11 abril, 2012

UN THRILLER SEVILLANO


PUENTES Y SOMBRAS
FERNANDO DE CEA
Ed. Abec, 2012

Estamos ante una opera prima de un autor que, a pesar de haber escrito mucho, no lo ha hecho en forma de libro ni de ficción. El autor, Fernando de Cea, capitán de fragata de la Armada, es además licenciado en Economía y ejerce la crítica de cine, habiendo publicado abundantes artículos en revistas especializadas y en su blog cinematográfico. Como puede observarse, son campos muy diversos en los que se mueve. Y ahora añade el literario, en el que entra pisando fuerte.
Novela de intriga, policíaca, con salpicaduras de novela negra,  este thriller tiene visos de guión cinematográfico, y arrastra importantes influencias de los clásicos del género, así como de sus versiones cinematográficas. No en balde el autor es un cinéfilo empedernido.
Ambientada en  Sevilla, ciudad que conoce bien, entre escenarios reales e imaginarios, y en la más absoluta contemporaneidad ―a juzgar por las conversaciones, los usos y las referencias a la actual crisis― el autor desarrolla una enrevesada trama que une varios submundos: el de la prensa, concretamente un imaginario periódico local, La voz de Hispalis, donde varios son los personajes que destacan: Merche, Cecilia, Enrique, Roberto, Jaime…; el policial, donde un par de personajes, el inspector Hidalgo, y sobre todo, la subinspectora Sam Torres (femenino ―Casandra― a pesar del nombre), llevan voz cantante en todo el embrollo; el mundo marginal de la droga, con otro protagonista, el Gabacho, que cruza tangencialmente toda la novela, haciendo de hilo de Ariadna; varios asesinatos, conflictos sociales con gitanos, drogotas, corrupción encubierta, en fin, todo lo que puebla los telediarios y la prensa diariamente. Nada lejano ni, desgraciadamente, demasiado fuera de lo habitual en una gran ciudad.  
Los dos personajes que tienen papel protagonista, Merche y Sam, son jóvenes y femeninos, como parece ser lo que toca, actualmente. En realidad, diría que todos los personajes que destacan ―para bien o para mal, puesto que varios son asesinados― son femeninos. Los demás giran alrededor de ellas. Quizás el personaje de Cecilia resulte un poco estereotipado, pero ciertamente es real.  También el personaje de El Gabacho atrae la atención, mostrándonos el sórdido submundo de la droga, la delincuencia y los bajos fondos.

La trama y la acción, sin duda, atrapan. Los distintos niveles se entremezclan creando una fuerte tensión y a pesar de los largos diálogos (poco cuidados, y en mi opinión, excesivamente extensos), que a veces relajan el ritmo, cuyo tempo se mantiene in crescendo, llegando a puntos de tensión de gran fuerza. La lectura es ágil, manifiestamente cuidada en los distintos puntos de vista (hay de todo: narrador omnisciente en tercera persona, primera persona, personalidad desdoblada, en fin, para todos los gustos). Aunque se nota una cierta confusión en cuanto a las narraciones subjetivas, las que implican doble personalidad. Abundan las pistas falsas, por lo que no se adelanten con las posibles conclusiones.  El lenguaje es muy contemporáneo, usando terminología de jergas, como conviene en el género.

Encontramos, asimismo, una complicada madeja de investigaciones: la periodística, la policíaca, que circula en doble dirección,  y la judicial en el caso del testamento desaparecido, la personal de Sam, etc. El autor ha apostado fuerte en este su primer paso literario. Sin embargo, en un intento casi hitchcockiano, ha querido rizar el rizo en demasía, y el final resulta (al menos en parte), excesivamente rebuscado, y, en mi opinión, de difícil verosimilitud. Siempre pensé que las explicaciones psicologistas que Hitchcock nos ofrece al final de Psicosis estropean una película que, por lo demás, es impecable. Y los capítulos finales de Puentes y sombras me han recordado inevitablemente a  Psicosis. No desvelo nada de la trama con esta afirmación, puesto que el paralelismo se refiere a la estructura, no al contenido, completamente distinto.
Es una novela que sorprende en cada tramo con diversas vueltas de tuerca, y acaba con una virada en redondo, que diría un marino. Lo cierto es que el trayecto hasta el sorprendente desenlace tiene buen ritmo y suficiente credibilidad, en general. La novela tiene interés y se deja leer bien: entretiene, ciertamente. Las casi cuatrocientas páginas se pasan volando. Auguramos éxito seguro, y un posible traslado a la gran pantalla lo que fácilmente podría convertirse en película.
Para más datos, aqui teneis una entrevista con el autor.

Ariodante

09 abril, 2012

STEPHEN KING AL ATAQUE


LA ZONA MUERTA
 STEPHEN KING


El dinero que no has ganado con tu trabajo trae mala suerte – sentenció lúgubremente-. Uno de los proverbios de mi madre. Los tiene por millones. Y aborrece el juego”. Esta frase que dice el protagonista después de haber ganado una buena cantidad en la Ruleta de la Fortuna en la feria del condado, ¿sería una premonición de todo lo que sucedería a lo largo del relato?.

“La Zona Muerta” (The Dead Zone), es una novela enmarcada dentro del género fantástico. Su autor, Stephen King, (Portland-Maine, 21/09/47) escritor prolífico estadounidense, escribe  relatos de terror y fantásticos. Su primera novela, Carrie, (una mujer dotada con poderes telequinésicos que se venga atrozmente de sus compañeros de escuela). tiene la curiosidad de que fue rescatada de la basura por su esposa Tabitha porque el borrador no le gustaba a él y ella le alentó a que lo acabara. Después vendrían muchos otros éxitos y llegó a colocar cinco libros al mismo tiempo entre los más vendidos de Nueva York. Vendrían obras como “El misterio de Salem´s Lot “, “Resplandor”, “Apocalipsis”, “La Milla Verde”  y otros títulos que le catapultarían a la fama mundial vendiendo millones de ejemplares de libros, muchos de ellos considerados como best-sellers.
 En las obras de S. King hay influencia, sobre todo, de Edgar Allan Poe, el maestro de los relatos de terror. Es curiosa, además, la coincidencia de ambos en su adicción al alcohol y a las drogas, aunque sólo King, con la ayuda de su familia, logra superarla
.
En el prólogo de la obra nos encontramos, de forma inconexa, a dos personajes que no tienen nada que ver entre ellos. La trama se desarrolla en dos partes que llevan por título La Rueda de la Fortuna y El tigre que ríe. Finalizará con un epílogo en el que se aclaran algunos aspectos de La Zona Muerta.

 Estamos en el año 1953 y vemos como un niño, Jonny Smith, sufre un accidente cuando patinaba en una pista de hielo para niños pequeños y choca con un jugador de hockey  pues se había adentrado en la zona de mayores. Luego el autor nos traslada al año 1955 presentándonos a Greg Stillson, un vendedor de Biblias, a quien su madre le había dicho que estaba predestinado para algo grande, para algo extraordinario y él la creía.
Los personajes que aparecen en esta novela son gente normal de la clase media americana, son personas que nos podríamos encontrar por la calle, con sus miedos, sus miserias, sus sentimientos, sus alegrías y sus penas. Gente normal, sí, pero con alguna  peculiaridad que los distingue de los demás. 

 Personajes así son los que aparecen en La Zona Muerta: la tragedia que ha implicado para Johnny Smith, pues su vida y su romance con Sarah Bracknel, han sido truncados por un hecho fatídico. Cuando despierta en 1975, descubre que ha estado más de cuatro años y medio en coma y además, se enfrenta a un profundo cambio que ha sufrido la sociedad estadounidense. Pero lo más increíble para él es que ahora posee facultades parasicológicas, y esto le llevará a conocer muchos aspectos oscuros del ser humano y a predecir situaciones antes de que ocurran. Además se debe enfrentar también al trastorno mental que ha sufrido su madre influida por su fatal accidente, hecho que la ha llevado a una crisis religiosa. Sarah ha decidido rehacer su vida y sorprende a Johnny diciéndole que se ha casado hacen año con un joven abogado aunque siga enamorada de él. Este fenómeno psíquico que ahora posee hará que el  sheriff de Castle Rock lo llame para resolver un asesinato producido en su jurisdicción. El día en que asistió a un mitin del candidato a la Cámara de Representantes, Greg Stillson, cuando éste saludaba a la gente le da la mano a Johnny y tiene una horrible visión. Ve al excéntrico político como Presidente de los Estados Unidos en un futuro y a causa de una decisión imprudente que provoca un conflicto nuclear mundial. Esta visión hará que Johnny Smith se plantee una pregunta ¿debe o no matar a este excéntrico político?. 

 "Bueno..., suponga..., suponga solamente que pudiera montar en una máquina del tiempo y volver al año 1932, en Alemania. Suponga que se encontrara con Hitler. ¿Lo mataría o dejaría vivir?"

.David Cronenberg, en el año 1983, filma una versión cinematográfica de esta novela, protagonizada por Christopher Walken.  En el año 2002 una serie protagonizada por Anthony Michael may en el papel de Jonny Smith. Fue producida por la Lions Gate Televisión y CBS Paramount Televisión para USA Network.
Cleaves Mills y Castle Rock son dos pueblos que no existen, como suele ocurrir en las obras de este genial escritor, que los ubica, casi siempre, en el Estado Norteamericano de Maine. 
 En el transcurso de esos cuatro años y medio, en la primera mitad de la década de los setenta, han pasado muchas cosas en Estados Unidos, sobre todo en el plano político: La  Guerra del Vietnam, la presidencia de Richard Nixon, su posterior dimisión tras el escándalo Watergate y su sustitución por Gerald Ford. Acontecimientos que aparecen todos en la novela, aunque sea de refilón. Éstos iban a influir mucho en la sociedad estadounidense y cambiar el panorama político mundial.

King pretende provocar una catarsis en la sociedad americana con los miedos que esta tenía, sobre todo en lo relativo al terrorismo, cosa que pretende conseguir incluyendo el personaje del excéntrico candidato a la Cámara de Representantes, Stillson, un político psicópata y corrupto.
 El autor utiliza un lenguaje claro y sencillo con el que nos pretende atrapar para que nos enfrasquemos en la lectura de este fascinante relato que, aunque a veces se desvía de la trama central, porque en ella encontramos historias que nos desvinculan de su esencia, provocando que ésta avance a un ritmo lento, lentitud provocada por el autor,  para que así sigamos interesados en la obra y de hecho lo consigue.

Es un libro a recomendar sobre todo por el ritmo trepidante que hay en la parte final de la historia y porque se le va cogiendo cariño a sus personajes. Además, el  hecho de que el protagonista tenga facultades psíquicas nos da qué pensar. ¿qué haría yo si tuviera esos poderes?.

Galaico


Título original: The Dead Zone
Traducción: Eduardo Goligorsky
Plaza & Janés S. A.
RBA Editores S. A.
Edición 1983

02 abril, 2012

CONOLLY Y LA MUERTE

TODO LO QUE MUERE
JOHN CONOLLY
Ed. Tusquets, 2007
  • 432 págs.
  • 9788483835111
  • Hace poco tiempo, en OcioZero, lugar muy interesante para hablar de libros con muy buena gente, entré en un foro de novela negra. Siempre he sido muy aficionada al género, desde que en mi infancia, y de la mano de mi padre, descubrí a Sherlock Holmes, Lupin, Agatha Cristie, Raymond Chandler, Dashiell Hammett, y tantos otros. Uno de los habituales de este mentidero, gran lector de muchos géneros, me recomendó a este autor, que me era totalmente desconocido y decidí echarle un ojo.


La historia se divide fundamentalmente en dos partes. En la primera nos presenta al protagonista con continuos retrocesos en el tiempo que se nos presentan como recuerdos y lo enfrenta a una situación compleja que tiene bastantes puntos de interés, pero que se diluye en la trama general, que culmina en el final de la novela. En la segunda parte, aclarado ya el caso secundario, se centra en el caso más íntimo y personal del detective protagonista, pero lo hace sin mucho aliciente, pues las pistas para descubrir al asesino son tan evidentes que casi desde el primer cuarto de novela ya te imaginas quien es.
La novela está narrada con un estilo directo, ágil y sencillo que muchas veces peca de escueto. Esta característica que en algunos momentos se agradece porque aumenta el ritmo trepidante de algunas escenas, en otras se convierte en un grave inconveniente al hacer desaparecer cualquier carga emotiva o emocionante que convertiría una novela un tanto plana en una gran novela de acción. Hasta las escenas más truculentas quedan convertidas en un informe de lesiones, por lo que el impacto que podrían tener queda desdibujado y un poco deslucido.
Esto también es un gran inconveniente a la hora de tratar a los personajes, pues los pule tanto que salvo el protagonista, que tiene pequeños destellos de emoción, el resto quedan demasiado planos, y aunque hay un intento de profundizar en las emociones, esto se queda a un nivel tan descriptivo que hasta la escena de sexo parece la narración de una excursión, sin llegar a transmitir emoción de ningún tipo.

En realidad, esta novela ni me ha gustado ni me ha disgustado. Me ha dejado un tanto fría. Se lee con rapidez y facilidad, engancha sin problema, pero tampoco aporta nada nuevo, ni nada tan novedoso como para disculparle los fallos que me parece, la lastran demasiado.
En mi opinión es una lectura perfecta para alguien no muy habituado a la novela negra, que se acerca por primera vez a este género, por su ritmo y su estilo, pero para el lector más experimentado que busca una cierta profundidad, puede quedar un poco insuficiente, a no ser que busque una lectura sencilla y no muy trascendente para una tarde de piscina o de playa, ahora que viene el verano.

Ángeles Pavía

¡Sálvese quien pueda! - Andrés Oppenheimer

¡Sálvese quien pueda! El futuro del trabajo en la era de la robotización. Oppenheimer siempre me ha llamado la atención, si bien no he sid...