus amigos y, sin embargo, Mary, con su poder atrayente consigue que cambien de parecer… Nick, entonces, tratará de frenar los horribles planes de su antiguo amor.
Neal Shusterman tiene un don a la hora de relatar historias. Porque vale, escribe muy bien y todo lo que queráis, pero es la forma en la que lo cuenta lo que hace que todos los lectores estemos enganchados a esta trilogía. Creo que las evoluciones que sufren los personajes son totalmente brillantes, al igual que la tensión, que va en aumento desde el primer libro y que llega al clímax en este segundo. Además, esta ese aire de cuento de hadas oscuro y misterioso.

Creo que la combinación del argumento y los personajes es lo que consigue ese aura de mundo fantástico, el cual te puedes imaginar perfectamente. Hasta ahora —bueno, antes estaba Harry Potter, pero ya está— ninguna otra novela juvenil me había llamado así la atención. Y es que Neal Shusterman ha conseguido dar vida a sus personajes y causar sentimientos hacia ellos. Estoy segura de que los lectores odian y quieren a cada uno de ellos o que se sienten identificados. Si hay algo que me encanta es que el autor haya decidido mantener la personalidad de unos personajes que están muertos. Es una idea original y curiosa el pensar que, una vez morimos, continuamos aquello que queríamos en vida y seguimos siendo iguales.
A mi parecer, es de nuevo Mary el personaje más atrayente del libro: o la odias o la odias. No os voy a decir por qué, queridos lectores. Pero estoy segura de que en algún momento de Everwild sentiréis conmiseración por ella, pero, después, desearéis que se trague sus propias palabras y darle una patada en su trasero de niña remilgada. Hacía tiempo que no me encontraba con un personaje de niña repelente como este. Es fascinante, porque además, ella es una mala que piensa que lo que hace está bien y se lo cree, apartada de lo que puedan pensar los demás.

En cuanto a los demás personajes, todos ellos van a sufrir cambios y evoluciones en esta segunda parte. Y, es que, al fin y al cabo, todos cambiamos de parecer en nuestras vidas y, por qué no, en nuestras muertes. En esta segunda parte, Mikey va a adquirir más protagonismo y, esta vez, no como el McGill, algo que se agradece, porque los lectores tenemos ganas de saber mucho más sobre él. Además, sus sentimientos hacia Allie son de lo más sinceros y bellos. Por fin, Mikey quiere a alguien de forma desinteresada, cosa que, como sabemos por el anterior libro, le devuelve cada vez más su humanidad.
Respecto a la relación amor-odio de Nick y Mary, va a continuar en Everwild y se hace cada vez más patente. Neal ha sabido recrear los sentimientos de ambos personajes de una forma maravillosa. A veces, el amor es complicado porque los seres humanos lo hacemos complicado y porque anteponemos nuestros deseos a los de la otra persona y no sabemos comprenderla. Es eso lo que les sucede a Mary y Nick, que ni por un momento se detienen a pensar en cómo se sentirá el otro o por qué su postura es diferente.
Por supuesto, aparecerán otros personajes, pero prefiero que seáis vosotros los que los descubráis y decidáis vuestra opinión hacia ellos.
De nuevo, Neal Shusterman ha creado un mundo original —y, en este caso, no estoy usando esta palabra en vano y sí, es una muy buena cualidad—, un mundo hermoso pero, al mismo tiempo, que pueda resultar terrorífico y, sobre todo, muy misterioso. Estoy segura de que los lectores que disfrutaron con Everlost están deseando leer Everwild y, para aquellos que todavía no han leído la primera parte, debéis hacerlo. No es una orden, es un consejo de una lectora empedernida que ha leído mucho y que poco se sorprende ya. Sin embargo, Shusterman ha sabido cómo atraerme. Es una novela juvenil pero también es mucho más. Es la historia de unas almas que están perdidas y que quieren realizar sus sueños. Y no importa que sea en otro mundo, en aquel al que van los niños cuando mueren y no han alcanzado la luz.

Elena Montagud

Título: Everwild
Autor: Neal Shusterman
Traducción: Adolfo Muñoz
Editorial: Anaya
Págs: 487
Precio: 15 €



¡Sálvese quien pueda! - Andrés Oppenheimer

¡Sálvese quien pueda! El futuro del trabajo en la era de la robotización. Oppenheimer siempre me ha llamado la atención, si bien no he sid...