11 febrero, 2013

ALICIA MARAVILLADA


LA ÚLTIMA MARAVILLA DE ALICIA

MANUEL VALERA

Ediciones Evohé, 2012

La última maravilla de Alicia, de Manuel Valera, nos trae una historia maravillosa, y hago uso de las varios sentidos que tiene este adjetivo.
Respecto al argumento, este es un poco difícil de explicar sin tener en cuenta muchos de los aspectos que conforman la historia y que, a la vez, pueden destriparla. Pero lo voy a intentar, queridos posibles lectores, para que os hagáis con él y os maravilléis tanto como yo. La última maravilla de Alicia nos cuenta la historia de Isaías, un joven —al parecer poeta— que se encuentra un poco perdido en cuanto a su vida. En un viaje en tren (así es como empieza la novela) tiene un encuentro fortuito con una extraña y cautivadora muchacha que se llama Alicia y dice ser, nada más y nada menos, la Alicia de Lewis Carroll. A partir de entonces, Isaías vivirá la vida desde una perspectiva distinta.
He de decir que no conocía a Manuel Valera pero me ha encandilado. Su forma de contar es bellísima y cada una de las páginas de esta historia —o cuento, si queréis— está impregnada de magia: la magia que desprende Alicia, la de los personajes y referencias a Lewis Carroll, la del encuentro y desencuentro, la magia maravillosa del amor y de la búsqueda. Y es que nuestro protagonista se pasa los días desde su encuentro con Alicia buscándola. Y esa búsqueda me ha recordado mucho a la de Horacio Oliveira, el cual se vuelve loco buscando a su Maga. Y es eso también lo que le ocurre a Isaías, porque en realidad no está buscando solo a su amor, que es Alicia, o que puede no serlo, ya que es posible que exista o que esté solo en su imaginación, sino que también es la búsqueda del sentido en la vida, la búsqueda de uno mismo, la del más allá de las cosas que nos rodean.
A lo largo del cuento van apareciendo personajes de Alicia, así como otros personajes que fueron reales y que ahora se introducen en la ficción que crea Isaías —y Valera, a su vez—. Es el caso de la charla —tan amena y reveladora— que mantienen R. L.  Stevenson y nuestro querido protagonista, y de la que voy a dejar alguna huella para que disfrutéis:
“La ficción es para el hombre adulto lo que el juego para el niño: ahí es donde altera la atmósfera y la tendencia de su vida”, señala Stevenson en una de sus intervenciones.
Y en otra: “Yo sigo creyendo en la decencia última de las cosas”.
Y así, poco a poco, con una prosa poética llena de belleza, que nos hace ver las cosas desde el punto de vista de la sensibilidad de Isaías, vamos andando de la mano con él en su búsqueda por deshacerse de todo lo que en realidad no es importante, de aquello que no hace feliz, de romper con los horarios y las reglas… Isaías ansía deshacerse del miedo que tiene y desea no ser uno más de esos que se levantan a las cinco menos cuarto de la mañana para ir a trabajar.
En la segunda parte del libro presenciamos la locura —o quizá razón— a la que cae Isaías al sentir que Alicia no va a volver. Como consecuencia de sus faltas reiteradas al trabajo y de acudir a la reunión disfrazado de As de Corazones, se le convoca a un juicio (recordáis el de Lewis Carroll, ¿no?) en el que la ironía llega a su culmen y desemboca en una resolución sabia por parte del juez: por una vez, ha vencido la locura de la fantasía —pero también de la razón, de la nuestra en la intimidad y en nuestro yo interior— frente a la realidad, tan mortífera como lo ha sido siempre con Isaías.
Y una vez ha conseguido vencer a esa realidad y deshacerse del miedo, es hora de viajar al lugar que veía en sueños, donde tal vez encuentre a su Alicia. Pero eso ya os lo dejo a vosotros, lectores.
La última maravilla de Alicia es un cuento repleto de metaliteratura, magia, fantasía, poesía en cada una de sus páginas. Es una alegoría sólidamente construida sobre el acontecer diario del ser humano mojado por la rutina de reglas, creencias y actitudes que parece que se tengan que seguir. Isaías es el símbolo de aquel que —no sin miedo al principio, por supuesto— abre su mente, deja volar su imaginación y plasma su yo interior en esa realidad cotidiana.


Elena Montagud

1 comentario:

Unknown dijo...

Has despertado nuestra curiosidad. Gracias por presentarnos la novela.

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