29 julio, 2011

Vita Clamavi – Ana Rosa Bustamante

Este post nos lo envió Carolina González Velázquez a gclibros@yahoo.com. Muchas gracias Carolina.

Ana Rosa Bustamante, nortina desarraigada del desierto por azares de la vida y replantada desde hace mas de 20 años en los verdes del sur, fue hasta allá de brinco en brinco, pasando por Antofagasta, Quilpué, Viña del mar y Valparaíso, hasta asentarse en la fértil tierra de Valdivia, tierra que le regalo definitivamente la consagración a la poesía.

"Nací mujer como la luna, blanca lima que formó mis caderas", es la declaración que nos hace hoy con ese sentir de mujer, nos lleva a una hermosa aventura de sensaciones y palabras que "Llegaron a mis ojos sedosa, como una nube"

La poesía, tan sublimemente femenina de Ana, de esta "VITA CLAMAVI" tiende a reunir detractores, esos abyectos mojigatos que caminan pisando el aire y rompen sus propias techumbres, su poesía es de piel, de besos húmedos, de menstruales sangres, de olor a sexo, de lujurioso amar, pero Ana Rosa camina conocedora de su femenino poder en la palabra, que más da, así es su arte poético y no hay por qué esconderlo, ella lo luce con sobria arrogancia, sin pudores "Soy, la que no vive de normas, incontenible, impetuosa de marea y sagrada ola".

Hablo como mujer cuando digo que "VITA CLAMAVI" me identifica, me nombra, me señala, me obliga a sobrevolar mis sentires y caer en picada en la envidiable riqueza del lenguaje que utiliza, erizando en cada verso mi piel "Tu me desnudas, en la oscuridad, doliente palpas la escarcha que me quema y duele".

No he de compararla con otro poeta, sea macho o sea hembra, a mi saber, que es apenas el del aprendiz encandilado por la sapiencia de los grandes maestros, he descubierto, en cada poema, sólo a Ana Rosa mujer, con el valor de cualquiera de nuestras antecesoras y con las agallas de cualquier contemporánea que se aventura a hablar de su propia sensualidad/sexualidad haciéndola verso.

A través de estas páginas, de estos poemas cargados de pasión, de actos masturbatorios, fantasías eróticas, de reflejos de carnes ajenas, de húmedos sueños, no podremos desprendernos del amor, porque todo el libro esta preado de amor, de ese amor hedonista, amor sutil o violento, amor/erotismo, amor/amor, puro amor, de ese amor que nace de un ser que demuestra en la palabra, un bello amor a si mismo, del autoconocimiento, la autosatisfacción, auto aceptación, de la complacencia, para ser entregado libremente al otro, en este caso en "VITA CLAMAVI".

Prologado por Juan Cameron y epilogado por Tulio Mendoza, es sin duda una bella obra del arte poética, de femenina riqueza, de elegancia en el lenguaje.

Tras haber leído, de principio a fin este hermoso ejemplar, puedo asegurar, que cuando comiencen a leerlo, no habrá mejor verso introductorio para compenetrarse con la autor, Ana Rosa Bustamante… "Yo quiero hablar ahora de la piel, de los besos, del deseo, de una sombra, del amor"

Carolina González Velásquez

Muchas gracias Carolina.

¡Saludos!

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