29 marzo, 2012

EL PARÍS DE VILÁ-MATAS


PARÍS NO SE ACABA NUNCA  
ENRIQUE VILA-MATAS

 Compactos Anagrama, 2003

Este libro se construye sobre el esqueleto de una conferencia leída durante tres sesiones por el autor (figurado o no) de estas páginas, tomando como objeto de disertación la ironía y sus implicaciones en el trabajo del creador literario. Ciertamente este tema cede en breve espacio a la narración de los comienzos como escritor de Vila-Matas, o lo que es lo mismo, al nacimiento a la vida y posterior formación de este novel artista cachorro.
La admiración por Hemingway (el autor cree encarnar no sólo el espíritu del narrador americano sino incluso su propio aspecto físico, asunto a todas luces descabellado para quienes conocen a ambos) le lleva a desplazarse a París en las postrimerías del franquismo desde su Barcelona natal protegido por un periodo de gracia concedido por su padre que sufragará los gastos durante un periodo limitado con la esperanza de que su hijo se desengañe de su futuro como escritor y retorne a la prosaica y ordenada vida familiar que de él se espera.
En París fue donde se forjó el talento de Hemingway , el que aprendió los secretos de la escritura (su famosa teoría del iceberg), el que vivió penurias y glorias, el que tuvo encuentros con talentos como Steiner, Scott Fitzgerald, el que escribía sobre el mármol de las mesas en terrazas de cafés acogedores, el que antes de volver a casa compraba un par de botellas de vino barato para engañar el hambre. Y por esos mismos vericuetos decide internarse nuestro protagonista a la caza y captura de una genialidad que intuye al alcance de su mano aunque no sepa cómo atraparla.

Se instala una pequeña e insalubre buhardilla alquilándola ni más ni menos que a Marguerite Duras, quien al enterarse de su intención de convertirse en escritor (astutamente silencia cualquier referencia a su admiración por Hemingway) recibe, junto a una sonrisa condescendiente, una cartulina en la que la escritora le ofrenda el guión al que debe someterse cualquier obra literaria y en el que se recogen términos como ambiente, registros lingüísticos, unidad, estilo, muchos de ellos desconocidos por su arrendatario que, sin embargo tratará de familiarizarse con ellos o dotarles de un significado relevante en su labor creativa. .
Se inicia así el camino que convierte al conferenciante en un autor literario verdadero, aún a pesar de su total y absoluta confusión en lo que a aspectos creativos se refiere durante estos comienzos titubeantes.
En estos años, aprende con gran esfuerzo la explicación de muchos de los requisitos referidos por Duras para la confección de una novela digna, pero el proceso es largo y tortuoso. Debe aprender a renunciar a la imagen que se ha forjado del intelectual o del bohemio como la de un personaje atormentada por la melancolía, la seriedad, el altísimo nivel de exigencia moral, el desprecio a lo popular o vulgar, la distancia. Despreciar la risa (la ironía), vestirse de negro, usar gafas negras y sentarse en terrazas para aspirar a ser visto leyendo a los más ocultos de los poetas malditos envuelto en el humo de una pipa.
Aprende a convivir con estos sentimientos confusos pero los entrevera con relaciones sexuales inconvenientes, con la vida bohemia de muchos de sus amigos con los que tiene ocasión de aprender una nueva forma de vida más optimista, más vital. El cine francés, sus amistades extravagantes con la colonia española y latinoamericana, las fiestas de Paloma Picasso, asistir a conferencias de Borges en librerías clandestinas, ...

Nuestro autor va creciendo como artista sin percibirlo, esa es la mayor ironía de todas las que pueblan el texto. Su experiencia altera su percepción del mundo y, por tanto, su modo de volcarlo en un texto. Pese a que continua dedicado a la escritura de una novela que carece en gran medida de estos caracteres (La asesina ilustrada), que configura la antítesis de lo que está surgiendo en su interior, su crecimiento interior es paralelo a su crecimiento como artista.
En alguna ocasión se sorprende reflexionando sobre la opinión ampliamente extendida de que un autor debe tener experiencias vitales sustanciosas que le enriquezcan para poder crear un mundo propio, característico, y considera que él carece de dicho mundo y sólo puede suplirlo mediante imaginación y esfuerzo. Sin embargo, otra ironía, esa experiencia la está viviendo y le está moldeando; y, al poner punto y final a su primera novela está ya dispuesta a aflorar.

El regreso a Barcelona, no es signo de fracaso – ha sido engañado por una mujer pagada por su padre para que le enamore y le devuelva al hogar familiar – sino el símbolo de que su tiempo de aprendiz ha finalizado.
El estilo del autor facilita la lectura, sobrio y claro, accesible pero sin que ello implique renuncia a un alto nivel de exigencia formal y de fondo. ¿Por qué escribir?¿Qué se adivina en un texto? Pero también, qué es la vida y cómo nos enriquece seamos artistas o menestrales, son algunas de las preguntas que plantea esta lectura.
 Al igual que ocurre con Bartleby y compañía, Vila-Matas escribe sobre la Literatura y puebla su texto de innumerables referencias literarias. Hemingway, Duras, Borges, Unamuno, Eduardo Mendoza o Kafka se pasean por sus páginas dejándonos reflexiones y anécdotas que harán disfrutar a cualquier amante de la Literatura y sus mundos paralelos. Deslindar qué es puramente autobiográfico y qué recreación literaria, forma parte de ese juego de ironías que se nos propone desde un principio.


GWW

27 marzo, 2012

UN THRILLER EN EL OESTE


 Un escritor nos manda información sobre su obra:

EL AGENTE PROTEGIDO
 JAMES NAVA


“El agente protegido” es una novela que combina thriller político, ecología, misterio, aventuras y romance. Toda la obra se convierte en un claro homenaje a la cultura western, pero desde un planteamiento argumental totalmente vigente que entronca con la actualidad que vivimos, convirtiéndolo de hecho en un thriller de acción. La narración refleja la lucha contra el terrorismo yihadista y la supervivencia de un  agente de la CIA en un entorno fascinante: el Oeste norteamericano; de forma que personajes y situaciones evocan los escenarios naturales de la cultura tradicional estadounidense, los que conectan directamente con sus raíces.  Es una novela intensa, basada en algunos hechos reales, que plasma un aspecto poco conocido de la actual guerra antiterrorista contra Al Qaeda: la persecución  de agentes federales estadounidenses por parte de células yihadistas y cómo esto afecta a la seguridad nacional de Estados Unidos.
 “El agente protegido” está estructurado con un corte clásico de literatura western, por lo que ha supuesto un desafío encajar un argumento contemporáneo en una novela con elementos tradicionales muy definidos de la cultura vaquera, que no fuese demasiado extensa y que enganche al lector de principio a fin, sin dobleces ni recovecos argumentales. La condensación de los hechos ayuda a crear un ritmo acelerado in crescendo que permite al lector no perderse en detalles superfluos y sumergirse en el argumento desde la primera página. 
Quien se asome a esta novela encontrará la acción y suspense de un thriller político actual, pudiendo conocer de primera mano una operación de la CIA, pero también la aventura del paisaje del Oeste norteamericano, con todos sus elementos, y de unos personajes que encajan en la cultura western de hoy día.
Las pinceladas ecológicas de la novela aparecen a lo largo de toda la novela de una forma sutil pero permanente, no sólo a través del paisaje espectacular de las Montañas Rocosas sino también de la importancia y el significado de los animales o su simbolismo tradicional en la cultura nativa norteamericana, así como en el ciclo de las estaciones del año y su influencia en las personas y el medio.
El lector podrá encontrar alta tecnología e intrigas al más alto nivel, pero también la simplicidad de un caballo al galope y de la vida al aire libre. Y alguna que otra sorpresa. Todo ello en una novela que puede ser leída con facilidad y rapidez, conservando la tradición de la literatura western y de aventuras, pero sin perder intensidad y emoción actuales.
Es una novela escrita con pulcritud, precisa y muy cuidada literariamente.

Jim

 A continuación pueden leer una síntesis del argumento:

David Crow es un solitario vaquero que ha llegado recientemente a un pequeño e idílico pueblo cerca de las Montañas Rocosas para empezar una nueva vida, pero surge una amenaza letal. Nadie sospecha que en realidad se trata de un agente de la CIA sobre el que pesa una fatwa. Perseguido por terroristas islámicos dispuestos a cumplirla, ingresa en el Programa de Protección de Agentes, y aunque intenta pasar desapercibido es descubierto pronto. La CIA decide utilizarle entonces como señuelo para capturar a los terroristas, pero David sabe que ese plan puede ser aún más peligroso y que solo le queda hacer frente a sus enemigos para defender su vida. El pasado que acecha como una sombra se cierne sobre él y la única esperanza de futuro que le queda.
  
Autor: James Nava
Título: El agente protegido
Editorial: Sniper Books
Distribuidora: Firex21
ISBN: 9788493887100 
Más información en:
 Página de fans de James Nava en Facebook:





26 marzo, 2012

ILUMINADOS POR CARPENTIER


EL SIGLO DE LAS LUCES 

Alejo Carpentier

Novela publicada originalmente en 1962, de distinta tela que El reino de este mundo puesto que, en la presente, Carpentier se distancia notoriamente de su teoría de lo real maravilloso, cosa que ya había hecho en las novelas que mediaron entre ambas (Los pasos perdidos, 1953; El acoso, 1956). El distanciamiento, cabe apuntar, atañe al abordaje y reivindicación del pensamiento mítico como distintivo de la singularidad americana; las novelas que siguieron a El reino de este mundo adscriben al género realista. Por otra parte, El Siglo de las Luces no sólo tiene el característico toque carpenteriano, el barroquismo del estilo y el enaltecimiento de la exuberancia caribeña, sino que lo lleva a cimas insuperables. El Siglo de las Luces es una novela espléndida, copiosa en referencias culturales y una genuina fiesta del idioma; a no dudar, uno de los clásicos mayores de la literatura latinoamericana.

Su trama abunda en peripecias cuyo marco histórico lo proporciona la dramática década final del siglo XVIII. Su hilo conductor: los ecos de la Revolución Francesa en el Caribe. Escenarios principales de la narración son el ámbito caribeño y la Francia revolucionaria; secundariamente, en el brinco temporal que conduce al desenlace, el Madrid que ha presenciado los tumultos de mayo de 1808. Entre sus protagonistas, Víctor Hugues destaca por su historicidad: fue Comisario de la Convención en Guadalupe, en la que hizo un verdadero gobierno de terror, y luego Agente del Directorio en Cayena (Guayana Francesa). Completan el trío protagónico los jóvenes cubanos Sofía y Esteban, quienes no sólo harán a Hugues objeto de afecto y desprecio, a su turno, sino personificación de la grandeza y vileza de la crucial coyuntura finisecular.Hugues los inicia en la ebullición de ideas que promete y, de hecho, ha desencadenado un cataclismo histórico de amplias repercusiones, al tiempo que introduce a Sofía en el mundo del amor.

Por no estropear el suspenso, me limitaré a referir someramente el arranque de la trama. Todo principia en La Habana, en torno de 1790. Un acaudalado comerciante criollo acaba de fallecer, dejando en la orfandad a sus hijos adolescentes, Sofía y Carlos, quienes se recluyen en la casona familiar en señal de duelo. Con ellos vive su primo Esteban, huérfano desde temprana edad, también adolescente y un verdadero hermano para ambos. La reclusión deviene gradualmente fiesta, al hacer de la casa un lugar encantado al margen del mundo; mundo del que, no obstante, se maravillan los chicos a través de los libros. Cierto día irrumpe un francés de nombre Víctor Hugues, marsellés afincado en Saint-Domingue (la futura Haití). Desea hacer tratos con el dueño de casa, de cuya muerte obviamente no está informado. Superada la decepción, el francés se revela un prodigioso compañero de juegos y un gran contador de historias; parece un prestidigitador que no acabara de sacarse cosas de la manga. Para mayor admiración de sus nuevos amigos, proporciona al enfermizo Esteban el auxilio providencial del doctor Ogé, mulato y amigo del marsellés. Pero Víctor y Ogé son francmasones y extranjeros, doble motivo de sospecha para las autoridades locales; deben huir de Cuba. 
 
Los vaivenes de su fuga arrastran a Sofía y Esteban, quienes se ven abocados a un Caribe convulsionado por la proliferación de ideas revolucionarias y la revuelta de los negros en Saint-Domingue. Los acontecimientos llevan a Víctor y Esteban al otro lado del océano, a una Francia en plena revolución que ya ha dado al mundo, un tiempo atrás, noticias tan pasmosas como el intento de fuga del rey y su captura en Varennes (junio de 1791). He aquí que Victor Hugues hace su entrada en la Historia, pues volverá al Caribe oficialmente investido de poderes. Esteban será testigo de su encumbramiento y de su degradación, y mucho padecerán sus juveniles entusiasmos. No menos severo será el impacto en Sofía, en quien la espera no ha hecho sino acrecentar el aura romántica –doblemente romántica, en su caso- del marsellés.
Sofía y Esteban aportan, en alternancia, la perspectiva desde la que se presencian y evalúan los actos de Víctor Hugues. Con Hugues hace su entrada la Revolución en el Caribe, representada en el Decreto del 16 Pluvioso del Año II, que “proclamaba la abolición de la esclavitud y la igualdad de derechos otorgados a todos los habitantes” de la Guadalupe; pero también en el símbolo del Terror revolucionario: la guillotina, esa siniestra máquina. Es un Hugues demasiado ensoberbecido de su papel el que retorna al Caribe. “Luciendo todos los distintivos de la Autoridad, inmóvil, pétreo, con la mano derecha apoyada en los montantes de la Máquina, Víctor Hugues se había transformado, repentinamente, en una Alegoría. Con la Libertad, llegaba la primera guillotina al Nuevo Mundo”. Y pronto, demasiado pronto, la realidad se impone a los ideales.

Los atractivos que depara la novela son variados: acción, romance, un dramático trasfondo histórico con sus connotaciones políticas y filosóficas; los conflictos éticos a los que se ve enfrentado un Esteban tan idealista como vacilante en la acción; en lo que toca a la forma, una prosa gozosa como pocas, tan sugerente que resulta en verdadera fiesta para los sentidos. Al colorido y exuberancia del Caribe corresponden un estilo y un léxico frondosos, a la medida de la desmesura antillana. Largos párrafos se suceden, con escasos, breves y punzantes diálogos además de fascinantes descripciones de lugares y objetos. Carpentier era un apasionado de la radiante materialidad caribeña, y vaya que fue capaz de transmitirnos su pasión: en una prosa pletórica de sensualidad, envolvente y fascinante. Abundan sabrosos y expresivos localismos, y es que no hay modo de negarle dignidad a la vertiente caribeña de nuestra lengua común. No por nada se ha calificado a esta novela como ‘sinfonía del Caribe’. No en vano se caracteriza a Carpentier como escritor barroco, caracterización que el propio autor refrendara al promover el Barroco al rango de categoría fundamental en la delimitación de lo latinoamericano.

Los pasajes históricos, referidos especialmente a la actuación de Víctor Hugues en calidad de agente de la Revolución, son fidedignos. Para su elaboración Carpentier hizo acopio concienzudo de fuentes documentales, proceso en que pudo además enterarse del destino de connotadas personalidades revolucionarias, caídas en desgracia y condenadas al destierro en la Guayana Francesa -destacan los casos de Jaques Billaud-Varenne y Jean-Marie Collot d’Herbois, quienes contribuyen al empaque histórico de la novela-. Escaso conocimiento hay de la vida de Hugues y poca certeza sobre sus años finales y sobre su muerte, al menos a la fecha en que el escritor redactó la obra. Me parece que el talentoso cubano supo sacar partido de lo que sí se sabe, recreándolo del modo más enjundioso para el lector.
En suma, un libro sobradamente recomendable.


Rodrigo

¡Sálvese quien pueda! - Andrés Oppenheimer

¡Sálvese quien pueda! El futuro del trabajo en la era de la robotización. Oppenheimer siempre me ha llamado la atención, si bien no he sid...