26 marzo, 2012

ILUMINADOS POR CARPENTIER


EL SIGLO DE LAS LUCES 

Alejo Carpentier

Novela publicada originalmente en 1962, de distinta tela que El reino de este mundo puesto que, en la presente, Carpentier se distancia notoriamente de su teoría de lo real maravilloso, cosa que ya había hecho en las novelas que mediaron entre ambas (Los pasos perdidos, 1953; El acoso, 1956). El distanciamiento, cabe apuntar, atañe al abordaje y reivindicación del pensamiento mítico como distintivo de la singularidad americana; las novelas que siguieron a El reino de este mundo adscriben al género realista. Por otra parte, El Siglo de las Luces no sólo tiene el característico toque carpenteriano, el barroquismo del estilo y el enaltecimiento de la exuberancia caribeña, sino que lo lleva a cimas insuperables. El Siglo de las Luces es una novela espléndida, copiosa en referencias culturales y una genuina fiesta del idioma; a no dudar, uno de los clásicos mayores de la literatura latinoamericana.

Su trama abunda en peripecias cuyo marco histórico lo proporciona la dramática década final del siglo XVIII. Su hilo conductor: los ecos de la Revolución Francesa en el Caribe. Escenarios principales de la narración son el ámbito caribeño y la Francia revolucionaria; secundariamente, en el brinco temporal que conduce al desenlace, el Madrid que ha presenciado los tumultos de mayo de 1808. Entre sus protagonistas, Víctor Hugues destaca por su historicidad: fue Comisario de la Convención en Guadalupe, en la que hizo un verdadero gobierno de terror, y luego Agente del Directorio en Cayena (Guayana Francesa). Completan el trío protagónico los jóvenes cubanos Sofía y Esteban, quienes no sólo harán a Hugues objeto de afecto y desprecio, a su turno, sino personificación de la grandeza y vileza de la crucial coyuntura finisecular.Hugues los inicia en la ebullición de ideas que promete y, de hecho, ha desencadenado un cataclismo histórico de amplias repercusiones, al tiempo que introduce a Sofía en el mundo del amor.

Por no estropear el suspenso, me limitaré a referir someramente el arranque de la trama. Todo principia en La Habana, en torno de 1790. Un acaudalado comerciante criollo acaba de fallecer, dejando en la orfandad a sus hijos adolescentes, Sofía y Carlos, quienes se recluyen en la casona familiar en señal de duelo. Con ellos vive su primo Esteban, huérfano desde temprana edad, también adolescente y un verdadero hermano para ambos. La reclusión deviene gradualmente fiesta, al hacer de la casa un lugar encantado al margen del mundo; mundo del que, no obstante, se maravillan los chicos a través de los libros. Cierto día irrumpe un francés de nombre Víctor Hugues, marsellés afincado en Saint-Domingue (la futura Haití). Desea hacer tratos con el dueño de casa, de cuya muerte obviamente no está informado. Superada la decepción, el francés se revela un prodigioso compañero de juegos y un gran contador de historias; parece un prestidigitador que no acabara de sacarse cosas de la manga. Para mayor admiración de sus nuevos amigos, proporciona al enfermizo Esteban el auxilio providencial del doctor Ogé, mulato y amigo del marsellés. Pero Víctor y Ogé son francmasones y extranjeros, doble motivo de sospecha para las autoridades locales; deben huir de Cuba. 
 
Los vaivenes de su fuga arrastran a Sofía y Esteban, quienes se ven abocados a un Caribe convulsionado por la proliferación de ideas revolucionarias y la revuelta de los negros en Saint-Domingue. Los acontecimientos llevan a Víctor y Esteban al otro lado del océano, a una Francia en plena revolución que ya ha dado al mundo, un tiempo atrás, noticias tan pasmosas como el intento de fuga del rey y su captura en Varennes (junio de 1791). He aquí que Victor Hugues hace su entrada en la Historia, pues volverá al Caribe oficialmente investido de poderes. Esteban será testigo de su encumbramiento y de su degradación, y mucho padecerán sus juveniles entusiasmos. No menos severo será el impacto en Sofía, en quien la espera no ha hecho sino acrecentar el aura romántica –doblemente romántica, en su caso- del marsellés.
Sofía y Esteban aportan, en alternancia, la perspectiva desde la que se presencian y evalúan los actos de Víctor Hugues. Con Hugues hace su entrada la Revolución en el Caribe, representada en el Decreto del 16 Pluvioso del Año II, que “proclamaba la abolición de la esclavitud y la igualdad de derechos otorgados a todos los habitantes” de la Guadalupe; pero también en el símbolo del Terror revolucionario: la guillotina, esa siniestra máquina. Es un Hugues demasiado ensoberbecido de su papel el que retorna al Caribe. “Luciendo todos los distintivos de la Autoridad, inmóvil, pétreo, con la mano derecha apoyada en los montantes de la Máquina, Víctor Hugues se había transformado, repentinamente, en una Alegoría. Con la Libertad, llegaba la primera guillotina al Nuevo Mundo”. Y pronto, demasiado pronto, la realidad se impone a los ideales.

Los atractivos que depara la novela son variados: acción, romance, un dramático trasfondo histórico con sus connotaciones políticas y filosóficas; los conflictos éticos a los que se ve enfrentado un Esteban tan idealista como vacilante en la acción; en lo que toca a la forma, una prosa gozosa como pocas, tan sugerente que resulta en verdadera fiesta para los sentidos. Al colorido y exuberancia del Caribe corresponden un estilo y un léxico frondosos, a la medida de la desmesura antillana. Largos párrafos se suceden, con escasos, breves y punzantes diálogos además de fascinantes descripciones de lugares y objetos. Carpentier era un apasionado de la radiante materialidad caribeña, y vaya que fue capaz de transmitirnos su pasión: en una prosa pletórica de sensualidad, envolvente y fascinante. Abundan sabrosos y expresivos localismos, y es que no hay modo de negarle dignidad a la vertiente caribeña de nuestra lengua común. No por nada se ha calificado a esta novela como ‘sinfonía del Caribe’. No en vano se caracteriza a Carpentier como escritor barroco, caracterización que el propio autor refrendara al promover el Barroco al rango de categoría fundamental en la delimitación de lo latinoamericano.

Los pasajes históricos, referidos especialmente a la actuación de Víctor Hugues en calidad de agente de la Revolución, son fidedignos. Para su elaboración Carpentier hizo acopio concienzudo de fuentes documentales, proceso en que pudo además enterarse del destino de connotadas personalidades revolucionarias, caídas en desgracia y condenadas al destierro en la Guayana Francesa -destacan los casos de Jaques Billaud-Varenne y Jean-Marie Collot d’Herbois, quienes contribuyen al empaque histórico de la novela-. Escaso conocimiento hay de la vida de Hugues y poca certeza sobre sus años finales y sobre su muerte, al menos a la fecha en que el escritor redactó la obra. Me parece que el talentoso cubano supo sacar partido de lo que sí se sabe, recreándolo del modo más enjundioso para el lector.
En suma, un libro sobradamente recomendable.


Rodrigo

24 marzo, 2012

POR TIERRAS AMERICANAS CON ROSSET

EL GUARANÍ 
EDWARD ROSSET 
Ed. Mundo Conocido, 2011

Prolífico e incansable escritor, tanto de ensayo como de ficción histórica o de tema juvenil, Edward Rosset (Oñate, 1938) se ha interesado mucho por la conquista española de las Américas. Tras escribir sobre la epopeya de diversos conquistadores, entre ellos el propio Colón, ahora nos presenta su última novela histórica sobre el tristemente famoso episodio del enfrentamiento armado entre los pueblos indígenas guaraníes residentes en las Estancias y Reducciones de los misioneros jesuitas, frente a los ejércitos regulares de España y Portugal. Tras el Tratado de Madrid de 1750, España y Portugal en las personas de sus monarcas Fernando VI y Juan V respectivamente, deciden cambiar fronteras. De acuerdo con el tratado, Portugal entregaba a España la colonia de Sacramento recibiendo a cambio grandes territorios que abarcaban parte de los actuales Uruguay, Argentina, Brasil y Paraguay. Es una época en la que los reyes –o generalmente sus validos o primeros ministros- gobiernan de modo absoluto, sin contar con sus súbditos. 

Las Américas son contempladas como fuente de ingresos y caudales, pero sin dedicar un segundo a la situación de los residentes allí, y por descontado, ignorando a los pueblos indígenas, que son tratados como muebles, que deben estar dispuestos a ser llevados y traídos de un sitio a otro, si eso conviene a los lejanos reyes de la península ibérica.
 No es el caso de las Reducciones Misioneras, algo parecido a unas primitivas cooperativas, donde los padres jesuitas habían hecho una ingente labor no sólo de evangelización, sino principalmente civilizadora: habían introducido conocimientos, costumbres, ideas, materiales, técnicas, etc. Que habían hecho progresar enormemente a los guaraníes, pueblo mayoritario de aquellos parajes. Y los guaraníes habían colaborado con ellos por propia voluntad, abandonado sus aldeas o tekuas para vivir, estudiar y trabajar en las Reducciones, donde además de dedicarse a la agricultura y ganadería, desarrollaron ciertas pequeñas industrias y artesanías, y cultivaron la música, para la que parecían especialmente dotados. 
 
Rosset pinta un paisaje histórico situándonos en el escenario en que, tras el tratado hispano- luso, los gobernadores y sus ejércitos tratan de imponer a los habitantes las nuevas fronteras, lo que suponía desplazar a gran parte de la población hacia Sacramento, cerrar las Reducciones, abandonar todo lo construido allí y empezar de nuevo en una tierra ajena. Los guaraníes no están dispuestos a ello y los jesuitas, tampoco. Y aquí empieza la historia. 

El autor combina la aventura de un personaje de ficción para enmarcarlo en la historia real y personajes reales, entremezclando novela y reportaje. Tuparo es un joven guaraní instruido por los jesuitas, que participa activamente en las movilizaciones contra las avanzadillas de los ejércitos español y portugués. Los guaraníes están envalentonados por una anterior y legendaria victoria en la batalla de Mbororé. Pero esta batalla la ganaron contra los bandeirantes, que eran bandas de mestizos portugueses cuya principal ocupación era atacar las aldeas guaraníes capturando y esclavizando a sus habitantes. Ahora los indígenas se enfrentaban a algo mucho más serio: un ejército regular, bien equipado, armado con potentes cañones, frente a unos grupos que, si bien habían recibido cierta instrucción militar (los jesuitas siempre fueron una milicia religiosa) carecían de medios y su única arma era su adaptación a la jungla y el clima, y su movilidad. Pero nada pueden las flechas frente a los cañones. 
La batalla estaba perdida de antemano, pero los jefes guaraníes con el apoyo moral de los misioneros, no quisieron rendirse. Tuparu participa en las primeras escaramuzas, es herido, y tras su recuperación se lanza en misiones arriesgadas, como la de rescatar a su jefe Sepu, prisionero del ejército enemigo. En la aventura del rescate conoce a la pequeña Tiara, una adolescente indígena que tras una existencia humillante en manos de los soldados, decide acompañarle y escapar. La aventuras de estos personajes, a los que se une temporalmente Paulo, amigo de Tuparu, van alternándose con las batallas y el relato de lo que en esos momentos sucedía en la corte portuguesa, en la que una conspiración del Marqués de Pombal trataba de erradicar a los jesuitas del país, apropiarse de su patrimonio y los frutos de su trabajo, política que más tarde Carlos III de España seguirá en su Pragmática Sanción. Así seguimos los movimientos de Tuparu y su creciente amor por Tiara; ambos se salvan la vida mutuamente en diversas situaciones, y la sabiduría indígena de Tiara hace milagros con las heridas de Tuparu. Pero todo ello no impide que la historia siga su paso inexorable y que los guaraníes sean aplastados y desplazados los supervivientes. 
 
Rosset hace revivir los terribles momentos de las batallas, así como la ansiedad de los jesuitas y de los líderes guaraníes. En un lenguaje a caballo entre la historia novelada, el reportaje histórico y la ficción, somos trasportados a otro mundo. Libro de lectura amena y rápida, divulgador de la historia, en el que Rosset ilustra y enriquece nuestros conocimientos a la vez que entretiene con las aventuras narradas. 

 Ariodante 


 Reseña publicada en: http://www.la2revelacion.com/?p=2542

21 marzo, 2012

PASEANDO POR PARK AVENUE

AVENIDA DEL PARQUE 79 
 HAROLD ROBBINS 

 Es curioso como este gran escritor comenzó su exitosa carrera literaria. Todo fue por una apuesta de cien dólares que hizo con uno de los directivos de la Universal Pictures, para demostrarle que era capaz de escribir un guión más interesante que lo que se hacía por aquella época en Hollywood. Y el resultado fue su primera novela No amarás a un extraño, publicada en 1948, basada en su propia vida en el orfanato y en las calles de Nueva York. Éste sería su primer best-seller y tras él llegarían más éxitos. 

Francis Kane (Nueva York, 21 de mayo de 1916- 14 de octubre de 1997) o Harold Rubin, nombre adoptivo que recibió cuando pasó su infancia en un orfanato, fue más conocido por el seudónimo de Harold Robbins. Es uno de los autores más vendidos en todo el mundo. sus libros son sinónimos de best-sellers han sido traducidos a treinta y dos idiomas. Es el cuarto autor más vendido de todos los tiempos, por detrás de William Shakespeare, Agatha Christie y Barbara Garland. Su fama en todo el mundo es tan grande que incluso tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood Boulevard. A principios de la Segunda Guerra Mundial se traslada a Hollywood para trabajar en los Estudios Universal. Su novela más conocida quizá sea la de Los Insaciables, inspirada en la vida del magnate Howard Hughes. La continuación de esta novela fue en 1995, titulada El Magnate. Entre otros grandes éxitos que cosechó a lo largo de su carrera como escritor fueron, Stiletto, publicada en 1960, Los profanadores del amor (1962), Los Betsy, (1971), El Pirata, (1974) o La dama solitaria (1976). 

 Algunas de sus obras fueron llevadas a la gran pantalla como "Los insaciables", llevada al cine en los años 60 por Edward Dmytryk y más tarde por Sam Peckinpah como "Nevada Smith", "Una piedra para Danny Fisher" fue adaptada por Michael Curtiz con el título de "El barrio contra mí”, "Adónde fue el amor" de Dmytryk, "Los aventureros", adaptaba en los 70 por Lewis Gilbert, “Los Betsy", con Laurence Olivier, Robert Duvall, Tommy Lee Jones y Katharine Ross o "Chica solitaria", basada en la novela "La dama solitaria". Avenida del Parque 79 (79 Park Avenue), fue publicada en el año 1955. La acción se inicia en los difíciles años de la depresión económica. No es sólo una dirección, es una empresa que se dedica a contratar modelos, “Park Avenue Models, Inc”, pero modelos especiales, de alto lujo, para satisfacer las necesidades de todo aquel que esté dispuesto a pagar una buena factura por sus servicios. Pero esta novela tiene todos los ingredientes de una novela negra con rasgos folletinescos. 
 
 Dividida en tres partes, la trama se desarrolla desde los difíciles años de la depresión económica estadounidense hasta 1954, años después de finalizar la Segunda Guerra Mundial. La novela se inicia con el juicio a la protagonista, Maryann Flood, la madama de “Park Avenue Models, Inc” y en él se reencuentra con la única persona a la que realmente amó, el ahora ayudante del fiscal de distrito. Sin embargo, ella cuenta con una sorpresa que puede dar un giro a la sentencia. Esta prueba se la había conseguido su abogado, el mejor de la ciudad. Mediante un salto en el tiempo, el ayudante del fiscal nos empieza a relatar en primera persona, la relación entre ellos y su amigo Ross Drago. A lo largo de la novela también hay hechos relatados en tercera persona. Una relación truncada por tragedias que afectan a la protagonista y malentendidos entre ambos provocan separaciones continuas. Realmente se aman pero la vida de Marja y el trabajo de Mike hace que su relación sea imposible de llegar a un buen final. Los inicios de esta bella y atractiva mujer pasan por una adolescencia difícil en la que el hambre, la pobreza y el desempleo vieron crecer a esta adolescente de ascendencia polaca. Apuñala a su padrastro que la viola en una de sus frecuentes borracheras. Es enviada, tras el juicio, al “Hogar Correccional de Muchachas Rose Geyer”. 
 Pese a esta condena, su vida siempre será la misma. Cumplida su estancia en el “Hogar” vuelve otra vez a lo único que sabe hacer: sabe que su cuerpo provoca el deseo en los hombres y se convierte en una prostituta de lujo. Vive un mundo lleno de corrupción, redadas policiales, asesinatos y actividades ilegales. 
 Estamos ante una novela de acción constante y fuerte carga erótica que nos hace creer, realmente, en lo que estamos leyendo y nos mete en la historia desde el principio hasta el final. Son capítulos llenos de suspense y emoción, gracias a la maestría como narrador de Robbins, sus diálogos espectaculares y personajes convincentes, situaciones que no están basadas en hechos de la vida real, pero que bien pudieran suceder. Por ser enteramente entretenida, de una lectura agradable, la recomendamos para su lectura. 

Galaico

Título original: 79 Park Avenue 
Traducción: Aurora Rodríguez 
Plaza & Janés Editores S. A, R.B.A. Editores. 
Colección Grandes Éxitos. 2ª Edición. 
Nº páginas: 284 
ISBN 844730860X

¡Sálvese quien pueda! - Andrés Oppenheimer

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