19 marzo, 2013

UNA HISTORIA FANTASTICA


Everwild
Neal Shusterman

Tenía tantas ganas de tenerlo entre mis manos que el tiempo no pasaba. Pero por fin llegó, lo descubrí en la página de la editorial y rápidamente tuve que hacerme con él. Es la segunda parte de Everlost: Everwild, Páramo salvaje y eterno. Este segundo libro continua con las aventuras del primero, en los momentos interesantes donde nos quedamos todos los lectores, ansiando el momento de saber si Mary y Nick continuarían siendo amigos, o si Allie y Mikey empezarían un romance, si Mary conseguiría llevar a cabo sus planes… Y, por fin, Neal Shusterman nos saca de dudas. Pero, eso sí, nos deja con ganas de más.

Everwild comienza in media res. Es decir, es la continuación del primer libro, pero ha pasado un tiempo y el autor nos va desvelando poco a poco qué es lo que ha sucedido. Ahora, Allie ya no es simplemente Allie, sino que es la Apartada debido a que, como ya sabemos, se enfrentó a Mary y no quiso acatar sus órdenes. Por su parte, Nick cada vez se convierte más en una figurilla de chocolate y Mary ha sembrado rumores horribles sobre él, como que es un ogro muy malo… Mikey, mientras tanto, acompaña a Allie en su aventura de viajar para descubrir si sus padres sobrevivieron al accidente de tráfico. Y Mary… Bueno, Mary sigue con sus planes: desea atraer a ella a más niños cada vez. A lo que ella considera sus niños, por supuesto. Pero en los planes de todos ellos habrá sobresaltos y obstáculos, porque resulta que Allie es una secuestrapieles y se encontrará con unos como ella, los cuales la enseñarán muchas cosas. Algunas buenas, otras no tanto. Parece que son sus amigos y, sin embargo, Mary, con su poder atrayente consigue que cambien de parecer… Nick, entonces, tratará de frenar los horribles planes de su antiguo amor.
Neal Shusterman tiene un don a la hora de relatar historias. Porque vale, escribe muy bien y todo lo que queráis, pero es la forma en la que lo cuenta lo que hace que todos los lectores estemos enganchados a esta trilogía. Creo que las evoluciones que sufren los personajes son totalmente brillantes, al igual que la tensión, que va en aumento desde el primer libro y que llega al clímax en este segundo. Además, esta ese aire de cuento de hadas oscuro y misterioso.

Creo que la combinación del argumento y los personajes es lo que consigue ese aura de mundo fantástico, el cual te puedes imaginar perfectamente. Hasta ahora —bueno, antes estaba Harry Potter, pero ya está— ninguna otra novela juvenil me había llamado así la atención. Y es que Neal Shusterman ha conseguido dar vida a sus personajes y causar sentimientos hacia ellos. Estoy segura de que los lectores odian y quieren a cada uno de ellos o que se sienten identificados. Si hay algo que me encanta es que el autor haya decidido mantener la personalidad de unos personajes que están muertos. Es una idea original y curiosa el pensar que, una vez morimos, continuamos aquello que queríamos en vida y seguimos siendo iguales.
A mi parecer, es de nuevo Mary el personaje más atrayente del libro: o la odias o la odias. No os voy a decir por qué, queridos lectores. Pero estoy segura de que en algún momento de Everwild sentiréis conmiseración por ella, pero, después, desearéis que se trague sus propias palabras y darle una patada en su trasero de niña remilgada. Hacía tiempo que no me encontraba con un personaje de niña repelente como este. Es fascinante, porque además, ella es una mala que piensa que lo que hace está bien y se lo cree, apartada de lo que puedan pensar los demás.

En cuanto a los demás personajes, todos ellos van a sufrir cambios y evoluciones en esta segunda parte. Y, es que, al fin y al cabo, todos cambiamos de parecer en nuestras vidas y, por qué no, en nuestras muertes. En esta segunda parte, Mikey va a adquirir más protagonismo y, esta vez, no como el McGill, algo que se agradece, porque los lectores tenemos ganas de saber mucho más sobre él. Además, sus sentimientos hacia Allie son de lo más sinceros y bellos. Por fin, Mikey quiere a alguien de forma desinteresada, cosa que, como sabemos por el anterior libro, le devuelve cada vez más su humanidad.
Respecto a la relación amor-odio de Nick y Mary, va a continuar en Everwild y se hace cada vez más patente. Neal ha sabido recrear los sentimientos de ambos personajes de una forma maravillosa. A veces, el amor es complicado porque los seres humanos lo hacemos complicado y porque anteponemos nuestros deseos a los de la otra persona y no sabemos comprenderla. Es eso lo que les sucede a Mary y Nick, que ni por un momento se detienen a pensar en cómo se sentirá el otro o por qué su postura es diferente.
Por supuesto, aparecerán otros personajes, pero prefiero que seáis vosotros los que los descubráis y decidáis vuestra opinión hacia ellos.
De nuevo, Neal Shusterman ha creado un mundo original —y, en este caso, no estoy usando esta palabra en vano y sí, es una muy buena cualidad—, un mundo hermoso pero, al mismo tiempo, que pueda resultar terrorífico y, sobre todo, muy misterioso. Estoy segura de que los lectores que disfrutaron con Everlost están deseando leer Everwild y, para aquellos que todavía no han leído la primera parte, debéis hacerlo. No es una orden, es un consejo de una lectora empedernida que ha leído mucho y que poco se sorprende ya. Sin embargo, Shusterman ha sabido cómo atraerme. Es una novela juvenil pero también es mucho más. Es la historia de unas almas que están perdidas y que quieren realizar sus sueños. Y no importa que sea en otro mundo, en aquel al que van los niños cuando mueren y no han alcanzado la luz.

Elena Montagud

Título: Everwild
Autor: Neal Shusterman
Traducción: Adolfo Muñoz
Editorial: Anaya
Págs: 487
Precio: 15 €



17 marzo, 2013

PREGUNTAS DE MUJER


Lavinia
Ursula K. Le Guin


«-¿Por qué tiene que haber guerra?

- ¡Oh, Lavinia, ésa es una pregunta de mujer! Porque los hombres son hombres.»

Son muy escasos en La Eneida los episodios en los que Publio Virgilio Marón menciona a Lavinia: como madre del hijo póstumo del troyano Eneas; como hija de Latino, rey de Laurentum; como casus belli entre latinos y troyanos, o como arma blandida por los dioses para manejar la vida de los mortales a su antojo. Pero el poeta de Mantua nunca se refirió a ella como a una mujer, ni la dotó de vida, ni le infundió un espíritu, ni le regaló un alma inmortal y, por supuesto, jamás le concedió el don de la palabra. Pocas mujeres hay en la historia de la humanidad que tuvieran el honor de protagonizar las gestas de los hombres, de saborear la gloria del triunfo, de rozar el oro de las coronas o de compartir las proezas de los héroes, porque la literatura, a semejanza de la vida, las castigó con el olvido, les negó el honor, las despojó de su dignidad y las redujo a esclavas, a eslabones con los que forjar alianzas, o a malditos objetos de deseo desencadenantes de terribles calamidades.

http://www.hislibris.com/wp-includes/js/tinymce/plugins/wordpress/img/trans.gif
Las mujeres de Eneas tampoco escapan a la fatalidad: la desgraciada Creusa, separada de su esposo y su hijo, muere a mano de los griegos; la hermosa, desventurada y opulenta reina Dido, abandonada y ardiendo de amor, se suicida; y la joven y dulce Lavinia, oscurecida por la sombra y el recuerdo de Helena, traerá la guerra a Laurentum por deseo de los dioses.
Sin embargo, Ursula K. Le Guin concede a la princesa latina una última oportunidad de resarcimiento con la historia. Desde la triste certeza que otorga conocer el propio destino y el de los demás, Lavinia relata su vida, desde su feliz infancia hasta su muerte. Ante los agonizantes ojos de Virgilio, que acude sumiso a postrarse ante ella, Lavinia emprende un vuelo metaliterario, se sacude la rigidez de la palabra escrita y abandona el pergamino para vengarse de su hacedor.  Sus palabras y sus recuerdos se entremezclan con las estrofas del poeta, ignorante de que, al dotarla de una vida literaria breve, a la postre le estaba regalando la inmortalidad. Ahogada por la fama de su creador, eclipsada por la gloria de Eneas, y oscurecida por la trágica leyenda del infortunio de Dido, Lavinia reclama una vida propia que la poesía le negó desde su origen. «Oh, Lavinia, vales por diez Camillas y nunca me di cuenta». Una vida dolorosamente entrelazada con la de su marido, Eneas, y que es la historia del nacimiento de una nueva civilización. «El poeta le dio una vida, una vida grande, así que debe morir. Yo, a quien el poeta dio tan poca vida, puedo seguir adelante. Puedo vivir y ver la nube que hay sobre el mar, en el fin del mundo».

Consciente de la certidumbre de su existencia irreal, Lavinia juega también con el héroe Eneas, desconocedor de su propia contingencia y de la inutilidad de su albedrío, y se distrae llevándole a su terreno de mujer hasta generar en él sentimientos de culpa y arrepentimiento. «Puede que las mujeres sean más complejas. Que sepan cómo hacer más de una cosa a la vez. Para los hombres, eso llega más adelante. Si es que llega. Yo no sé si lo he aprendido aún».
La mujer que fue menospreciada por la historia y la literatura, invoca la presencia de Virgilio, le arrebata la palabra, se erige ante él como poseedora de una existencia más real que la suya propia, osa desafiarlo y reescribe su corta historia ante un hombre arrepentido de su obra, deseoso de reconciliarse con su criatura y redimirse de su error, y que, entre lamentos, le suplica: «Mantenme aquí. Mantenme aquí, Lavinia. Dime que es mejor estar vivo, es mejor ser un esclavo vivo que un Aquiles muerto. ¡Dime que puedo terminar mi obra!»

El escenario de leyenda en el que se desarrolla Lavinia es el marco ideal para que Ursula K. Le Guin (Berkeley, 1929), laureada escritora de ciencia ficción (La mano izquierda de la oscuridad, Los desposeídos) y fantasía (ciclo de Terramar), se mueva con soltura por ese mundo fantástico con visos de realidad, lleno de paradojas temporales, guiños metaliterarios, leyendas inmortales y personajes mitológicos. Le Guin, considerada uno de los mejores autores de ciencia ficción, desplaza a Virgilio de la vida de Lavinia, la dota de una voz evocadora y sugerente, le devuelve una existencia preñada de poesía y regada por antiquísimas fábulas, y le concede la felicidad tras siglos de olvido: «Creo que si has perdido una gran felicidad y tratas de recordarla, sólo conseguirás llenarte de pesar, pero si no intentas aferrarte a la alegría, a veces descubres que mora en tu corazón y en tu cuerpo, silenciosa pero nutritiva. […] Haberla conocido es suficiente y lo es todo».

Lavinia, de Ursula K. Le Guin, no es una historia de héroes, ni de guerras, ni de la fundación de una ciudad. Es la historia de los hombres vista a través de los amorosos ojos de una mujer, devota hija, entregada madre y amante esposa, consciente de que «no es la muerte lo que nos permite entendernos, sino la poesía».
Y así sonaba en los oídos de Lavinia su primer poema, en boca de Virgilio, su padre imaginario: «No era una canción como los cantos de los pastores, los coros de los remeros o los himnos de Ambarvalia y Compitalia, ni como las canciones que entonan las mujeres todo el día mientras hilan, tejen, baten, cortan, limpian y barren. No tenía melodía. Las palabras eran su única música, las palabras eran el ritmo del tambor, el chasquido del telar, el ruido de los pasos, el golpe de los remos, el latido de los corazones, las olas que rompían en la playa de Troya, al otro lado del mundo».

Pilar Moreno Monteverde

Ursula K. Le Guin
LAVINIA
Minotauro 2009
384 páginas

16 marzo, 2013

IMAGINANDO HOMBRES


NOTA DE PRENSA:

EL HOMBRE IMAGINADO, novela de 
JOSE IGNACIO BECERRIL POLO


         "El hombre imaginado" es el tercer libro publicado por el autor de origen zaragozano, aunque afincado en Madrid, José Ignacio Becerril Polo, que gusta de ser conocido como "Nachob". Hombre hogareño, de actitud afable e ingenioso conversador, ha vertido en las páginas de su nueva creación parte del caudal de imaginación que desborda a cada momento.
        
         Esta nueva antología puede considerarse una continuación de su anterior obra, el exitoso "El monstruo en mí" publicada por "Saco de Huesos" en 2011, en donde el autor profundiza en la naturaleza del ser humano desde diversos ángulos dándonos perspectivas únicas que a buen seguro resultarán interesantes para el lector. Rudo, valiente, sensible, cruel, egoísta, piadoso... "el hombre imaginado" de Nachob es estudiado desde todas las épocas y bajo todas las ópticas posibles, pero siempre de forma eficaz y cuidadosa.
        
         "El hombre imaginado" ha sido dividido por deseo expreso del propio autor en tres secciones que abordan lo que él ha considerado la parte "De Monstruos", principalmente de terror; la "De Héroes", con relatos legendarios y casi mitológicos y "De Estrellas", con historias situadas en un futuro de ciencia ficción. Además ha resuelto que existan dos formas de lectura: la que atraviesa las tres secciones de principio a fin y una segunda, más íntima, en la que el Nachob nos propone leer los relatos siguiendo el orden en que fueron escritos.
        
         Sea como sea que el lector elija leerlo, "El hombre imaginado" es una experiencia única que deja una huella indeleble en la mente y en la conciencia del lector. Porque todos somos monstruos y héroes... y soñamos con las estrellas.


Título: El Hombre imaginado
Autor: José Ignacio Becerril Polo
Colección: Singular
Géneros: Fantasía, Ciencia – Ficción, Terror
Código: S001 – 2013
Depósito Legal : VA 183-2013
Páginas: 311







¡Sálvese quien pueda! - Andrés Oppenheimer

¡Sálvese quien pueda! El futuro del trabajo en la era de la robotización. Oppenheimer siempre me ha llamado la atención, si bien no he sid...