27 marzo, 2012

UN THRILLER EN EL OESTE


 Un escritor nos manda información sobre su obra:

EL AGENTE PROTEGIDO
 JAMES NAVA


“El agente protegido” es una novela que combina thriller político, ecología, misterio, aventuras y romance. Toda la obra se convierte en un claro homenaje a la cultura western, pero desde un planteamiento argumental totalmente vigente que entronca con la actualidad que vivimos, convirtiéndolo de hecho en un thriller de acción. La narración refleja la lucha contra el terrorismo yihadista y la supervivencia de un  agente de la CIA en un entorno fascinante: el Oeste norteamericano; de forma que personajes y situaciones evocan los escenarios naturales de la cultura tradicional estadounidense, los que conectan directamente con sus raíces.  Es una novela intensa, basada en algunos hechos reales, que plasma un aspecto poco conocido de la actual guerra antiterrorista contra Al Qaeda: la persecución  de agentes federales estadounidenses por parte de células yihadistas y cómo esto afecta a la seguridad nacional de Estados Unidos.
 “El agente protegido” está estructurado con un corte clásico de literatura western, por lo que ha supuesto un desafío encajar un argumento contemporáneo en una novela con elementos tradicionales muy definidos de la cultura vaquera, que no fuese demasiado extensa y que enganche al lector de principio a fin, sin dobleces ni recovecos argumentales. La condensación de los hechos ayuda a crear un ritmo acelerado in crescendo que permite al lector no perderse en detalles superfluos y sumergirse en el argumento desde la primera página. 
Quien se asome a esta novela encontrará la acción y suspense de un thriller político actual, pudiendo conocer de primera mano una operación de la CIA, pero también la aventura del paisaje del Oeste norteamericano, con todos sus elementos, y de unos personajes que encajan en la cultura western de hoy día.
Las pinceladas ecológicas de la novela aparecen a lo largo de toda la novela de una forma sutil pero permanente, no sólo a través del paisaje espectacular de las Montañas Rocosas sino también de la importancia y el significado de los animales o su simbolismo tradicional en la cultura nativa norteamericana, así como en el ciclo de las estaciones del año y su influencia en las personas y el medio.
El lector podrá encontrar alta tecnología e intrigas al más alto nivel, pero también la simplicidad de un caballo al galope y de la vida al aire libre. Y alguna que otra sorpresa. Todo ello en una novela que puede ser leída con facilidad y rapidez, conservando la tradición de la literatura western y de aventuras, pero sin perder intensidad y emoción actuales.
Es una novela escrita con pulcritud, precisa y muy cuidada literariamente.

Jim

 A continuación pueden leer una síntesis del argumento:

David Crow es un solitario vaquero que ha llegado recientemente a un pequeño e idílico pueblo cerca de las Montañas Rocosas para empezar una nueva vida, pero surge una amenaza letal. Nadie sospecha que en realidad se trata de un agente de la CIA sobre el que pesa una fatwa. Perseguido por terroristas islámicos dispuestos a cumplirla, ingresa en el Programa de Protección de Agentes, y aunque intenta pasar desapercibido es descubierto pronto. La CIA decide utilizarle entonces como señuelo para capturar a los terroristas, pero David sabe que ese plan puede ser aún más peligroso y que solo le queda hacer frente a sus enemigos para defender su vida. El pasado que acecha como una sombra se cierne sobre él y la única esperanza de futuro que le queda.
  
Autor: James Nava
Título: El agente protegido
Editorial: Sniper Books
Distribuidora: Firex21
ISBN: 9788493887100 
Más información en:
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26 marzo, 2012

ILUMINADOS POR CARPENTIER


EL SIGLO DE LAS LUCES 

Alejo Carpentier

Novela publicada originalmente en 1962, de distinta tela que El reino de este mundo puesto que, en la presente, Carpentier se distancia notoriamente de su teoría de lo real maravilloso, cosa que ya había hecho en las novelas que mediaron entre ambas (Los pasos perdidos, 1953; El acoso, 1956). El distanciamiento, cabe apuntar, atañe al abordaje y reivindicación del pensamiento mítico como distintivo de la singularidad americana; las novelas que siguieron a El reino de este mundo adscriben al género realista. Por otra parte, El Siglo de las Luces no sólo tiene el característico toque carpenteriano, el barroquismo del estilo y el enaltecimiento de la exuberancia caribeña, sino que lo lleva a cimas insuperables. El Siglo de las Luces es una novela espléndida, copiosa en referencias culturales y una genuina fiesta del idioma; a no dudar, uno de los clásicos mayores de la literatura latinoamericana.

Su trama abunda en peripecias cuyo marco histórico lo proporciona la dramática década final del siglo XVIII. Su hilo conductor: los ecos de la Revolución Francesa en el Caribe. Escenarios principales de la narración son el ámbito caribeño y la Francia revolucionaria; secundariamente, en el brinco temporal que conduce al desenlace, el Madrid que ha presenciado los tumultos de mayo de 1808. Entre sus protagonistas, Víctor Hugues destaca por su historicidad: fue Comisario de la Convención en Guadalupe, en la que hizo un verdadero gobierno de terror, y luego Agente del Directorio en Cayena (Guayana Francesa). Completan el trío protagónico los jóvenes cubanos Sofía y Esteban, quienes no sólo harán a Hugues objeto de afecto y desprecio, a su turno, sino personificación de la grandeza y vileza de la crucial coyuntura finisecular.Hugues los inicia en la ebullición de ideas que promete y, de hecho, ha desencadenado un cataclismo histórico de amplias repercusiones, al tiempo que introduce a Sofía en el mundo del amor.

Por no estropear el suspenso, me limitaré a referir someramente el arranque de la trama. Todo principia en La Habana, en torno de 1790. Un acaudalado comerciante criollo acaba de fallecer, dejando en la orfandad a sus hijos adolescentes, Sofía y Carlos, quienes se recluyen en la casona familiar en señal de duelo. Con ellos vive su primo Esteban, huérfano desde temprana edad, también adolescente y un verdadero hermano para ambos. La reclusión deviene gradualmente fiesta, al hacer de la casa un lugar encantado al margen del mundo; mundo del que, no obstante, se maravillan los chicos a través de los libros. Cierto día irrumpe un francés de nombre Víctor Hugues, marsellés afincado en Saint-Domingue (la futura Haití). Desea hacer tratos con el dueño de casa, de cuya muerte obviamente no está informado. Superada la decepción, el francés se revela un prodigioso compañero de juegos y un gran contador de historias; parece un prestidigitador que no acabara de sacarse cosas de la manga. Para mayor admiración de sus nuevos amigos, proporciona al enfermizo Esteban el auxilio providencial del doctor Ogé, mulato y amigo del marsellés. Pero Víctor y Ogé son francmasones y extranjeros, doble motivo de sospecha para las autoridades locales; deben huir de Cuba. 
 
Los vaivenes de su fuga arrastran a Sofía y Esteban, quienes se ven abocados a un Caribe convulsionado por la proliferación de ideas revolucionarias y la revuelta de los negros en Saint-Domingue. Los acontecimientos llevan a Víctor y Esteban al otro lado del océano, a una Francia en plena revolución que ya ha dado al mundo, un tiempo atrás, noticias tan pasmosas como el intento de fuga del rey y su captura en Varennes (junio de 1791). He aquí que Victor Hugues hace su entrada en la Historia, pues volverá al Caribe oficialmente investido de poderes. Esteban será testigo de su encumbramiento y de su degradación, y mucho padecerán sus juveniles entusiasmos. No menos severo será el impacto en Sofía, en quien la espera no ha hecho sino acrecentar el aura romántica –doblemente romántica, en su caso- del marsellés.
Sofía y Esteban aportan, en alternancia, la perspectiva desde la que se presencian y evalúan los actos de Víctor Hugues. Con Hugues hace su entrada la Revolución en el Caribe, representada en el Decreto del 16 Pluvioso del Año II, que “proclamaba la abolición de la esclavitud y la igualdad de derechos otorgados a todos los habitantes” de la Guadalupe; pero también en el símbolo del Terror revolucionario: la guillotina, esa siniestra máquina. Es un Hugues demasiado ensoberbecido de su papel el que retorna al Caribe. “Luciendo todos los distintivos de la Autoridad, inmóvil, pétreo, con la mano derecha apoyada en los montantes de la Máquina, Víctor Hugues se había transformado, repentinamente, en una Alegoría. Con la Libertad, llegaba la primera guillotina al Nuevo Mundo”. Y pronto, demasiado pronto, la realidad se impone a los ideales.

Los atractivos que depara la novela son variados: acción, romance, un dramático trasfondo histórico con sus connotaciones políticas y filosóficas; los conflictos éticos a los que se ve enfrentado un Esteban tan idealista como vacilante en la acción; en lo que toca a la forma, una prosa gozosa como pocas, tan sugerente que resulta en verdadera fiesta para los sentidos. Al colorido y exuberancia del Caribe corresponden un estilo y un léxico frondosos, a la medida de la desmesura antillana. Largos párrafos se suceden, con escasos, breves y punzantes diálogos además de fascinantes descripciones de lugares y objetos. Carpentier era un apasionado de la radiante materialidad caribeña, y vaya que fue capaz de transmitirnos su pasión: en una prosa pletórica de sensualidad, envolvente y fascinante. Abundan sabrosos y expresivos localismos, y es que no hay modo de negarle dignidad a la vertiente caribeña de nuestra lengua común. No por nada se ha calificado a esta novela como ‘sinfonía del Caribe’. No en vano se caracteriza a Carpentier como escritor barroco, caracterización que el propio autor refrendara al promover el Barroco al rango de categoría fundamental en la delimitación de lo latinoamericano.

Los pasajes históricos, referidos especialmente a la actuación de Víctor Hugues en calidad de agente de la Revolución, son fidedignos. Para su elaboración Carpentier hizo acopio concienzudo de fuentes documentales, proceso en que pudo además enterarse del destino de connotadas personalidades revolucionarias, caídas en desgracia y condenadas al destierro en la Guayana Francesa -destacan los casos de Jaques Billaud-Varenne y Jean-Marie Collot d’Herbois, quienes contribuyen al empaque histórico de la novela-. Escaso conocimiento hay de la vida de Hugues y poca certeza sobre sus años finales y sobre su muerte, al menos a la fecha en que el escritor redactó la obra. Me parece que el talentoso cubano supo sacar partido de lo que sí se sabe, recreándolo del modo más enjundioso para el lector.
En suma, un libro sobradamente recomendable.


Rodrigo

24 marzo, 2012

POR TIERRAS AMERICANAS CON ROSSET

EL GUARANÍ 
EDWARD ROSSET 
Ed. Mundo Conocido, 2011

Prolífico e incansable escritor, tanto de ensayo como de ficción histórica o de tema juvenil, Edward Rosset (Oñate, 1938) se ha interesado mucho por la conquista española de las Américas. Tras escribir sobre la epopeya de diversos conquistadores, entre ellos el propio Colón, ahora nos presenta su última novela histórica sobre el tristemente famoso episodio del enfrentamiento armado entre los pueblos indígenas guaraníes residentes en las Estancias y Reducciones de los misioneros jesuitas, frente a los ejércitos regulares de España y Portugal. Tras el Tratado de Madrid de 1750, España y Portugal en las personas de sus monarcas Fernando VI y Juan V respectivamente, deciden cambiar fronteras. De acuerdo con el tratado, Portugal entregaba a España la colonia de Sacramento recibiendo a cambio grandes territorios que abarcaban parte de los actuales Uruguay, Argentina, Brasil y Paraguay. Es una época en la que los reyes –o generalmente sus validos o primeros ministros- gobiernan de modo absoluto, sin contar con sus súbditos. 

Las Américas son contempladas como fuente de ingresos y caudales, pero sin dedicar un segundo a la situación de los residentes allí, y por descontado, ignorando a los pueblos indígenas, que son tratados como muebles, que deben estar dispuestos a ser llevados y traídos de un sitio a otro, si eso conviene a los lejanos reyes de la península ibérica.
 No es el caso de las Reducciones Misioneras, algo parecido a unas primitivas cooperativas, donde los padres jesuitas habían hecho una ingente labor no sólo de evangelización, sino principalmente civilizadora: habían introducido conocimientos, costumbres, ideas, materiales, técnicas, etc. Que habían hecho progresar enormemente a los guaraníes, pueblo mayoritario de aquellos parajes. Y los guaraníes habían colaborado con ellos por propia voluntad, abandonado sus aldeas o tekuas para vivir, estudiar y trabajar en las Reducciones, donde además de dedicarse a la agricultura y ganadería, desarrollaron ciertas pequeñas industrias y artesanías, y cultivaron la música, para la que parecían especialmente dotados. 
 
Rosset pinta un paisaje histórico situándonos en el escenario en que, tras el tratado hispano- luso, los gobernadores y sus ejércitos tratan de imponer a los habitantes las nuevas fronteras, lo que suponía desplazar a gran parte de la población hacia Sacramento, cerrar las Reducciones, abandonar todo lo construido allí y empezar de nuevo en una tierra ajena. Los guaraníes no están dispuestos a ello y los jesuitas, tampoco. Y aquí empieza la historia. 

El autor combina la aventura de un personaje de ficción para enmarcarlo en la historia real y personajes reales, entremezclando novela y reportaje. Tuparo es un joven guaraní instruido por los jesuitas, que participa activamente en las movilizaciones contra las avanzadillas de los ejércitos español y portugués. Los guaraníes están envalentonados por una anterior y legendaria victoria en la batalla de Mbororé. Pero esta batalla la ganaron contra los bandeirantes, que eran bandas de mestizos portugueses cuya principal ocupación era atacar las aldeas guaraníes capturando y esclavizando a sus habitantes. Ahora los indígenas se enfrentaban a algo mucho más serio: un ejército regular, bien equipado, armado con potentes cañones, frente a unos grupos que, si bien habían recibido cierta instrucción militar (los jesuitas siempre fueron una milicia religiosa) carecían de medios y su única arma era su adaptación a la jungla y el clima, y su movilidad. Pero nada pueden las flechas frente a los cañones. 
La batalla estaba perdida de antemano, pero los jefes guaraníes con el apoyo moral de los misioneros, no quisieron rendirse. Tuparu participa en las primeras escaramuzas, es herido, y tras su recuperación se lanza en misiones arriesgadas, como la de rescatar a su jefe Sepu, prisionero del ejército enemigo. En la aventura del rescate conoce a la pequeña Tiara, una adolescente indígena que tras una existencia humillante en manos de los soldados, decide acompañarle y escapar. La aventuras de estos personajes, a los que se une temporalmente Paulo, amigo de Tuparu, van alternándose con las batallas y el relato de lo que en esos momentos sucedía en la corte portuguesa, en la que una conspiración del Marqués de Pombal trataba de erradicar a los jesuitas del país, apropiarse de su patrimonio y los frutos de su trabajo, política que más tarde Carlos III de España seguirá en su Pragmática Sanción. Así seguimos los movimientos de Tuparu y su creciente amor por Tiara; ambos se salvan la vida mutuamente en diversas situaciones, y la sabiduría indígena de Tiara hace milagros con las heridas de Tuparu. Pero todo ello no impide que la historia siga su paso inexorable y que los guaraníes sean aplastados y desplazados los supervivientes. 
 
Rosset hace revivir los terribles momentos de las batallas, así como la ansiedad de los jesuitas y de los líderes guaraníes. En un lenguaje a caballo entre la historia novelada, el reportaje histórico y la ficción, somos trasportados a otro mundo. Libro de lectura amena y rápida, divulgador de la historia, en el que Rosset ilustra y enriquece nuestros conocimientos a la vez que entretiene con las aventuras narradas. 

 Ariodante 


 Reseña publicada en: http://www.la2revelacion.com/?p=2542

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